El Cine como forma expresiva y estética
miércoles, 19 de diciembre de 2012
miércoles, 12 de diciembre de 2012
Johnny cogió su fusil. Dalton Trumbo 1971.
Por Alicia Otero
Película basada en la novela de 1938 del escritor, guionista y director estadounidense Dalton Trumbo, adaptada al cine y dirigida posteriormente por él mismo.
Narra la historia de Johnny, un joven soldado americano, que tras combatir en la I Guerra Mundial despierta en un hospital para descubrir que ha perdido brazos y piernas en una explosión, además de toda su cara (ojos, boca, oídos, etc.) lo que le impide tanto comunicarse como recibir información de su alrededor salvo a través del tacto. El filme tiene recursos bastante originales desde el punto de vista técnico. Se mezclan realidad y fantasía con recuerdos que Johnny tiene de su pasado. Las escenas que transcurren en el hospital son en blanco y negro, mientras que todo lo que recuerda o imagina es en color. Hay figuras que se desvanecen y escenas en que se usa la pantalla partida. Las alucinaciones son una especie de recuerdos falsos en que se anticipa o se habla de cosas que van a ocurrir. Aparece incluso un Jesucristo bastante irónico interpretado por Donald Sutherland que conversa con los soldados sobre la forma, el día y la hora en que van a morir. Es una película interesante por el debate ético que plantea en torno a varias cuestiones.
Cuando al principio del filme Johnny es trasladado al hospital, el coronel del equipo médico asegura que le ha permitido seguir con vida en esas condiciones porque está completamente seguro de que con semejantes lesiones cerebrales es imposible que sufra o perciba lo que le está pasando. Sin embargo cuando consigue comunicarse demostrando que es perfectamente consciente de todo y pide la eutanasia se la niegan, alegando que mientras el espíritu siga presente éste es más importante que el cuerpo.
Así se incurre en una contradicción al afirmar primero que sería moralmente apropiado dejarle morir para que no tuviera que vivir así, pero impidiendo más tarde que pusiera fin a su sufrimiento incluso cuando su enfermera se muestra dispuesta a ayudarle. Para ellos resulta impensable que alguien pida morir y lo achacan a su estado de nervios: “-Está excitado y es muy comprensible.”
Es una película claramente anti-belicista, que expone lo absurdo de que la sociedad estadounidense envíe a sus jóvenes a morir “en nombre de la democracia”, argumentando que la mayor parte de la población apenas entiende lo que quiere decir. Según pasa el tiempo podemos ver cómo el protagonista pierde progresivamente la fe en sus motivos para ir a la guerra y en las instituciones a las que se encomendó en su momento. Mientras en un principio defiende la idea de estar sirviendo a la patria y luchando para salvar al mundo, viéndolo todo en retrospectiva se da cuenta de que nada merece la situación personal en que se encuentra y de que sus superiores, los altos mandos del ejército, deciden esconder su cuerpo mutilado en un almacén del hospital para que nadie pueda verlo.
Recuerda durante una de sus alucinaciones el momento en que un soldado alemán cae muerto a escasos metros de él y se pregunta si no podrían haber sido amigos de encontrarse en otras circunstancias. Aparece también la figura simbólica de un anciano que intenta convencer a una pareja joven de las bondades de ir a la guerra que traerá “una paz justa y duradera”, al que los jóvenes contestan diciendo que ellos ya la han encontrado.
Dalton Trumbo escribe su novela inspirándose en el caso real de un soldado canadiense que pierde sus extremidades en la guerra. En 1939 estalla la II Guerra Mundial y se decide suspender temporalmente su publicación, pero hay quien la utiliza como argumento para que los Estados Unidos no se involucren en el conflicto.
Trumbo fue perseguido por la caza de brujas en el Hollywood de los años 40, y convocado por la HUAC, Comité de Actividades Antiestadounidenses encargado de investigar presuntas conductas anti-americanas dentro de la industria del cine, pero se negó a testificar. Por ello fue incluido en su lista negra hasta 1960, y en ese tiempo ganó dos Óscar trabajando bajo seudónimo de los que uno llegó a reconocérsele un año antes de su muerte en 1976 y el otro a título póstumo. Es por tanto un personaje que sacrificó el reconocimiento social de su trabajo a favor de sus convicciones en un momento y que no se podía opinar libremente contra el poder establecido. Ésta obra concretamente recoge parte de ese mensaje e invita a hacer una reflexión personal sobre cualquier asunto que afecte a la sociedad incluso si implica ir en contra de la opinión general.
sábado, 8 de diciembre de 2012
PARIS IS BURNING
Por Alan Raúl Alburqueque Lindo
Paris is Burning (1990) es el domumental ,dirigido por Jennie Livingston, ganador (entre otros) del “Sundance Grand Jury Prize”, del “Sundance Film Festival”, uno de los festivales de cine independiente más grandes de Estados Unidos.
Este documental es un viaje por el final de la edad dorada de los “Drag Balls” de Nueva York y una delicada exploración por las razas, clases y géneros de América en los últimos años de los 80.
Como consecuencia de la marginación, la sociedad gay y transexual de raza negra y latina (mayoritariamente) creó una comunidad divida por “casas”(“familias”) en las que cada una adquiría el apellido artístico del fundador/a, el cual debía actuar como “padre” o “madre” del resto de los miembros de la casa, quienes al formar parte de ella, adquieren como apellido artístico el nombre de la casa.
