El Cine como forma expresiva y estética

domingo, 11 de noviembre de 2012

Las fuentes de Buñuel: Pabst

Agustín Sánchez Vidal (Luis Buñuel. Madrid, Cátedra) indicó en 1991 que tal vez Buñuel se había inspirado en "Secretos de un alma" ("Geheimnisse einer Seele") de Georg Wilhelm Pabst (1926)... Aunque también ofrecía otra posibilidad: que se hubiera inspirado en la leyenda, según la cual, cuando los musulmanes ocuparon Toledo, emplearon las cabezas de los cristianos como badajos...

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lunes, 29 de octubre de 2012

El mundo es suyo.

Por Nacho Neva

En épocas de crisis se suele agudizar el ingenio, un ejemplo son estos dos actores, Alfonso Sánchez y Alberto López que a pesar del decaimiento de la industria del cine se han atrevido a hacer una película un tanto inusual en cuanto a producción y distribución, quizás, sembrando un precedente para otras películas.
Mediante crowdfunding (cooperación colectiva, llevada a cabo por personas que realizan una red para conseguir dinero u otros recursos, se suele utilizar Internet  han conseguido el dinero necesario para la película, si bien, estos dos actores ya eran conocidos por unos sketches, en los que se hace una crítica bastante mordaz tanto a "señoritos andaluces" como a "perroflautas". Lo cual les ha permitido que sean sus fans de internet los que pongan el dinero necesario para sacar adelante el proyecto. Aquí alguno de sus sketches:
http://www.youtube.com/watch?v=kyxjboYHvM8
A mi parecer es una nueva forma de hacer las cosas. Lo colectivo de la recaudación para producirla, las entradas a 2 euros en los cines, el dvd a 6 euros en tiendas y a 3 euros en internet, pases gratuitos para los parados (cuando llegaron a los 100.000 espectadores) además los actores y el equipo técnico aportaron su trabajo a modo de colaboración, sacando como beneficio lo que se recaude.
La película se llama El mundo es nuestro y trata sobre dos raterillos que vestidos de nazarenos deciden atracar un banco. De trasfondo esta la situación económica y social del país que te mete de lleno en la película. Aquí dejo el enlace el tráiler:


jueves, 25 de octubre de 2012

Música generada por ordenados

Lo propone Andrés Gil

Límites

Por Javier Rodríguez Lozano

Han pasado 8 meses desde que apareció la miniserie inglesa “Black Mirror”, de tres capítulos de duración. La única relación que une los capítulos es el uso de las nuevas tecnologías en nuestro mundo y a las distópicas realidades a las que nos podrían conducir.
En este punto es mejor decir que si no se ha visto el primer capítulo, mejor no leer, por aquello de destapar la sorpresa, esta serie es mejor verla sin saber nada de nada.
El primer capítulo es con diferencia, el mejor (a mi juicio), y eso radica principalmente en que es el más real de todos, es algo que podría pasar mañana o pasado, y es lo que hace a este cine de televisión, a estos capítulos más concretamente, realmente buenos, y es que, somos capaces de creérnoslos.
La historia gira se enmarca en la Inglaterra actual, la princesa es raptada, y el video del rescate es subido en Youtube, en el cual, el “precio” del rescate, es una proposición realmente indecente: que el primer ministro británico mantenga sexo con un cerdo en directo para la televisión nacional o de lo contrario, la princesa morirá. Aparte de mostrarnos el gran dilema moral que corre por dentro del primer ministro cuenta mucho más. Nos muestran como gracias a internet y las redes sociales el tema se propaga como la pólvora  y la gente empieza a opinar sobre si debería hacerlo o no, sobre si lo verían la tele o no etc. El morbo se apodera de ellos, no la curiosidad. Al final el hombre bajo presión accede a perpetrar el acto. Aquello se convierte en un dantesco espectáculo, todo el mundo lo ve en televisión, mezcla de asco y burla, todos se muestran interesados. La guinda del pastel viene después, cuando nos muestran la gran sorpresa, todo es obra de un artista, el cual no pensaba que su “obra” fuese a llegar tan lejos (puesto que suelta a la princesa antes de tiempo), pero como uno diría… el asunto se le va un poco de las manos y el impacto es tremendo. Muestra la cruda sociedad en la que vivimos, como la gente y no solo él son los causantes de ese acto grotesco del hombre y el cerdo, todos participan en este circo romano.


