Por Taís Carballes Balsa
Waking Life es un film animado mediante la técnica de rotoscopia, dirigido por Richard Linklater, hecho en el año 2001. La película nos plantea una relación entre la vida y los sueños y podría entenderse como una especie de documental que es el que caracteriza la animación. Los diferentes personajes responden a preguntas con las que el propio director se va tropezando a lo largo de su vida, así como las personas a quienes dirige sus dudas. A medida que avanzamos en la película, nos encontramos con respuestas y opiniones muy diferentes, temas muy variados, pero con un lazo en común: los sueños.
En la historia se cuenta que un chico, tras un accidente, empieza a tener sueños en los que se encuentra a toda clase de excéntricos personajes con los que mantiene diálogos existenciales perfectamente lúcidos sobre temas como el tiempo, la sociedad, el existencialismo, la filosofía, el cine, la mente humana, la abstracción... sobre la vida en definitiva.
Para el espectador resulta atractivo e interesante lo que se está contando, puesto en que diversas ocasiones sucede que se acerca a la propia realidad de su experiencia. Es sencillo estar atento a lo que nos están contando, aunque puede que haya ocasiones en las que no entendamos mucho a cerca del tema que nos están hablando, lo cual puede resultar algo pesado si hablan durante demasiado tiempo seguido. Aún así, cuanto más adentro se encuentra uno en la historia, más se empieza a razonar y a meditar a cerca de lo que percibimos, incluso cuando se termina de ver la proyección. Es simplemente como una especie de impulso que lleva a debatir la película.
LIBRE ALBEDRÍO Y DETERMINISMO:
LA RESISTENCIA:
EL TIEMPO:
UNA NUEVA MENTE:
En cuanto al planteamiento de la animación, la película es rodada primeramente con actores reales, cuya imagen va a ser posteriormente coloreada, con la finalidad de adquirir un ambiente que se asemeje más al mundo de los sueños. La técnica empleada es la conocida con el nombre de “rotoscopia”. Con este parecido a los personajes de animación, resulta interesante y llamativo el gesto y las expresiones de los personajes mientras exponen sus ideas. Y se presta atención a detalles también del escenario y del vestuario que, debido al continuo movimiento de la imagen, hace que sea más dinámica la visualización.
En relación al tipo de planos, se observa una abundancia de los primeros planos y los planos medios de los personajes. Quizás se deba a esa intención de que se parezca más a una conversación entre el actor que cuenta la historia y el espectador. Esta forma de plantear la película ayuda a lo que anteriormente se ha estado repitiendo.
El Cine como forma expresiva y estética
lunes, 30 de noviembre de 2009
Waking Life, 2001
Por María Penalonga Ramallal
Waking Life (2001) es una animación, hecha mediante la técnica de la rotoscopia, donde se redibuja una imagen real en movimiento para convertirla en animación. Esta técnica fue inventada por Max Fleischer, y salió a la luz a partir del 1912.
Existen numerosas películas con esta técnica, y Richard Linklater nodudó en emplearla, primero con Waking Life (2001), y más tarde con Scanner Darkly, en el 2006.
Podemos decir que Richard Linklater crea un film de animación, con excelentes resultados, aunque no sabría decir si necesarios, ya que la animación es un elemento visual más de la película, pero lo verdaderamente importante es el contenido, los sueños que al mismo tiempo establecen un paralelismo con la filosofía de la vida “Parece que estamos limitados por el mundo, pero lo estamos creando nosotros. Sabes que estás soñando, puedes hacer lo que quieras, eres consciente, tienes muchas opciones y de eso trata la vida.”
El protagonista se encuentra en un profundo sueño del cual no puede despertar. Tiene continuos despertares falsos, que crean agobio en el protagonista e incluso en el espectador, ya que creemos que por fin está despierto, pero sigue sumergido en sueños extraños que no puede controlar.
Durante el transcurso de la película nos llenamos de discusiones filosóficas que entrelazan temas como la realidad, el significado de la vida, la evolución del hombre (el neo-humano); el leguaje, donde gran parte de lo que percibimos no puede ser expresado; política; religión…teorías que son expuestas por las diferentes personas que se cruzan en el camino del protagonista. “Dicen que los sueños sólo son reales mientras duran... ¿puedes decir lo mismo de la vida?”
A lo largo de la película escasean los diálogos, podríamos hablar de un gran número de monólogos, en ocasiones largos y densos, con secuencias amplias; cargados de un fuerte contenido filosófico, creando así una película compleja y cargada de contenido.
“¿Que hay ahí? No lo se todavía, pero es un lugar, y determinará el curso del resto de tu vida...”