Todos los miembros de la casa participan en competiciones, (“balls”) de distinto tema y categoría relacionados con el baile, la belleza, el diseño, la estética y la moda. Creando así un nuevo arte que poco a poco se irá abriendo paso por el País.
A lo largo del documental se muestran distintas entrevistas de grandes personajes del momento como Pepper Labeija, Dorian Corey, Angie Xtravaganza y Willi Ninja entre otros.
Todos ellos aportan información relacionadas con la comunidad y la situación de ese entonces: cómo eran vistos por los demás, cómo se sentían, qué hacían, qué creaban.
Os dejo el documental entero en versión original y subtitulado en inglés.
Después de ver este documental, la mayoría se dará cuenta de lo cercano que resulta a nuestros días.
De hecho el ahora muy popular estilo de baile llamado Vogue, tiene su origen en Harlem. Este baile fue creado por distintos artistas, entre los que destaca Willi Ninja por ser el mayor impulsor y perfeccionador del estilo. El Vogue se dio a conocer en Estados Unidos gracias a este documental y se hizo mundialmente famoso gracias a que Madonna lanzó en 1990 la famosa canción vogue.
No es necesario que diga que este baile ha sido fuente de inspiración en el mundo del baile, la moda, la fotografía y la música de ahora.
Además hoy en día podemos ver un programa llamado RuPaul's Drag Race, un concurso en el con los participantes son Drag Queens y muestran la esencia y el arte del drag en todas sus vertientes manteniendo además muchas de las tradiciones que se ven en el documental. Además los “balls” siguen realizándose pero ya no solo en Nueva York, sino que esta cultura se ha expandido por prácticamente todo Estados Unidos y muchas otras partes del mundo. La repercusión de Paris is Burning ha sido asombrosa.
En cuanto a mi opinión personal, lo que más me ha sorprendido de este documental es la pasión y la competitividad que se palpa en el ambiente, ver cómo las “casas” cumplen el papel de familias, cómo estas comunidades empezaron a ser admiradas poco a poco, cómo lucharon por sus derechos y cómo han influido y marcado ta fuertemente nuestro presente.
Enlaces:
http://en.wikipedia.org/wiki/Paris_Is_Burning_(film)
http://en.wikipedia.org/wiki/Jennie_Livingston
http://en.wikipedia.org/wiki/Vogue_(dance)
https://www.youtube.com/watch?v=pWuzfIeTFAQ
https://www.youtube.com/watch?v=tw3Jtpgi5IE
http://es.wikipedia.org/wiki/Vogue_(canci%C3%B3n)
http://harlemworldmag.com/2011/04/27/harlems-drag-ball-history/
http://en.wikipedia.org/wiki/RuPaul's_Drag_Race
Paris is Burning (1990) es el domumental ,dirigido por Jennie Livingston, ganador (entre otros) del “Sundance Grand Jury Prize”, del “Sundance Film Festival”, uno de los festivales de cine independiente más grandes de Estados Unidos.
Este documental es un viaje por el final de la edad dorada de los “Drag Balls” de Nueva York y una delicada exploración por las razas, clases y géneros de América en los últimos años de los 80.
Como consecuencia de la marginación, la sociedad gay y transexual de raza negra y latina (mayoritariamente) creó una comunidad divida por “casas”(“familias”) en las que cada una adquiría el apellido artístico del fundador/a, el cual debía actuar como “padre” o “madre” del resto de los miembros de la casa, quienes al formar parte de ella, adquieren como apellido artístico el nombre de la casa.
Todos los miembros de la casa participan en competiciones, (“balls”) de distinto tema y categoría relacionados con el baile, la belleza, el diseño, la estética y la moda. Creando así un nuevo arte que poco a poco se irá abriendo paso por el País.
A lo largo del documental se muestran distintas entrevistas de grandes personajes del momento como Pepper Labeija, Dorian Corey, Angie Xtravaganza y Willi Ninja entre otros.
Todos ellos aportan información relacionadas con la comunidad y la situación de ese entonces: cómo eran vistos por los demás, cómo se sentían, qué hacían, qué creaban.
Os dejo el documental entero en versión original y subtitulado en inglés.
Después de ver este documental, la mayoría se dará cuenta de lo cercano que resulta a nuestros días.
De hecho el ahora muy popular estilo de baile llamado Vogue, tiene su origen en Harlem. Este baile fue creado por distintos artistas, entre los que destaca Willi Ninja por ser el mayor impulsor y perfeccionador del estilo. El Vogue se dio a conocer en Estados Unidos gracias a este documental y se hizo mundialmente famoso gracias a que Madonna lanzó en 1990 la famosa canción vogue.
No es necesario que diga que este baile ha sido fuente de inspiración en el mundo del baile, la moda, la fotografía y la música de ahora.
Además hoy en día podemos ver un programa llamado RuPaul's Drag Race, un concurso en el con los participantes son Drag Queens y muestran la esencia y el arte del drag en todas sus vertientes manteniendo además muchas de las tradiciones que se ven en el documental. Además los “balls” siguen realizándose pero ya no solo en Nueva York, sino que esta cultura se ha expandido por prácticamente todo Estados Unidos y muchas otras partes del mundo. La repercusión de Paris is Burning ha sido asombrosa.