Ahora bien esta ficción plantea una serie de cosas muy interesantes, puesto que como ya he dicho, es creíble. Podríamos plantearnos si en un hipotético caso eso sería arte y sobre dónde se encuentran los límites actuales. Otro punto sería Internet, las redes sociales y el control que ellas ejercen sobre nosotros, y el poco control que tenemos sobre ellas. Y finalmente el tema más interesante y es el que muestra la “obra de arte”, es la manera de ser de esta sociedad en la que vivimos, en como lo desagradable se convierte en lo venerado, en cómo nos gusta humillar y ridiculizar, mientras nosotros no seamos el objeto de esa burla, de cómo avivamos fuegos que no podemos controlar y acaban arrasando allá donde van. Quizás no es tan extremo aún, pero no tenemos más que mirar la tele para ver como a ciertos programas van asesinos o ladrones a ser entrevistados, de cómo la gente lo ve desde sus casas religiosamente, del circo mediático que se forma en torno a ello.
Así pues nos queda pensar sobre ello, y analizar la raíz del problema, si es que lo hay, que habrá más de uno que esto lo vea lo más normal del mundo, cosa por otra parte lógica teniendo en cuenta la cantidad de violencia(y otras cosas), que recibimos de manera casi inconsciente a diario. Quizás sea un problema de cómo estamos educados, somos unos salvajes incivilizados y necesitamos nuestra dosis de carnaza. Quizás sean esta sociedad… estos medios que nos inyectan todo esto en vena. O quizás… no tengamos solución.

martes, 4 de septiembre de 2012

EL VIENTRE DEL ARQUITECTO


Por Javier Mateo Hidalgo

Hay películas que delatan a quienes las realizan. Películas personales, cuidadas al detalle, donde nada se escapa al ojo de su director. Es el caso de las obras de Peter Greenoway, uno de los exponentes más claros de cine de autor. Su filosofía, siempre estética, tiende interesantes vínculos con el mundo de la cultura y la eleva a su estado más puro. Solo tratándola justamente podrá hablarse de ella. Y es aquí donde el espectador puede sentirse más confundido, sentir que no comprende el mundo del que habla Greenoway. Como todo artista que se precie, Greenoway ha ido construyendo su propio universo, sus propios códigos, su lenguaje personal. La “alta cultura”, por así decirlo, requiere de un conocimiento que el público debe aprehender si le interesa lo suficiente.
“El vientre del arquitecto” es un filme que nos habla de muchas cosas: De Boullée, de la política y su influencia en el arte italiano, del Eros y el Thanatos… pero también nos habla de la necesidad de mirar, de perderse contemplando imágenes como quien se deleita desentrañando el más mínimo detalle de un cuadro lleno de recovecos. Su formación estética no se escapa a toda esta acumulación de cuadros animados de influencia barroca: grandes bodegones y escenas pictóricas dignas de un Rembrandt o Caravaggio contemporáneos…


Greenoway mantiene sus obsesiones como iconos: Los banquetes frugales, los cuerpos desnudos, la muerte siempre presente.
Este film puede considerarse como una de sus piezas más perfectas.
Un arquitecto norteamericano viaja a Roma para preparar una exposición dedicada a Étienne-Louis Boullé. Este visionario francés coetáneo a la revolución francesa, propuso proyectos de edificación megalómanos que no llegaron a ser comprendidos hasta bien entrado el siglo XX. En cierta forma, el protagonista del filme se siente identificado con él. Ambos representan un éxito y un fracaso vitales. Éxito porque creen profundamente en sus ideales, y fracaso respecto a la incomprensión que sienten por parte de una sociedad mezquina. La belleza ideada por el hombre se contrapone a la propia degradación humana. El individuo se muestra como defectuoso por naturaleza, pero son precisamente estos defectos los que lo definen y humanizan a la vez. Lo mejor y lo peor de cada ser se ha visto obligado a convivir armoniosamente desde el principio de los tiempos. Desde los emperadores hasta los comisarios de arte. Así, se puede ser refinado y animal a la vez, casi necesariamente se debe ser así.
Si algo consigue Greenoway es hacer saltar por los aires todos los convencionalismos sociales para dejar ver lo que se esconde debajo. Las necesidades sexuales y alimenticias, los engaños o infidelidades, el miedo a la caducidad del cuerpo mortal… Todo esto no es más que un trasunto de las eternas preguntas que el hombre se ha formulado a lo largo de las diferentes épocas. Ciertamente inquietante, ciertamente universal.