Waking Life (2001) es una animación, hecha mediante la técnica de la rotoscopia, donde se redibuja una imagen real en movimiento para convertirla en animación. Esta técnica fue inventada por Max Fleischer, y salió a la luz a partir del 1912.
Existen numerosas películas con esta técnica, y Richard Linklater nodudó en emplearla, primero con Waking Life (2001), y más tarde con Scanner Darkly, en el 2006.
En Waking Life, Linklater cuida la imagen, los encuadres; el colorido;los primeros planos; los movimientos de una cámara ondulante al compás de la música o con un travelling siguiendo a los personajes; creando así una película agradable a nivel visual.
Centrándonos en el ámbito sonoro, la música cobra un papel relevante, tanto en las vistas aéreas como en el concierto del principio, donde la imagen carece de diálogo y los músicos nos deleitan con una audición, donde sus movimientos son totalmente fieles a la realidad. Aparentemente nos encontramos ante personas de carne y hueso, no dibujos.Podemos decir que Richard Linklater crea un film de animación, con excelentes resultados, aunque no sabría decir si necesarios, ya que la animación es un elemento visual más de la película, pero lo verdaderamente importante es el contenido, los sueños que al mismo tiempo establecen un paralelismo con la filosofía de la vida “Parece que estamos limitados por el mundo, pero lo estamos creando nosotros. Sabes que estás soñando, puedes hacer lo que quieras, eres consciente, tienes muchas opciones y de eso trata la vida.”
El protagonista se encuentra en un profundo sueño del cual no puede despertar. Tiene continuos despertares falsos, que crean agobio en el protagonista e incluso en el espectador, ya que creemos que por fin está despierto, pero sigue sumergido en sueños extraños que no puede controlar.
Durante el transcurso de la película nos llenamos de discusiones filosóficas que entrelazan temas como la realidad, el significado de la vida, la evolución del hombre (el neo-humano); el leguaje, donde gran parte de lo que percibimos no puede ser expresado; política; religión…teorías que son expuestas por las diferentes personas que se cruzan en el camino del protagonista. “Dicen que los sueños sólo son reales mientras duran... ¿puedes decir lo mismo de la vida?”
A lo largo de la película escasean los diálogos, podríamos hablar de un gran número de monólogos, en ocasiones largos y densos, con secuencias amplias; cargados de un fuerte contenido filosófico, creando así una película compleja y cargada de contenido.
“¿Que hay ahí? No lo se todavía, pero es un lugar, y determinará el curso del resto de tu vida...”
“UN LUGAR DONDE QUEDARSE” DE SAM MENDES… UN DESTINO INVOLUNTARIO.
Por Antonio Ferreira
Después de las magníficas, en mi opinión, American beauty, Jarhead o Revolutionary road, Mendes nos sorprende ahora con Un lugar donde quedarse… quizás sería mejor decir que no nos sorprende. Creo que es una buena película aunque no nos aporte nada innovador en el plano estético típico del director. A mí, personalmente, me parece que pierde cierto encanto conductor sin el acompañamiento musical de Thomas Newman, presente en sus tres películas anteriormente citadas. Si bien no creo que mantenga su especial pose expresiva, o por lo menos se la percibe algo mas recatada, me parece que el concepto argumental que trata es altamente atractivo.
Bajo una apariencia de ácido vodevil, se nos plantea el tema del destino involuntario... es decir… contemplado desde el punto de vista del feto, del futuro bebé, nos damos cuenta que en absoluto somos participes de elecciones importantes de nuestra vida… los padres se percatan de dicho trámite esencial y buscan para su retoño un lugar especial para que este crezca en perfectas condiciones, condicionando, seguramente el resto de su existencia, pero es algo que todos hacemos o que haremos, supongo, asi que no les culpo, aunque; ¿y si hubiesen elegido otro lugar? ¿y si los padres se separan antes de su nacimiento?¿y si naces en un hospital repleto de medicamentos y enfermos y por eso luego vomitas al entrar en una tintorería? ¿y si educas a tu hijo con un marido al que odias y viceversa? ¿y si copulas con tu pareja de forma natural delante de tu hijo… saldrá un pervertido? ¿y si uno de los padres muere? ¿y si…? ¿y si…?
Salí del cine con estos extraños pensamientos y me planteé la importancia que tiene cada elección en tu vida en relación a ti mismo y a los demás, en relación al ahora, al ayer y al mañana, en la importancia del destino, en que no quería tener hijos… en fin, la única conclusión a la que llegue es a la impotencia de la no-respuesta, al entramado socio-ambiental al que estamos sometidos casi inconscientemente y a que supongo que… “yo soy yo y mi circunstancia” y que hay que tirar para adelante como sea, sin darle mucha importancia a estas cosas si no quieres volverte loco...