En cuanto a mi opinión personal, lo que más me ha sorprendido de este documental es la pasión y la competitividad que se palpa en el ambiente, ver cómo las “casas” cumplen el papel de familias, cómo estas comunidades empezaron a ser admiradas poco a poco, cómo lucharon por sus derechos y cómo han influido y marcado ta fuertemente nuestro presente.
“I want to take voguing not to just Paris is Burning, but i want to take it to the real Paris, and make the real Paris Burn”
Willi Ninja.
Enlaces:
http://en.wikipedia.org/wiki/Paris_Is_Burning_(film)
http://en.wikipedia.org/wiki/Jennie_Livingston
http://en.wikipedia.org/wiki/Vogue_(dance)
https://www.youtube.com/watch?v=pWuzfIeTFAQ
https://www.youtube.com/watch?v=tw3Jtpgi5IE
http://es.wikipedia.org/wiki/Vogue_(canci%C3%B3n)
http://harlemworldmag.com/2011/04/27/harlems-drag-ball-history/
http://en.wikipedia.org/wiki/RuPaul's_Drag_Race
domingo, 11 de noviembre de 2012
Las fuentes de Buñuel: Pabst
Agustín Sánchez Vidal (Luis Buñuel. Madrid, Cátedra) indicó en 1991 que tal vez Buñuel se había inspirado en "Secretos de un alma" ("Geheimnisse einer Seele") de Georg Wilhelm Pabst (1926)... Aunque también ofrecía otra posibilidad: que se hubiera inspirado en la leyenda, según la cual, cuando los musulmanes ocuparon Toledo, emplearon las cabezas de los cristianos como badajos...
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lunes, 29 de octubre de 2012
El mundo es suyo.
Por Nacho Neva
En épocas de crisis se suele agudizar el ingenio, un ejemplo son estos dos actores, Alfonso Sánchez y Alberto López que a pesar del decaimiento de la industria del cine se han atrevido a hacer una película un tanto inusual en cuanto a producción y distribución, quizás, sembrando un precedente para otras películas.
Mediante crowdfunding (cooperación colectiva, llevada a cabo por personas que realizan una red para conseguir dinero u otros recursos, se suele utilizar Internet han conseguido el dinero necesario para la película, si bien, estos dos actores ya eran conocidos por unos sketches, en los que se hace una crítica bastante mordaz tanto a "señoritos andaluces" como a "perroflautas". Lo cual les ha permitido que sean sus fans de internet los que pongan el dinero necesario para sacar adelante el proyecto. Aquí alguno de sus sketches:
http://www.youtube.com/watch? v=kyxjboYHvM8
A mi parecer es una nueva forma de hacer las cosas. Lo colectivo de la recaudación para producirla, las entradas a 2 euros en los cines, el dvd a 6 euros en tiendas y a 3 euros en internet, pases gratuitos para los parados (cuando llegaron a los 100.000 espectadores) además los actores y el equipo técnico aportaron su trabajo a modo de colaboración, sacando como beneficio lo que se recaude.
La película se llama El mundo es nuestro y trata sobre dos raterillos que vestidos de nazarenos deciden atracar un banco. De trasfondo esta la situación económica y social del país que te mete de lleno en la película. Aquí dejo el enlace el tráiler:
En épocas de crisis se suele agudizar el ingenio, un ejemplo son estos dos actores, Alfonso Sánchez y Alberto López que a pesar del decaimiento de la industria del cine se han atrevido a hacer una película un tanto inusual en cuanto a producción y distribución, quizás, sembrando un precedente para otras películas.
Mediante crowdfunding (cooperación colectiva, llevada a cabo por personas que realizan una red para conseguir dinero u otros recursos, se suele utilizar Internet han conseguido el dinero necesario para la película, si bien, estos dos actores ya eran conocidos por unos sketches, en los que se hace una crítica bastante mordaz tanto a "señoritos andaluces" como a "perroflautas". Lo cual les ha permitido que sean sus fans de internet los que pongan el dinero necesario para sacar adelante el proyecto. Aquí alguno de sus sketches:
http://www.youtube.com/watch?
A mi parecer es una nueva forma de hacer las cosas. Lo colectivo de la recaudación para producirla, las entradas a 2 euros en los cines, el dvd a 6 euros en tiendas y a 3 euros en internet, pases gratuitos para los parados (cuando llegaron a los 100.000 espectadores) además los actores y el equipo técnico aportaron su trabajo a modo de colaboración, sacando como beneficio lo que se recaude.
La película se llama El mundo es nuestro y trata sobre dos raterillos que vestidos de nazarenos deciden atracar un banco. De trasfondo esta la situación económica y social del país que te mete de lleno en la película. Aquí dejo el enlace el tráiler:
jueves, 25 de octubre de 2012
Límites
Por Javier Rodríguez Lozano
Han pasado 8 meses desde que apareció la miniserie inglesa “Black Mirror”, de tres capítulos de duración. La única relación que une los capítulos es el uso de las nuevas tecnologías en nuestro mundo y a las distópicas realidades a las que nos podrían conducir.
En este punto es mejor decir que si no se ha visto el primer capítulo, mejor no leer, por aquello de destapar la sorpresa, esta serie es mejor verla sin saber nada de nada.