lunes, 28 de mayo de 2012

La cara oculta (o cómo destrozar una película con el tráiler)


Por Alicia Gastesi

La cara oculta es un thriller del director colombiano Andrés Baiz, estrenada  en septiembre de 2011. Cuenta la historia de Adrián (Quim Gutiérrez), director de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, cuya novia Belén (Clara Lago) desaparece sin dejar ningún rastro, a excepción de un vídeo de despedida. Cuando finalmente el chico decide pasar página con Fabiana (Martina García), una camarera que conoce una noche, la desaparición de Belén levanta las sospechas de la policía. ¿Dónde está realmente Belén, si es que de hecho está viva? Y hasta aquí puedo leer.
Éste es sólo el segundo largometraje de Baiz, (el primero fue Satanás, del 2007), aunque ha trabajado en la producción de otros como Bringing Out the Dead, Zoolander, Cremaster 2, Maria Full of Grace y The Fittest y ha dirigido cinco cortometrajes, tres vídeos musicales y un documental.
La historia está basada en un argumento de Hatem Khraiche Ruiz-Zorrilla y Arturo Infante, que fue adaptado más tarde por el propio Baiz y Javier Gardeazábal. El hilo argumental está bastante bien construido, aunque pueda resultar algo inverosímil (y digo “algo” como eufemismo). La tensión que crea se mantiene hasta el final, revelando parte de las incógnitas y creando otras nuevas a medida que avanza la trama.

Según el mismo director, la historia es “una fábula siniestra que habla de la imposibilidad del amor cuando este se enfrenta a nuestra naturaleza más terrenal. La película muestra los riesgos de poner a prueba el amor de tu pareja"
Fábula siniestra o no, las analogías con Los Otros de Amenábar son, en mi opinión, numerosas: una finca suntuosa alejada del mundo, un protagonista perturbado, una mujer asustada que cree en los fantasmas y una gran dosis de ambigüedades.
Claro que también podríamos aplicar el mismo rasero con El Orfanato de Bayona (producciones españolas-extranjeras, ¿esto me suena?); de hecho, La cara oculta cuenta también con una misteriosa mujer extranjera, si bien Geraldine Chaplin siempre aporta algo más de glamour, aunque sea por el apellido.


En cuanto al ritmo, quizá resulta un poco lenta en la primera mitad, en parte para crear esa sensación de confusión e intriga, pero luego se resuelve con buenos picos de tensión. El montaje, de Roberto Otero, es el que da sentido y cuerpo a todo el conjunto (aunque habría que verla un par de veces más a ver si es cierto que no hay fallos de raccord)
 La interpretación ha sido bastante criticada por quedarse un poco corta.  Personalmente, no creo que esté tan mal, aunque todavía no acabo de entender si Quim Gutiérrez es así de emocionalmente indiferente o es que su personaje es tan complejo que siempre pone cara de póker.
En general, es una historia original y entretenida. El único fallo que le veo es que el tráiler se carga la intriga por completo. Puede que el director considere que lo importante del argumento son esos “riesgos de poner a prueba a tu pareja”; pero sinceramente lo mejor que tiene la historia es el no saber qué está pasando al principio.
Comentaría más cosas, pero es que no quiero reventar nada más. Lo dicho: absténgase de los avances.

viernes, 25 de mayo de 2012

Proyecto de Shell, por el Estudio Blow

Me lo pasa Javier Ramírez...