Por ponerle una última pega a la película, es que en el tratamiento de Mendes suelen aparecer personajes estereotipados para criticar a los sectores aludidos, pero, en este caso, creo que se ha pasado un pelín con los personajes secundarios…
Después de las magníficas, en mi opinión, American beauty, Jarhead o Revolutionary road, Mendes nos sorprende ahora con Un lugar donde quedarse… quizás sería mejor decir que no nos sorprende. Creo que es una buena película aunque no nos aporte nada innovador en el plano estético típico del director. A mí, personalmente, me parece que pierde cierto encanto conductor sin el acompañamiento musical de Thomas Newman, presente en sus tres películas anteriormente citadas. Si bien no creo que mantenga su especial pose expresiva, o por lo menos se la percibe algo mas recatada, me parece que el concepto argumental que trata es altamente atractivo.
Bajo una apariencia de ácido vodevil, se nos plantea el tema del destino involuntario... es decir… contemplado desde el punto de vista del feto, del futuro bebé, nos damos cuenta que en absoluto somos participes de elecciones importantes de nuestra vida… los padres se percatan de dicho trámite esencial y buscan para su retoño un lugar especial para que este crezca en perfectas condiciones, condicionando, seguramente el resto de su existencia, pero es algo que todos hacemos o que haremos, supongo, asi que no les culpo, aunque; ¿y si hubiesen elegido otro lugar? ¿y si los padres se separan antes de su nacimiento?¿y si naces en un hospital repleto de medicamentos y enfermos y por eso luego vomitas al entrar en una tintorería? ¿y si educas a tu hijo con un marido al que odias y viceversa? ¿y si copulas con tu pareja de forma natural delante de tu hijo… saldrá un pervertido? ¿y si uno de los padres muere? ¿y si…? ¿y si…?
Salí del cine con estos extraños pensamientos y me planteé la importancia que tiene cada elección en tu vida en relación a ti mismo y a los demás, en relación al ahora, al ayer y al mañana, en la importancia del destino, en que no quería tener hijos… en fin, la única conclusión a la que llegue es a la impotencia de la no-respuesta, al entramado socio-ambiental al que estamos sometidos casi inconscientemente y a que supongo que… “yo soy yo y mi circunstancia” y que hay que tirar para adelante como sea, sin darle mucha importancia a estas cosas si no quieres volverte loco...
Por ponerle una última pega a la película, es que en el tratamiento de Mendes suelen aparecer personajes estereotipados para criticar a los sectores aludidos, pero, en este caso, creo que se ha pasado un pelín con los personajes secundarios…
domingo, 29 de noviembre de 2009
EJERCITANDO EL ROSTRO
Un film de Marco Bellocchio
Por Javier Ramírez.
¡Guerra, guerra! Vincere es una película agitadora. De guión un poco flojo e irregular, pero de una fuerza abrumadora. Y sobre todo, totalmente desacomplejada.
Más allá de lo que cartel, tráiler, e incluso alguna crítica hagan parecer, no es una obra de corte historicista en un sentido sobrio y académico (sin entenderse con esto crítica alguna hacia ese estilo). Es una obra de rebeldía en el montaje, de mensajes que invaden la pantalla, de actuaciones expresionistas, de músicas que subrayan y te mueven físicamente. No te la tomas en serio, pero te hace reflexionar.
Su mensaje no es novedoso, ni mucho menos deslumbrante. Puede incluso recordar en cierta manera a El intercambio de Clint-Eastwood, lo cual tiene su gracia, pues casi pareciese una mofa del exagerado y manipulador melodrama protagonizado por Angelina Jolie.
Nos situa en una italia de principios de siglo, con un Mussolini implacable y ambicioso (en todos los sentidos) cuyas desventuras con Ida Alser serán la base de todo el film. El rechazo por parte de Mussolinni de su primogénito y de toda relación con la bellísima mujer generará una historia de amores frustados, oscurantismo político y desesperación. El trabajo de los actores es realmente destacable (Giovanna Mezzogiorno y Filippo Timi), contando con que no son interpretaciones naturalistas, sino totalmente expresionistas en concordancia con el tono, en parte, desenfadado del film.
Vincere es interesante en la forma, aunque pueda hacerse lenta por momentos. Tiene una fotografía muy cuidada con especial hincapié hacia el color. Es cine, sí, pero también podría ser teatro en cierta manera. Sus cualidades la alejan de posibles comparaciones, y no creo que sea valorable en claves de crítica cinematográfica al uso. Es posible que todos los elementos que yo encuentro destacables, para otro pasen incluso desapercibidos, por tanto, nos encontramos ante una valoración de una subjetividad altísima.