El primer capítulo es con diferencia, el mejor (a mi juicio), y eso radica principalmente en que es el más real de todos, es algo que podría pasar mañana o pasado, y es lo que hace a este cine de televisión, a estos capítulos más concretamente, realmente buenos, y es que, somos capaces de creérnoslos.
La historia gira se enmarca en la Inglaterra actual, la princesa es raptada, y el video del rescate es subido en Youtube, en el cual, el “precio” del rescate, es una proposición realmente indecente: que el primer ministro británico mantenga sexo con un cerdo en directo para la televisión nacional o de lo contrario, la princesa morirá. Aparte de mostrarnos el gran dilema moral que corre por dentro del primer ministro cuenta mucho más. Nos muestran como gracias a internet y las redes sociales el tema se propaga como la pólvora y la gente empieza a opinar sobre si debería hacerlo o no, sobre si lo verían la tele o no etc. El morbo se apodera de ellos, no la curiosidad. Al final el hombre bajo presión accede a perpetrar el acto. Aquello se convierte en un dantesco espectáculo, todo el mundo lo ve en televisión, mezcla de asco y burla, todos se muestran interesados. La guinda del pastel viene después, cuando nos muestran la gran sorpresa, todo es obra de un artista, el cual no pensaba que su “obra” fuese a llegar tan lejos (puesto que suelta a la princesa antes de tiempo), pero como uno diría… el asunto se le va un poco de las manos y el impacto es tremendo. Muestra la cruda sociedad en la que vivimos, como la gente y no solo él son los causantes de ese acto grotesco del hombre y el cerdo, todos participan en este circo romano.
Ahora bien esta ficción plantea una serie de cosas muy interesantes, puesto que como ya he dicho, es creíble. Podríamos plantearnos si en un hipotético caso eso sería arte y sobre dónde se encuentran los límites actuales. Otro punto sería Internet, las redes sociales y el control que ellas ejercen sobre nosotros, y el poco control que tenemos sobre ellas. Y finalmente el tema más interesante y es el que muestra la “obra de arte”, es la manera de ser de esta sociedad en la que vivimos, en como lo desagradable se convierte en lo venerado, en cómo nos gusta humillar y ridiculizar, mientras nosotros no seamos el objeto de esa burla, de cómo avivamos fuegos que no podemos controlar y acaban arrasando allá donde van. Quizás no es tan extremo aún, pero no tenemos más que mirar la tele para ver como a ciertos programas van asesinos o ladrones a ser entrevistados, de cómo la gente lo ve desde sus casas religiosamente, del circo mediático que se forma en torno a ello.
Así pues nos queda pensar sobre ello, y analizar la raíz del problema, si es que lo hay, que habrá más de uno que esto lo vea lo más normal del mundo, cosa por otra parte lógica teniendo en cuenta la cantidad de violencia(y otras cosas), que recibimos de manera casi inconsciente a diario. Quizás sea un problema de cómo estamos educados, somos unos salvajes incivilizados y necesitamos nuestra dosis de carnaza. Quizás sean esta sociedad… estos medios que nos inyectan todo esto en vena. O quizás… no tengamos solución.
Han pasado 8 meses desde que apareció la miniserie inglesa “Black Mirror”, de tres capítulos de duración. La única relación que une los capítulos es el uso de las nuevas tecnologías en nuestro mundo y a las distópicas realidades a las que nos podrían conducir.
En este punto es mejor decir que si no se ha visto el primer capítulo, mejor no leer, por aquello de destapar la sorpresa, esta serie es mejor verla sin saber nada de nada.
El primer capítulo es con diferencia, el mejor (a mi juicio), y eso radica principalmente en que es el más real de todos, es algo que podría pasar mañana o pasado, y es lo que hace a este cine de televisión, a estos capítulos más concretamente, realmente buenos, y es que, somos capaces de creérnoslos.
La historia gira se enmarca en la Inglaterra actual, la princesa es raptada, y el video del rescate es subido en Youtube, en el cual, el “precio” del rescate, es una proposición realmente indecente: que el primer ministro británico mantenga sexo con un cerdo en directo para la televisión nacional o de lo contrario, la princesa morirá. Aparte de mostrarnos el gran dilema moral que corre por dentro del primer ministro cuenta mucho más. Nos muestran como gracias a internet y las redes sociales el tema se propaga como la pólvora y la gente empieza a opinar sobre si debería hacerlo o no, sobre si lo verían la tele o no etc. El morbo se apodera de ellos, no la curiosidad. Al final el hombre bajo presión accede a perpetrar el acto. Aquello se convierte en un dantesco espectáculo, todo el mundo lo ve en televisión, mezcla de asco y burla, todos se muestran interesados. La guinda del pastel viene después, cuando nos muestran la gran sorpresa, todo es obra de un artista, el cual no pensaba que su “obra” fuese a llegar tan lejos (puesto que suelta a la princesa antes de tiempo), pero como uno diría… el asunto se le va un poco de las manos y el impacto es tremendo. Muestra la cruda sociedad en la que vivimos, como la gente y no solo él son los causantes de ese acto grotesco del hombre y el cerdo, todos participan en este circo romano.