sábado, 19 de mayo de 2012

Titanic 3d


Por Alicia Gastesi Carreras

Año 1997. James Cameron dirige, escribe, coproduce y coedita una película basada en uno de los mayores naufragios de la historia. Así dicho, tampoco es que suene demasiado fuera de lo común. Ahora bien, si tenemos en cuenta que fue uno de los largometrajes con mayor presupuesto de rodaje (60 millones de dólares), la cosa cambia.
Ni siquiera la 20th Century Fox daba dos gordas por el posible éxito que pudiera llegar a tener y, sin embargo, invirtió 57 millones de dólares en comprar 161 874 m² de de terreno en la costa sur de Playas de Rosarito, Baja California (México) para rodar allí. Los otros 3 millones irían destinadas a sucesivas inmersiones al sitio donde reposa el barco original.


Lo más curioso es que Cameron ni siquiera pensaba en realizar la película en un principio. Por lo visto él siempre sintió una particular admiración por este naufragio en concreto (lo consideraba “el Everest” de los naufragios) y cuando conoció a Robert Ballard, descubridor de los restos del Titanic en 1985, manifestó una “nostalgia” por haber abandonado las ciencias en la universidad y haberse pasado a las artes y decidió hacer un documental sobre el acontecimiento.
Lo que no queda claro es si el boceto del guión que le presentó a la Fox era simplemente una excusa para conseguir el dinero o si realmente cambió la idea original por la de la película.
Curiosamente, en el año 2003 finalmente rodó un documental de 90 minutos sobre el Titanic, Ghosts of the Abyss (en español Misterios del Titanic), rodado en 3d especialmente para pantallas IMAX. Puede que ésta fuese la espinita que el director se quería sacar.
Volviendo a la película, su argumento no resultaba un tema novedoso, de hecho, ya existían numerosas producciones acerca del mismo suceso: Saved from the Titanic Salvada del Titanic, 1912, está perdida), In Nacht und Eis (1912), Atlantic (1929), Titanic (1943), Titanic (1953), A Night to remember (1955), The sinking of the Titanic (El hundimiento del Titanic, 1969), S.O.S. Titanic (1979), Raise the Titanic (1980), Titanic (1996) y La camarera del Titanic (1997).
Cameron se propuso hacer un homenaje a todos aquellos que fallecieron en el Titanic y realizó una investigación ¿exhaustiva? de seis semanas en las que estudió todo acerca de los pasajeros y la tripulación: “Leí todo lo que pude. Hice una cronología extremadamente detallada sobre los primeros días del barco y una igualmente detallada de la última noche en su vida», comentó en su momento. (…) Y trabajé en eso para escribir el guion, además de obtener la ayuda de algunos expertos en Historia para que analizaran lo que había escrito y ofrecieran su opinión, y así poder ajustar el libreto [a la realidad].”
Bien es cierto que los espacios están logrados al máximo detalle, pero también lo es que el director se tomó ciertas “licencias” con los personajes, la mayor parte inventada o envuelta en tramas que no se sabe con certeza si fueron reales.       
Pero sin duda lo más espectacular de todo el film son los efectos especiales. En las playas de Rosarito se construyeron los Fox Baja Studios, creados específicamente para Titanic. La estructura del barco estaba situada sobre una gran bisagra que se podía abrir de 0 a 90º en unos cuantos segundos a medida que el barco se inclinase. Además, el estribor se construyó aparte para que la orientación del humo fuese la adecuada y después se invirtieron las escenas en postproducción para ajustarse al libreto.
Las escenas generales del barco se grabaron con una miniatura a la que posteriormente se añadieron el humo y el agua de manera digital. Se creó un modelo de 20 metros de la popa del transatlántico que se podía romper sucesivamente.