El respeto y protagonismo que Bellocchio permite al trabajo actoral, generando momentos cuyo foco es exclusivamente la interpretación, y sumando lo "especial" de la forma, acostumbrados al inmortal "método", es un punto a tener en cuenta. La utilización de metraje de archivo en grandes cantidades, pero de forma inteligente, da estabilidad al lenguaje escogido. Las contínuas referencias cinematográficas de la época así como la importancia del mismo durante todo el metraje, expresan esa intencionalidad de alejarse del cine contemporáneo.
Vincere, y espero no estar loco al decir esto, es una obra para arrancar grandes sonrisas y abrir ampliamente los ojos en un intento de recuperar un cine basado en la fascinación.
¡Fascismo, fascismo!
jueves, 26 de noviembre de 2009
El hombre que nunca estuvo allí.
Por María Chacón Rubio.
Esta película con aires de cine negro clásico pero renovado, que incluso introduce ciencia- ficción; nos muestra la preocupación de los hermanos Coen por dotar de belleza cada encuadre. Utilizan el blanco y negro con mucho acierto, los claroscuros son muy eficaces, y los negros puros forman siluetas estremecedoras que dan tensión y belleza visual, fue grabada a color y posteriormente la pasaron a blanco y negro, con lo que consiguieron un magnifico resultado. La fotografía de Roger Deakins es excelente, fue nominado al Oscar. También destaca la narrativa por suspense pero sin sobresaltos, una intriga sin estridencias, con ritmo lento pero constante.
El protagonista Ed Crane, es un perdedor, un peluquero que ni si quiera es el peluquero principal de la barbería de un pueblecito de California; siempre es un fracasado, el yerno de un rico empresario en Fargo, el hombre más vago del mundo “El Nota” en la película el Gran Lebowski, o un soluciona problemas de un poderoso gangster en Muerte entre las flores. Son personajes pasivos que se dejan llevar, pero que en un momento dado su actitud cambia, dando lugar a todo lo que les pasa. Los hermanos Coen hacen reflexionar al público mediante la utilización de estos personajes que se encuentran entre el bien y el mal.
Ed Crane es un sencillo hombre, pero que a su vez parece un gangster de cualquier película de los 40, siempre sumergido en el humo de su cigarrillo y en sus silencios. Este personaje lucha por salir de su vida rutinaria y aburrida, y en ese esfuerzo le acontecen una serie de sucesos que logran en parte que su vida de un vuelco. El hombre que nunca estuvo allí también es el hombre que no dice nada, que se encierra en sí mismo, pero que no pierde la fe, que no tiene miedo a morir.
La construcción del personaje Ed esta excelentemente interpretada por Billy Bob Thornton, se puede juzgar debido a la escasez de diálogos, esto se soluciona con su voz en off que tiene su lógica, ya que, el carácter del personaje es muy reservado; es un papel de gran dificultad en que su seriedad, miradas y gestos son primordiales, generan una gran curiosidad. El blanco y negro también ayuda a definir más al personaje, es como ve el mundo. Los demás personajes utilizan las palabras para esconder una realidad detrás de la que no hay nada, palabras igual a mentiras, y en oposición aparecen los silencios de Ed.
Este film no da respuestas a las cuestiones que se proponen pero eso es precisamente lo que pretende; como dice el abogado: Nosotros no tenemos que saber, sólo debemos demostrar que los otros no saben.
Cada elemento de la película hace que el espectador este atento y pueda disfrutar en sus distintos niveles visual, sonoro e intelectual.
Esta película con aires de cine negro clásico pero renovado, que incluso introduce ciencia- ficción; nos muestra la preocupación de los hermanos Coen por dotar de belleza cada encuadre. Utilizan el blanco y negro con mucho acierto, los claroscuros son muy eficaces, y los negros puros forman siluetas estremecedoras que dan tensión y belleza visual, fue grabada a color y posteriormente la pasaron a blanco y negro, con lo que consiguieron un magnifico resultado. La fotografía de Roger Deakins es excelente, fue nominado al Oscar. También destaca la narrativa por suspense pero sin sobresaltos, una intriga sin estridencias, con ritmo lento pero constante.
El protagonista Ed Crane, es un perdedor, un peluquero que ni si quiera es el peluquero principal de la barbería de un pueblecito de California; siempre es un fracasado, el yerno de un rico empresario en Fargo, el hombre más vago del mundo “El Nota” en la película el Gran Lebowski, o un soluciona problemas de un poderoso gangster en Muerte entre las flores. Son personajes pasivos que se dejan llevar, pero que en un momento dado su actitud cambia, dando lugar a todo lo que les pasa. Los hermanos Coen hacen reflexionar al público mediante la utilización de estos personajes que se encuentran entre el bien y el mal.