Ahora bien esta ficción plantea una serie de cosas muy interesantes, puesto que como ya he dicho, es creíble. Podríamos plantearnos si en un hipotético caso eso sería arte y sobre dónde se encuentran los límites actuales. Otro punto sería Internet, las redes sociales y el control que ellas ejercen sobre nosotros, y el poco control que tenemos sobre ellas. Y finalmente el tema más interesante y es el que muestra la “obra de arte”, es la manera de ser de esta sociedad en la que vivimos, en como lo desagradable se convierte en lo venerado, en cómo nos gusta humillar y ridiculizar, mientras nosotros no seamos el objeto de esa burla, de cómo avivamos fuegos que no podemos controlar y acaban arrasando allá donde van. Quizás no es tan extremo aún, pero no tenemos más que mirar la tele para ver como a ciertos programas van asesinos o ladrones a ser entrevistados, de cómo la gente lo ve desde sus casas religiosamente, del circo mediático que se forma en torno a ello.
Así pues nos queda pensar sobre ello, y analizar la raíz del problema, si es que lo hay, que habrá más de uno que esto lo vea lo más normal del mundo, cosa por otra parte lógica teniendo en cuenta la cantidad de violencia(y otras cosas), que recibimos de manera casi inconsciente a diario. Quizás sea un problema de cómo estamos educados, somos unos salvajes incivilizados y necesitamos nuestra dosis de carnaza. Quizás sean esta sociedad… estos medios que nos inyectan todo esto en vena. O quizás… no tengamos solución.
martes, 4 de septiembre de 2012
EL VIENTRE DEL ARQUITECTO
Por Javier Mateo Hidalgo
Hay películas que delatan a quienes las realizan. Películas personales, cuidadas al detalle, donde nada se escapa al ojo de su director. Es el caso de las obras de Peter Greenoway, uno de los exponentes más claros de cine de autor. Su filosofía, siempre estética, tiende interesantes vínculos con el mundo de la cultura y la eleva a su estado más puro. Solo tratándola justamente podrá hablarse de ella. Y es aquí donde el espectador puede sentirse más confundido, sentir que no comprende el mundo del que habla Greenoway. Como todo artista que se precie, Greenoway ha ido construyendo su propio universo, sus propios códigos, su lenguaje personal. La “alta cultura”, por así decirlo, requiere de un conocimiento que el público debe aprehender si le interesa lo suficiente.
“El vientre del arquitecto” es un filme que nos habla de muchas cosas: De Boullée, de la política y su influencia en el arte italiano, del Eros y el Thanatos… pero también nos habla de la necesidad de mirar, de perderse contemplando imágenes como quien se deleita desentrañando el más mínimo detalle de un cuadro lleno de recovecos. Su formación estética no se escapa a toda esta acumulación de cuadros animados de influencia barroca: grandes bodegones y escenas pictóricas dignas de un Rembrandt o Caravaggio contemporáneos…
Este film puede considerarse como una de sus piezas más perfectas.
Un arquitecto norteamericano viaja a Roma para preparar una exposición dedicada a Étienne-Louis Boullé. Este visionario francés coetáneo a la revolución francesa, propuso proyectos de edificación megalómanos que no llegaron a ser comprendidos hasta bien entrado el siglo XX. En cierta forma, el protagonista del filme se siente identificado con él. Ambos representan un éxito y un fracaso vitales. Éxito porque creen profundamente en sus ideales, y fracaso respecto a la incomprensión que sienten por parte de una sociedad mezquina. La belleza ideada por el hombre se contrapone a la propia degradación humana. El individuo se muestra como defectuoso por naturaleza, pero son precisamente estos defectos los que lo definen y humanizan a la vez. Lo mejor y lo peor de cada ser se ha visto obligado a convivir armoniosamente desde el principio de los tiempos. Desde los emperadores hasta los comisarios de arte. Así, se puede ser refinado y animal a la vez, casi necesariamente se debe ser así.
Si algo consigue Greenoway es hacer saltar por los aires todos los convencionalismos sociales para dejar ver lo que se esconde debajo. Las necesidades sexuales y alimenticias, los engaños o infidelidades, el miedo a la caducidad del cuerpo mortal… Todo esto no es más que un trasunto de las eternas preguntas que el hombre se ha formulado a lo largo de las diferentes épocas. Ciertamente inquietante, ciertamente universal.
lunes, 28 de mayo de 2012
La cara oculta (o cómo destrozar una película con el tráiler)
Por Alicia Gastesi
La cara oculta es un thriller del director colombiano Andrés Baiz, estrenada en septiembre de 2011. Cuenta la historia de Adrián (Quim Gutiérrez), director de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, cuya novia Belén (Clara Lago) desaparece sin dejar ningún rastro, a excepción de un vídeo de despedida. Cuando finalmente el chico decide pasar página con Fabiana (Martina García), una camarera que conoce una noche, la desaparición de Belén levanta las sospechas de la policía. ¿Dónde está realmente Belén, si es que de hecho está viva? Y hasta aquí puedo leer.
Éste es sólo el segundo largometraje de Baiz, (el primero fue Satanás, del 2007), aunque ha trabajado en la producción de otros como Bringing Out the Dead, Zoolander, Cremaster 2, Maria Full of Grace y The Fittest y ha dirigido cinco cortometrajes, tres vídeos musicales y un documental.
La historia está basada en un argumento de Hatem Khraiche Ruiz-Zorrilla y Arturo Infante, que fue adaptado más tarde por el propio Baiz y Javier Gardeazábal. El hilo argumental está bastante bien construido, aunque pueda resultar algo inverosímil (y digo “algo” como eufemismo). La tensión que crea se mantiene hasta el final, revelando parte de las incógnitas y creando otras nuevas a medida que avanza la trama.