En un tanque adjunto de 9.000.000 se filmaron los interiores en las escenas de hundimiento. Para hundir la escalera, por ejemplo, se tuvieron que verter 340.000 litros de agua y para la parte exterior, incluso se tuvo que vaciar el set y romper algunas ventanas. Una vez hundido se filmaron las primeras escenas de la película, combinadas con escenas de las inmersiones reales.
Los actores fueron filmados en otro tanque 1.300.000 litros, cubiertos con un polvo que cristalizaba al contacto con el agua y cera.
El esfuerzo valió la pena: fue la película más taquillera de la historia (600 millones de dólares en EEUU y Canadá y 1.800 a nivel internacional) hasta ser desbancada por Avatar, dirigida también por James Cameron.
Ahora bien, ¿por qué reestrenarla en 3d? No es lo mismo rodar una película directamente en este formato que convertirla y, de hecho, Cameron criticó a Tim Burton por seguir este procedimiento en Alicia en el País de las Maravillas. ¿Por qué hacerlo entonces?
Las cámaras para filmar en 3d cuentan con dos lentes móviles; a mayor distancia entre ellas, mayor profundidad y viceversa. Para convertir un 2d a 3d, en cambio, es necesario separar la imagen en capas. Las capas se alejan para conseguir la profundidad y después, mediante un software específico se simula otro punto de vista y se desplazan los objetos lateralmente, rellenando el espacio vacío con interpolaciones o clonaciones. Es un proceso igual de caro y complicado a rodar directamente en 3d.
Pero, ¿y la tentación de reestrenar una película que reportó tantos millones a la industria cinematográfica? Junto con la recaudación del reestreno, la recaudación total de la película suma 2.160.713.362 dólares. La justificación del director fue:
“Hay una generación entera que nunca ha visto Titanic como se planeó para ser vista: en la pantalla grande. Y esta vez será un Titanic que nunca antes han visto, remasterizado digitalmente y convertido cuidadosamente a 3D. Con el poder emocional intacto y las imágenes más poderosas que nunca, será una experiencia épica para los seguidores de la película y para el nuevo público.”
En definitiva, creo que Cameron tiene razón en una cosa: Titanic está hecha para ser vista en pantalla grande, como tantos otros clásicos. Eso sí, el 3d podía habérselo ahorrado, porque en mi opinión o no se aprecia o se carga la profundidad de campo. Además, con lo que se hubiese ahorrado le compensaría. Pero es que claro, el 3d es un reclamo tan fuerte hoy en día…

lunes, 14 de mayo de 2012

METRÓPOLIS


Por Javier Mateo Hidalgo

Se encuentra en la lista de los pocos filmes elegidos por la Unesco como “Memoria del mundo”. Su concepción como una obra megalómana por parte de su creador, Fritz Lang, lo demuestran los datos que así la definen: 170 minutos de duración (en su origen) como resultado de 310 días de rodaje en los estudios UFA y con quince mil extras actuando. “Metrópolis” ha sido una de las obras más ambiciosas (en todos los sentidos) de la Historia del Cine y también una de las peores tratadas. La Paramount no tardó en adquirir los derechos de la misma y hacer con ella todo cuanto se le antojó. Una de las cosas que más traían de cabeza en dicho traspaso era el excesivo metraje del film. ¿Cómo podían hacer de aquello algo digerible para el espectador medio americano? Comenzaron así una serie de montajes y remontajes que acabaron mutilando el film hasta límites insospechados. Luego llegó la guerra y el olvido. Incluso el propio Lang pareció dar por perdida la reconstrucción posterior de su propio film. “¿Por qué tanto interés en una película que ya no existe?” le preguntó en una ocasión a Robert Bloch, el autor literario de “Psicosis”. La respuesta está en que “Metrópolis” representa, a día de hoy, un icono del cine de ciencia-ficción y una terrible fábula del mundo del progreso, por aquel entonces en plena ebullición. El guión fue obra de la por entonces mujer de Lang, Thea Von Harbou, la cual acabaría afiliándose a las dilas del régimen fascista con la llegada de Hitler al poder. Lang puso tierra de por medio ante una propuesta del ministro de cultura nazi Goebbels de hacerse cargo de los estudios cinematográficos donde, paradójicamente, había rodado Metrópolis, acabando su carrera en Estados Unidos con filmes de mucha menor calidad (destacando algunos como “Perversidad” o “La mujer del cuadro”). “Metrópolis”, que antes de ser guión fue novela (escrita también por Harbou), narra la historia de una ciudad futurista (se ambiente en el año 2021), con todos los adelantos imaginables e inimaginables, ideada por Johan Fredersen y construida por todo un mundo subterráneo de obreros que continúan trabajando hasta la extenuación por mantenerla. Freder, el hijo de Fredersen, vive ajeno a este infierno en el “cielo” superior, rodeado de privilegios y lujos, llevando una vida frugal y frívola. Un día, conoce a María, al subir esta en uno de los ascensores que conectan el “mundo” con el “inframundo”. Nada más verla se siente cautivado por ella y viceversa. Pero María es obligada a volver al mundo de donde proviene, y Freder corre tras ella. Es así como conoce todo ese mundo que hace posible que él sea tan feliz. Poco a poco va tomando conciencia y poniéndose en contra de su padre al defender a todas esas personas pertenecientes a ese otro mundo, el de los obreros. María funciona como figura esperanzadora para todos aquellos hombres y mujeres deseosos también de rebelarse contra ese poder establecido que les condena a su dura vida. Su mensaje es de paciencia, de espera. Pronto llegará un tiempo en el que todo se arreglará. María se presenta como líder espiritual que habla como representante de una justicia divina. Es la bondad personificada. Sus mensajes los proclama en unas catacumbas que bien pueden recordarnos a aquellas donde se refugiaron los cristianos en la antigüedad.


