Hace unos días, saltó a las
portadas de los periódicos la noticia del hallazgo del primer film de Orson
Welles, dado por perdido durante más de cuarenta años: “Too much Johnson”. Sin
duda, para los amantes del séptimo arte esta noticia fue motivo de regocijo. El
fetichismo ha dejado de contemplarse como algo negativo debido a que dicha afición
es cada vez más común entre la mayoría de los mortales. La arqueología es uno
de los oficios que la sustenta, puesto que gracias a ella pueden encontrarse
todo tipo de rarezas y curiosidades.
Antes de “Too much Johnson”,
Welles había realizado en 1934 un pequeño film titulado “Hearts of Age” que,
más que de experimentación, podría catalogarse “de diversión”. El propio
cineasta admitió haberlo realizado en una sola tarde junto a unos amigos y con
quien por entonces era su mujer. Algunos catalogaron la película de
surrealista, pero de lo que no cabe duda es de que el proyecto salió de una
forma espontánea, fruto de un juego entre amigos. El director de “Ciudadano
Kane” contaba con dieciocho años.
"The hearts of age"
Ocho años después llegó su primer gran éxito: la retransmisión radiofónica por el canal C.B.S. de “La guerra de los mundos” de H.G. Wells. La lectura del relato de ciencia ficción logró convertirse para gran parte de los oyentes de la emisora en un auténtico reportaje sobre una invasión extraterrestre que estaba teniendo lugar en aquel mismo momento. Hubo hasta quien se suicidó pensando realmente que
Ese mismo año Welles realizó “Too
much Johnson”, valiéndose igualmente de compañeros del Mercury Theatre. Y es
que Welles tuvo dos grandes pasiones a lo largo de su vida: el teatro y el
cine. Ambas se nutrieron mutuamente (conocidas son sus puestas en escenas
shakesperianas tanto en escena como en el celuloide (valgan los ejemplos de
“Macbeth”, “Otello” o el Falstaff de “Campanadas a medianoche”).
“Too much Johnson” no fue otra
cosa que un prólogo cinematográfico de una obra de teatro con el mismo nombre
que se encontraba preparando para poner en escena. El film constaba de tres
partes que serían proyectadas previamente a cada uno de los actos de la pieza
teatral. Sería una película muda enclavada dentro del género del slastic
cinema. Una comedia de enredo con un protagonista conocido por todos y amigo
inseparable de Welles: Joseph Cotten.
La película no llegó nunca a
proyectarse puesto que Wells acabó abandonándola en pleno proceso de montaje.
Hasta el momento en que apareció en Pordenone (al nordeste de Italia) se creyó
perdida irremisiblemente. La versión oficial es que había sido destruida en el
incendio que tuvo lugar en la casa que el cineasta tenía cerca de Madrid.
La obra posee un valor histórico
innegable, puesto que nos habla de los inicios de un aspirante a cineasta que
cambió los derroteros del cine en muchos sentidos. No obstante, la calidad de
lo filmado se anuncia ya de antemano como no muy buena, aunque ya se aprecian
algunos signos del estilo que definiría la estética de Welles.
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