Según el mismo director, la historia es “una fábula siniestra que habla de la imposibilidad del amor cuando este se enfrenta a nuestra naturaleza más terrenal. La película muestra los riesgos de poner a prueba el amor de tu pareja"
Fábula siniestra o no, las analogías con Los Otros de Amenábar son, en mi opinión, numerosas: una finca suntuosa alejada del mundo, un protagonista perturbado, una mujer asustada que cree en los fantasmas y una gran dosis de ambigüedades.
Claro que también podríamos aplicar el mismo rasero con El Orfanato de Bayona (producciones españolas-extranjeras, ¿esto me suena?); de hecho, La cara oculta cuenta también con una misteriosa mujer extranjera, si bien Geraldine Chaplin siempre aporta algo más de glamour, aunque sea por el apellido.
La interpretación ha sido bastante criticada por quedarse un poco corta. Personalmente, no creo que esté tan mal, aunque todavía no acabo de entender si Quim Gutiérrez es así de emocionalmente indiferente o es que su personaje es tan complejo que siempre pone cara de póker.
En general, es una historia original y entretenida. El único fallo que le veo es que el tráiler se carga la intriga por completo. Puede que el director considere que lo importante del argumento son esos “riesgos de poner a prueba a tu pareja”; pero sinceramente lo mejor que tiene la historia es el no saber qué está pasando al principio.
Comentaría más cosas, pero es que no quiero reventar nada más. Lo dicho: absténgase de los avances.
viernes, 25 de mayo de 2012
sábado, 19 de mayo de 2012
Titanic 3d
Por Alicia Gastesi Carreras
Año 1997. James Cameron dirige, escribe, coproduce y coedita una película basada en uno de los mayores naufragios de la historia. Así dicho, tampoco es que suene demasiado fuera de lo común. Ahora bien, si tenemos en cuenta que fue uno de los largometrajes con mayor presupuesto de rodaje (60 millones de dólares), la cosa cambia.
Ni siquiera la 20th Century Fox daba dos gordas por el posible éxito que pudiera llegar a tener y, sin embargo, invirtió 57 millones de dólares en comprar 161 874 m² de de terreno en la costa sur de Playas de Rosarito, Baja California (México) para rodar allí. Los otros 3 millones irían destinadas a sucesivas inmersiones al sitio donde reposa el barco original.
Lo más curioso es que Cameron ni siquiera pensaba en realizar la película en un principio. Por lo visto él siempre sintió una particular admiración por este naufragio en concreto (lo consideraba “el Everest” de los naufragios) y cuando conoció a Robert Ballard, descubridor de los restos del Titanic en 1985, manifestó una “nostalgia” por haber abandonado las ciencias en la universidad y haberse pasado a las artes y decidió hacer un documental sobre el acontecimiento.
Lo que no queda claro es si el boceto del guión que le presentó a la Fox era simplemente una excusa para conseguir el dinero o si realmente cambió la idea original por la de la película.
Curiosamente, en el año 2003 finalmente rodó un documental de 90 minutos sobre el Titanic, Ghosts of the Abyss (en español Misterios del Titanic), rodado en 3d especialmente para pantallas IMAX. Puede que ésta fuese la espinita que el director se quería sacar.
Volviendo a la película, su argumento no resultaba un tema novedoso, de hecho, ya existían numerosas producciones acerca del mismo suceso: Saved from the Titanic Salvada del Titanic, 1912, está perdida), In Nacht und Eis (1912), Atlantic (1929), Titanic (1943), Titanic (1953), A Night to remember (1955), The sinking of the Titanic (El hundimiento del Titanic, 1969), S.O.S. Titanic (1979), Raise the Titanic (1980), Titanic (1996) y La camarera del Titanic (1997).
Cameron se propuso hacer un homenaje a todos aquellos que fallecieron en el Titanic y realizó una investigación ¿exhaustiva? de seis semanas en las que estudió todo acerca de los pasajeros y la tripulación: “Leí todo lo que pude. Hice una cronología extremadamente detallada sobre los primeros días del barco y una igualmente detallada de la última noche en su vida», comentó en su momento. (…) Y trabajé en eso para escribir el guion, además de obtener la ayuda de algunos expertos en Historia para que analizaran lo que había escrito y ofrecieran su opinión, y así poder ajustar el libreto [a la realidad].”
Bien es cierto que los espacios están logrados al máximo detalle, pero también lo es que el director se tomó ciertas “licencias” con los personajes, la mayor parte inventada o envuelta en tramas que no se sabe con certeza si fueron reales.
Pero sin duda lo más espectacular de todo el film son los efectos especiales. En las playas de Rosarito se construyeron los Fox Baja Studios, creados específicamente para Titanic. La estructura del barco estaba situada sobre una gran bisagra que se podía abrir de 0 a 90º en unos cuantos segundos a medida que el barco se inclinase. Además, el estribor se construyó aparte para que la orientación del humo fuese la adecuada y después se invirtieron las escenas en postproducción para ajustarse al libreto.
Las escenas generales del barco se grabaron con una miniatura a la que posteriormente se añadieron el humo y el agua de manera digital. Se creó un modelo de 20 metros de la popa del transatlántico que se podía romper sucesivamente.