El film tiene como su definición un mensaje: “El mediador entre el cerebro (el poderoso) y la mano (el trabajador) ha de ser el corazón”. Este pensamiento defendido por el partido nacional socialista es una de las cosas que nos remiten a Harbou ineludiblemente y a ese tufillo ciertamente fascista que desprende el film. Por otro lado, la visión del mundo de la noche, el de la fiesta y la desinhibición, se muestra como algo ciertamente negativo y reprobable, otra de las cosas que juegan en contra del film y de su visión del mundo. Porque, otra de las cosas que refleja Metrópolis es una visión del mundo, con sus críticas y sus cosas constructivas.
Hay otra figura importante en la película, la del científico Rotwang capaz de rivalizar con el mismísimo doctor Frankenstein. Fredersen tuvo en común con este personaje el haber tenido un mismo amor: Hel. Con ella, Fredersen tuvo su hijo Freder, y esta murió al dar a luz. Rotwang trabaja para devolver a la vida a esta mujer de quien estuvo enamorado, y no dudará en usarla en contra del padre, del hijo y de la ciudad entera.
El filme, realizado en 1927, acabó convirtiéndose en uno de los mejores exponentes del expresionismo alemán del momento, junto a otros filmes como “El gabinete del Doctor Caligari” o “Nosferatu”. La construcción de imponentes escenarios y de impresionantes maquetas para llevarla a cabo, hacen de esta película una obra de arte en sí misma. Una de las influencias de Lang fue su visita a ese “Nuevo Mundo” que era por entonces New York.
La banda sonora, compuesta por Goffried Huppertz es, a pesar de su corsé clásico en lo que a sinfónico se refiere, una partitura atrevida y vanguardista. Ella también ha sufrido diversas reconstrucciones siempre dependientes de los montajes más o menos fieles que se podían realizar con los materiales disponibles. Fue en el año 2008 cuando la historia de Metrópolis sufrió un considerable avance. Y es que se encontró en Buenos Aires una copia del filme con 26 minutos hasta el momento inéditos del filme. Al parecer, se trataba de una versión previa a los montajes de la Paramount. Lo malo fue el mal estado en el que se conservaba. No obstante, con ella se realizó la que pasa por ser la reconstrucción más fiel de la película por el momento.
Su historia es la demostración palpable de que el cine, a pesar de ser denominado el 7º arte, funcionó desde sus inicios como invento de explotación comercial, con inconvenientes de este tipo. Afortunadamente, hay cada vez una mayor sensibilidad en este sentido y se están tratando de enmendar con gran empeño estos “errores” cometidos en el pasado.
 Lang ya había dado muestras de su impresionante visión creadora con Films como el de “Los Nibelungos”. Su primera obra, “Las Tres Luces” (todas ellas realizadas con Harbou) resulta una bella fábula sobre la lucha del amor por vencer nada más y nada menos que a la Muerte. Luis Buñuel habla de ella como la película que le impulsó a hacer cine.

El resplandor

Me lo pasa Isabel