Ed Crane es un sencillo hombre, pero que a su vez parece un gangster de cualquier película de los 40, siempre sumergido en el humo de su cigarrillo y en sus silencios. Este personaje lucha por salir de su vida rutinaria y aburrida, y en ese esfuerzo le acontecen una serie de sucesos que logran en parte que su vida de un vuelco. El hombre que nunca estuvo allí también es el hombre que no dice nada, que se encierra en sí mismo, pero que no pierde la fe, que no tiene miedo a morir.
La construcción del personaje Ed esta excelentemente interpretada por Billy Bob Thornton, se puede juzgar debido a la escasez de diálogos, esto se soluciona con su voz en off que tiene su lógica, ya que, el carácter del personaje es muy reservado; es un papel de gran dificultad en que su seriedad, miradas y gestos son primordiales, generan una gran curiosidad. El blanco y negro también ayuda a definir más al personaje, es como ve el mundo. Los demás personajes utilizan las palabras para esconder una realidad detrás de la que no hay nada, palabras igual a mentiras, y en oposición aparecen los silencios de Ed.
Este film no da respuestas a las cuestiones que se proponen pero eso es precisamente lo que pretende; como dice el abogado: Nosotros no tenemos que saber, sólo debemos demostrar que los otros no saben.
Cada elemento de la película hace que el espectador este atento y pueda disfrutar en sus distintos niveles visual, sonoro e intelectual.
domingo, 22 de noviembre de 2009
"El hombre de la cámara". Dziga Vértov.
Por Raquel Carrascosa Lozano
Vértov realiza este largo, "El hombre de la cámara", de 80 minutos de duración a modo experimental hacia 1929, sus similitudes con “Berlín sinfonía de una ciudad” 1927 son obvias, aunque para mi gusto en Berlín contemplamos la ciudad como si de sonámbulos se tratase, viendo pasar el tiempo por medio de imágenes, tan solo mirando, que no viendo, el exterior por el que se pasa fugazmente y probablemente sin caer en la cuenta de lo que realmente se debería ver, Berlín nos sumerge en un estado de sonambulismo, parecemos zombis atravesando la ciudad, ensimismados por la estética de las imágenes, en cambio en El hombre de la cámara aparentemente se realiza el mismo tipo de documental, un documental que quizá pretenda dibujar en nuestra mente una idea de cómo es la ciudad, aunque esta vez nos situamos en San Petersburgo, a mi juicio en esta última, no nos quedamos tan solo con un retrato de la ciudad sino que podemos atisbar muchos temas de los que hablar, Revolución industrial y a pesar de quedar claro este avance continúa permanente la pobreza…no es solo un paseo de nuestros ojos por estéticas imágenes de las calles de San Petersburgo, aunque la intención de Vértov pudiera ser esa.
Vértov realiza este largo, "El hombre de la cámara", de 80 minutos de duración a modo experimental hacia 1929, sus similitudes con “Berlín sinfonía de una ciudad” 1927 son obvias, aunque para mi gusto en Berlín contemplamos la ciudad como si de sonámbulos se tratase, viendo pasar el tiempo por medio de imágenes, tan solo mirando, que no viendo, el exterior por el que se pasa fugazmente y probablemente sin caer en la cuenta de lo que realmente se debería ver, Berlín nos sumerge en un estado de sonambulismo, parecemos zombis atravesando la ciudad, ensimismados por la estética de las imágenes, en cambio en El hombre de la cámara aparentemente se realiza el mismo tipo de documental, un documental que quizá pretenda dibujar en nuestra mente una idea de cómo es la ciudad, aunque esta vez nos situamos en San Petersburgo, a mi juicio en esta última, no nos quedamos tan solo con un retrato de la ciudad sino que podemos atisbar muchos temas de los que hablar, Revolución industrial y a pesar de quedar claro este avance continúa permanente la pobreza…no es solo un paseo de nuestros ojos por estéticas imágenes de las calles de San Petersburgo, aunque la intención de Vértov pudiera ser esa.
Podemos decir que Vértov representa en este documental un día en las vidas de los ciudadanos de San Petersburgo, y nada más lejos de la realidad nos encontramos con una sociedad absorbida por la manipulación de las masas que se disponen a trabajar como si de borregos se tratase (como criticaría después Chaplin en "Tiempos modernos" hacia 1936). Las imágenes, que son grabaciones directas de la realidad, representan la mecanización del trabajo, en la que la mano actúa por sí sola sin la necesidad de un cerebro que la guíe, esto está reflejado tanto en las horas de trabajo como en las horas de ocio en la vida de un ciudadano ruso en pleno apogeo de la Revolución industrial que llegó de forma tardía a Rusia, lo que quiere decir que no solo actuamos de forma irracional y mecánica cuando trabajamos sino que incluso cuando estamos realizando una afición también lo hacemos de forma mecánica, como cuando tocamos el piano, pintamos etc. Cuando todos los ciudadanos salen del trabajo, se arreglan, tras haber perdido su identidad convirtiéndose en máquinas durante una larga jornada de trabajo, para recuperar dicha identidad, pero a continuación vuelven todos en masa a disfrutar de sus horas de ocio a la playa, vuelven a caer en un sistema de manipulación que incluso en sus horas de ocio les impone donde deben ir.