En un tanque adjunto de 9.000.000 se filmaron los interiores en las escenas de hundimiento. Para hundir la escalera, por ejemplo, se tuvieron que verter 340.000 litros de agua y para la parte exterior, incluso se tuvo que vaciar el set y romper algunas ventanas. Una vez hundido se filmaron las primeras escenas de la película, combinadas con escenas de las inmersiones reales.
Los actores fueron filmados en otro tanque 1.300.000 litros, cubiertos con un polvo que cristalizaba al contacto con el agua y cera.
El esfuerzo valió la pena: fue la película más taquillera de la historia (600 millones de dólares en EEUU y Canadá y 1.800 a nivel internacional) hasta ser desbancada por Avatar, dirigida también por James Cameron.
Ahora bien, ¿por qué reestrenarla en 3d? No es lo mismo rodar una película directamente en este formato que convertirla y, de hecho, Cameron criticó a Tim Burton por seguir este procedimiento en Alicia en el País de las Maravillas. ¿Por qué hacerlo entonces?
Las cámaras para filmar en 3d cuentan con dos lentes móviles; a mayor distancia entre ellas, mayor profundidad y viceversa. Para convertir un 2d a 3d, en cambio, es necesario separar la imagen en capas. Las capas se alejan para conseguir la profundidad y después, mediante un software específico se simula otro punto de vista y se desplazan los objetos lateralmente, rellenando el espacio vacío con interpolaciones o clonaciones. Es un proceso igual de caro y complicado a rodar directamente en 3d.
Pero, ¿y la tentación de reestrenar una película que reportó tantos millones a la industria cinematográfica? Junto con la recaudación del reestreno, la recaudación total de la película suma 2.160.713.362 dólares. La justificación del director fue:
“Hay una generación entera que nunca ha visto Titanic como se planeó para ser vista: en la pantalla grande. Y esta vez será un Titanic que nunca antes han visto, remasterizado digitalmente y convertido cuidadosamente a 3D. Con el poder emocional intacto y las imágenes más poderosas que nunca, será una experiencia épica para los seguidores de la película y para el nuevo público.”
En definitiva, creo que Cameron tiene razón en una cosa: Titanic está hecha para ser vista en pantalla grande, como tantos otros clásicos. Eso sí, el 3d podía habérselo ahorrado, porque en mi opinión o no se aprecia o se carga la profundidad de campo. Además, con lo que se hubiese ahorrado le compensaría. Pero es que claro, el 3d es un reclamo tan fuerte hoy en día…
lunes, 14 de mayo de 2012
METRÓPOLIS
Por Javier Mateo Hidalgo
Se encuentra en la lista de los pocos filmes elegidos por la Unesco como “Memoria del mundo”. Su concepción como una obra megalómana por parte de su creador, Fritz Lang, lo demuestran los datos que así la definen: 170 minutos de duración (en su origen) como resultado de 310 días de rodaje en los estudios UFA y con quince mil extras actuando. “Metrópolis” ha sido una de las obras más ambiciosas (en todos los sentidos) de la Historia del Cine y también una de las peores tratadas. La Paramount no tardó en adquirir los derechos de la misma y hacer con ella todo cuanto se le antojó. Una de las cosas que más traían de cabeza en dicho traspaso era el excesivo metraje del film. ¿Cómo podían hacer de aquello algo digerible para el espectador medio americano? Comenzaron así una serie de montajes y remontajes que acabaron mutilando el film hasta límites insospechados. Luego llegó la guerra y el olvido. Incluso el propio Lang pareció dar por perdida la reconstrucción posterior de su propio film. “¿Por qué tanto interés en una película que ya no existe?” le preguntó en una ocasión a Robert Bloch, el autor literario de “Psicosis”. La respuesta está en que “Metrópolis” representa, a día de hoy, un icono del cine de ciencia-ficción y una terrible fábula del mundo del progreso, por aquel entonces en plena ebullición. El guión fue obra de la por entonces mujer de Lang, Thea Von Harbou, la cual acabaría afiliándose a las dilas del régimen fascista con la llegada de Hitler al poder. Lang puso tierra de por medio ante una propuesta del ministro de cultura nazi Goebbels de hacerse cargo de los estudios cinematográficos donde, paradójicamente, había rodado Metrópolis, acabando su carrera en Estados Unidos con filmes de mucha menor calidad (destacando algunos como “Perversidad” o “La mujer del cuadro”). “Metrópolis”, que antes de ser guión fue novela (escrita también por Harbou), narra la historia de una ciudad futurista (se ambiente en el año 2021), con todos los adelantos imaginables e inimaginables, ideada por Johan Fredersen y construida por todo un mundo subterráneo de obreros que continúan trabajando hasta la extenuación por mantenerla. Freder, el hijo de Fredersen, vive ajeno a este infierno en el “cielo” superior, rodeado de privilegios y lujos, llevando una vida frugal y frívola. Un día, conoce a María, al subir esta en uno de los ascensores que conectan el “mundo” con el “inframundo”. Nada más verla se siente cautivado por ella y viceversa. Pero María es obligada a volver al mundo de donde proviene, y Freder corre tras ella. Es así como conoce todo ese mundo que hace posible que él sea tan feliz. Poco a poco va tomando conciencia y poniéndose en contra de su padre al defender a todas esas personas pertenecientes a ese otro mundo, el de los obreros. María funciona como figura esperanzadora para todos aquellos hombres y mujeres deseosos también de rebelarse contra ese poder establecido que les condena a su dura vida. Su mensaje es de paciencia, de espera. Pronto llegará un tiempo en el que todo se arreglará. María se presenta como líder espiritual que habla como representante de una justicia divina. Es la bondad personificada. Sus mensajes los proclama en unas catacumbas que bien pueden recordarnos a aquellas donde se refugiaron los cristianos en la antigüedad.