La película es muy curiosa porque se está grabando a un hombre que está grabando, se graba en el inicio a la gente esperando en el cine para ver la película, al protagonista que lleva la cámara buscando secuencias interesantes, que llamen la atención. Se ve todo el proceso a la hora grabar, con cierta intención libre, pero podemos ver las imágenes en movimiento de un coche grabadas desde otro a unos escasos dos metros de separación con bastante buena estabilidad en los movimientos de cámara. Los efectos especiales utilizados nos remiten a los hermanos Lumière y a Georges Mélies entre otros. Similitudes con los hermanos Lumière destaca sobre todo la imagen en retroceso, la sensación visual que produce el viento azotando un árbol y a continuación ese mismo viento en retroceso produce inquietud visual, como ocurre con las fichas de ajedrez que parten de estar descolocadas en el centro a, de pronto, estar todas dispuestas para jugar, además de la secuencia en la que en “El hombre de la cámara” entran todos al trabajo en tropel recuerda mucho a “La salida de la fábrica” de dichos hermanos. También Vértov utiliza la cámara rápida y lenta, acompañada de una música completamente ligada a la imagen, sin ésta la película pierde cierto grado de interés. En cuanto a semejanzas con el cine de Georges Mélies cabe destacar los efectos especiales utilizados a modo de ilusionismo, cuando aparece el hombre de la cámara dentro de un vaso de cerveza o las imágenes de la propia cámara moviéndose sola que parece que cobra vida, nos sugiere a aquellos videos de Mélies en la sala de variedades. En casi el final de la película encontramos unas secuencias de deportistas, lanzando el disco por ejemplo, en las que volvemos a ver la cámara lenta, en 1938 Leni Riefenstahl llevará imágenes similares a estas, a un documental de 225 minutos llamado “Olympia”. Vértov relaciona en numerosas ocasiones el ojo con la cámara cuyo funcionamiento es similar, aunque se intensifica la superioridad de la cámara sobre el ojo, ya que el ojo no puede montar dos secuencias a la vez desde dos planos distintos, como se hace en la película, o por ejemplo tampoco puede captar el movimiento de la vida y de pronto pausar la imagen y dejarla fija como también hace Vértov en el documental.
En conclusión para mi este documental dice más de lo que en principio se puede esperar, no es solo conocer a través de él las vidas de los ciudadanos de San Petersburgo, que es el aparente mensaje del documental, sino que nos damos cuenta de cómo se les convierte en máquinas, se les impone lo que deben hacer, a eso es a lo que se le llama desarrollo, a la pérdida de las libertades individuales para formar parte de una gran y desarrollada sociedad. También nos acerca un poco más al cine introduciendo una sala, los espectadores, un operario grabando y una ciudad en movimiento. Por medio de las imágenes nos situamos en San Petersburgo tras la muerte de Lenin, una ciudad con un progreso reciente ya que comenzó a desarrollarse industrialmente más tarde que otros países. Estas imágenes son un precedente de lo que unos años más tarde se convertiría en una catástrofe, una ciudad nuevamente en retroceso debido a los bombardeos por parte de Hitler que acabarían con la muerte de más de un millón de personas.
Reina Sofía. David Maljkovic: Out of Projection
El Reina Sofía ha prestado sus salas a David Maljkovic, croata que sintetiza su propia tradición cultural con el ambiente berlinés, donde reside habitualmente. Scene for a New Heritage (2004-2006) ofrece interés por los recursos narrativos empleados para proponer una reflexión sobre el paso del sistema socialista al liberalismo actual.
Muy recomendable como "vídeo-arte"
sábado, 21 de noviembre de 2009
JOHNNY COGIÓ SU FUSIL
Por Megan Pfeiffer
Gran película antibélica, basada en la novela con el mismo titulo “Johnny got his gun”, escrita por Dalton Trumbo en 1939, y dirigida también por el, en 1971.
Dalton fue un personaje, bastante contradictorio al idealismo norteamericano. Su primer error fue inscribirse en el Partido Comunista, lo cual, trajo bastantes visitas del FBI, interesados en que Dalton les diera información sobre el Partido y sus integrantes.
Desde el comienzo de la película el espectador se siente bastante inquieto, primero por el silbido de una bomba a punto de tocar el suelo, por el leve sonido de un hombre respirando.
La primera imagen (en blanco y negro), te sorprende, te encasilla en un sitio de donde no se pude salir. Tres hombres enmascarados nos miran fijamente, lo único que se ven son los ojos. En un principio no se reconoce para nada que son médicos, sino más bien, nos recuerdan al enemigo, que ha conseguido acorralarnos. Gracias al dialogo que tienen, vamos comprendiendo lo que ha sucedido.
Sabemos que el protagonista ha pasado por una operación durísima, tras haber sobrevivido a una bomba, el cual se ha destruido sus extremidades, y todos sus sentidos. Vive, pero ¿en que condiciones?
Inquieta especialmente que no podamos ver el rostro del mutilado en toda la película; no hay forma de conocer su horror. Lo único que nos da pistas, es su voz en “off”. Y lo que es mas intenso y terrorífico para el espectador, es que el mutilado, recuerda su vida, una historia completamente normal y feliz. Aun no sabe que forma parte de un sueño. Es tan normal, que es en color, el blanco y negro se deja para su pesadilla.
Junto con la buena utilización de la imagen, deberíamos prestar atención a lo que nos cuenta el guión.
Desde el principio, la película nos dice que la guerra es mala. El mutilado desde su posición, desde sus posibilidades, busca en su mente una solución. Pregunta a su familia, pregunta a su fe, ninguna de estas le sirve.
Gran película antibélica, basada en la novela con el mismo titulo “Johnny got his gun”, escrita por Dalton Trumbo en 1939, y dirigida también por el, en 1971.
Dalton fue un personaje, bastante contradictorio al idealismo norteamericano. Su primer error fue inscribirse en el Partido Comunista, lo cual, trajo bastantes visitas del FBI, interesados en que Dalton les diera información sobre el Partido y sus integrantes.
La novela tampoco le hizo demasiado popular que digamos , puesto que en el momento (1939), lo importante era la guerra, y esa misma razón fue la que provoco que no se publicara mas el libro, hasta el fin de la guerra.
La novela y la película narran la historia de un joven estadounidense, que tiene que luchar en la I Guerra Mundial, con la mala fortuna que una de las bombas que lanzan los enemigos le mutila por completo, dejándole sin extremidades y sin rostro. Lo único que sigue en perfecto estado es su mente.
Magnifica forma de comenzar la película. La música e imagen hacen que sientas la guerra, lucha , poder , hasta tal punto, que te hacen creer que la guerra es grandiosa, casi una necesidad para la humanidad.Desde el comienzo de la película el espectador se siente bastante inquieto, primero por el silbido de una bomba a punto de tocar el suelo, por el leve sonido de un hombre respirando.
La primera imagen (en blanco y negro), te sorprende, te encasilla en un sitio de donde no se pude salir. Tres hombres enmascarados nos miran fijamente, lo único que se ven son los ojos. En un principio no se reconoce para nada que son médicos, sino más bien, nos recuerdan al enemigo, que ha conseguido acorralarnos. Gracias al dialogo que tienen, vamos comprendiendo lo que ha sucedido.
Sabemos que el protagonista ha pasado por una operación durísima, tras haber sobrevivido a una bomba, el cual se ha destruido sus extremidades, y todos sus sentidos. Vive, pero ¿en que condiciones?
Inquieta especialmente que no podamos ver el rostro del mutilado en toda la película; no hay forma de conocer su horror. Lo único que nos da pistas, es su voz en “off”. Y lo que es mas intenso y terrorífico para el espectador, es que el mutilado, recuerda su vida, una historia completamente normal y feliz. Aun no sabe que forma parte de un sueño. Es tan normal, que es en color, el blanco y negro se deja para su pesadilla.
Algo horrible para cualquier ser humano, es el no poder distinguir lo que es un sueño y lo que es realidad. Para cualquier persona, conocer la diferencia es un acto innato. Cuando estamos soñando tenemos la capacidad de demostrarnos a nosotros mismos que, en efecto es un sueño.
Para nuestro mutilado, no es tan fácil. En una de las escenas, le pregunta a Jesús (Donald Sutherland) si le puede ayudar, para saber como distinguir entre los sueños y la realidad. Jesús le dice que hay muchas formas, por ejemplo, mover los brazos, obligarse a uno mismo a abrir los ojos, o incluso gritar para despertarse. Pero después de cada sugerencia el mutilado le recuerda que no tiene la posibilidad de hacer ninguna de esas cosas. Jesús, con cara de preocupación contesta que, en ese caso ni Dios mismo le puede ayudar.
Verdaderamente escalofriante. Lo último que se pierde es la fe. ¿Qué pasa cuando la fe te da la espalda?
Recuerda su vida, y los últimos momentos con su familia antes de ir a la guerra, los sonidos, las paredes cargadas de imágenes, las últimas caricias.
Poco a poco, es capaz de sentir cosas, lo que puede con lo que tiene, y por un momento se siente feliz. Puede sentir las vibraciones, distinguir personas, saber si es de día o de noche, incluso las estaciones del año. Su mente comienza a funcionar de forma distinta, tiene que crear un mundo nuevo, con personajes y lugares, con las que, en una vida normal, no se encontraría jamás.Las imágenes son terroríficas, pero ese terror se completa cuando se añade la voz del mutilado, con lo cual, hay que tener en cuenta la interpretación. La imagen sin sonido, se ve, normal, se ve una imagen con belleza en las luces y las sombras que prestan el blanco y negro, pero, con lo que se obtiene el objetivo de la película, es sin duda con el dialogo y la forma en que se usa.
Junto con la buena utilización de la imagen, deberíamos prestar atención a lo que nos cuenta el guión.
Desde el principio, la película nos dice que la guerra es mala. El mutilado desde su posición, desde sus posibilidades, busca en su mente una solución. Pregunta a su familia, pregunta a su fe, ninguna de estas le sirve.
Cuando consigue comunicarse con el mundo exterior (por el código Morse), y contar al mundo su historia, se lo impiden, ¿Cómo podrían dejar a ese hombre enseñar lo que en realidad hace la guerra? El mutilado (como él mismo dice en la película), es una verdadera maravilla. No es una criatura, no es un monstruo que ha creado Dios, sino que ese deshecho, ha sido creado por el Hombre. Una feria sería el lugar apropiado. Incluso una persona mutilada, puede llegar a ser feliz, con lo poco que puede obtener.
Pero si no hay otro fin, el único fin es la muerte, pero claro, eso tampoco se lo pueden dar, tienen una moral que tienen que seguir. Una “moral” bastante conveniente para la situación en la que se encuentran.
martes, 17 de noviembre de 2009
Varitas mágicas para los grandes problemas. Edén al Oeste, de Constantin Costa-Gavras
Costa-Gavras es uno de esos realizadores irregulares que te pueden sorprender en positivo o en negativo, tanto si uno se pone a ver una película alabada por la crítica como si lo haces con otra menos afortunada por los juicios ajenos. Confieso haberme derretido viendo "Z" (1969) cuando fue estrenada... Sin embargo, hoy me parece una película mediocre... Lo mismo podría decir de "Estado de sitio" (1973)... Sin embargo, por encima del argumento, incluso, me sorprendió muy positivamente "Amén" (2002), contando, incluso, con las reiteraciones que le reprochan algunos cronistas manifiestamente reiterativos... En procesos creativos, la reiteración puede ser un recurso "útil" si quien la usa tiene inteligencia.
"Edén al Oeste" es una especie de "docudrama en clave de comedia" sobre la inmigración en la que Casta-Gavras se ha aproximado a las fórmulas de K. Loach, sin llegar a las planteamientos maniqueos habituales en el cine político. Creo que esa prudencia, junto con el final, son los elementos más positivos de una película sin otras cualidades reseñables.
Con una fotografía "correcta", de pocas tomas espectaculares (las marítimas), Costa-Gavra organiza un guión en el que pesan demasiado situaciones sólo justificadas por un potencial cómico que, a su vez, sirve de esqueleto rítmico de cierta eficacia, e indirectamente fuerza un fenómeno paradójico, porque a la postre compiten en importancia "el inmigrante" y "los aborígenes" sobre los que se construye la comedia. Y acaso resulte más interesante el muestrario humano reunido por la cámara que las peripecias del nuevo Ulises.
En definitiva... Película nacida para ser programada en foros ciudadanos para plantear el problema de la inmigración, pero nada relevante en asuntos estéticos.
"Edén al Oeste" es una especie de "docudrama en clave de comedia" sobre la inmigración en la que Casta-Gavras se ha aproximado a las fórmulas de K. Loach, sin llegar a las planteamientos maniqueos habituales en el cine político. Creo que esa prudencia, junto con el final, son los elementos más positivos de una película sin otras cualidades reseñables.
Con una fotografía "correcta", de pocas tomas espectaculares (las marítimas), Costa-Gavra organiza un guión en el que pesan demasiado situaciones sólo justificadas por un potencial cómico que, a su vez, sirve de esqueleto rítmico de cierta eficacia, e indirectamente fuerza un fenómeno paradójico, porque a la postre compiten en importancia "el inmigrante" y "los aborígenes" sobre los que se construye la comedia. Y acaso resulte más interesante el muestrario humano reunido por la cámara que las peripecias del nuevo Ulises.
En definitiva... Película nacida para ser programada en foros ciudadanos para plantear el problema de la inmigración, pero nada relevante en asuntos estéticos.
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