El film tiene como su definición un mensaje: “El mediador entre el cerebro (el poderoso) y la mano (el trabajador) ha de ser el corazón”. Este pensamiento defendido por el partido nacional socialista es una de las cosas que nos remiten a Harbou ineludiblemente y a ese tufillo ciertamente fascista que desprende el film. Por otro lado, la visión del mundo de la noche, el de la fiesta y la desinhibición, se muestra como algo ciertamente negativo y reprobable, otra de las cosas que juegan en contra del film y de su visión del mundo. Porque, otra de las cosas que refleja Metrópolis es una visión del mundo, con sus críticas y sus cosas constructivas.
Hay otra figura importante en la película, la del científico Rotwang capaz de rivalizar con el mismísimo doctor Frankenstein. Fredersen tuvo en común con este personaje el haber tenido un mismo amor: Hel. Con ella, Fredersen tuvo su hijo Freder, y esta murió al dar a luz. Rotwang trabaja para devolver a la vida a esta mujer de quien estuvo enamorado, y no dudará en usarla en contra del padre, del hijo y de la ciudad entera.
El filme, realizado en 1927, acabó convirtiéndose en uno de los mejores exponentes del expresionismo alemán del momento, junto a otros filmes como “El gabinete del Doctor Caligari” o “Nosferatu”. La construcción de imponentes escenarios y de impresionantes maquetas para llevarla a cabo, hacen de esta película una obra de arte en sí misma. Una de las influencias de Lang fue su visita a ese “Nuevo Mundo” que era por entonces New York.
La banda sonora, compuesta por Goffried Huppertz es, a pesar de su corsé clásico en lo que a sinfónico se refiere, una partitura atrevida y vanguardista. Ella también ha sufrido diversas reconstrucciones siempre dependientes de los montajes más o menos fieles que se podían realizar con los materiales disponibles. Fue en el año 2008 cuando la historia de Metrópolis sufrió un considerable avance. Y es que se encontró en Buenos Aires una copia del filme con 26 minutos hasta el momento inéditos del filme. Al parecer, se trataba de una versión previa a los montajes de la Paramount. Lo malo fue el mal estado en el que se conservaba. No obstante, con ella se realizó la que pasa por ser la reconstrucción más fiel de la película por el momento.
Su historia es la demostración palpable de que el cine, a pesar de ser denominado el 7º arte, funcionó desde sus inicios como invento de explotación comercial, con inconvenientes de este tipo. Afortunadamente, hay cada vez una mayor sensibilidad en este sentido y se están tratando de enmendar con gran empeño estos “errores” cometidos en el pasado.
Lang ya había dado muestras de su impresionante visión creadora con Films como el de “Los Nibelungos”. Su primera obra, “Las Tres Luces” (todas ellas realizadas con Harbou) resulta una bella fábula sobre la lucha del amor por vencer nada más y nada menos que a la Muerte. Luis Buñuel habla de ella como la película que le impulsó a hacer cine.
martes, 1 de mayo de 2012
Sobre el doblaje español en general y el doblaje del Resplandor en particular.
Por Cristina Díaz Toré
He estado investigando sobre la historia del doblaje español, y por qué hay películas que dobladas al español pueden despistarnos y arruinar por completo el discurso cinematográfico, como puede pasar con nuestro "mitiquísimo" Resplandor, que espectadores ajenos a la V.O. llegaron a calificarla como “pésima” e incluso “película de terror de serie B, solo que con un gran presupuesto”.
El doblaje en España, en contra del tópico, no nació bajó la autarquía franquista. Sus orígenes se remontan a la Segunda República, siendo el primer director de doblaje el ilustre Luis Buñuel, aunque bien es cierto que en el régimen se instauró como obligatorio para así poder controlar los mensajes que el pueblo recibía y trasmitir un mensaje acorde a la dictadura de Franco. El primer estudio de doblaje que se instaura en España es T.R.E.C.E., en Barcelona, en 1932. Un año después nace en Madrid Fono España. Ya en Hollywood se empezaron a realizar dobles versiones con actores hispanos. Algunos aficionados al fantástico prefieren la versión hispana de Drácula.
En 1941, y ya con el franquismo, se dictó una orden ministerial que convertía en obligatorio el doblaje. De esta etapa quedan ejemplos de censura como el de Casablanca donde Rick, el personaje interpretado por Humphrey Bogart, luchaba en el bando republicano durante la Guerra Civil española, un matiz que el franquismo eliminó. Pero el doblaje en sí no ha sido tan "dictatorial" como se cree, en realidad se utilizó como medio para ganar más dinero, un complot de exhibidores y distribuidores, ya que las películas dobladas eran mucho más atractivas para el público, pasivo en general.
Y este legado ha sido el que nos ha llegado hasta nuestros días, en el que las salas de proyecciones en V.O. escasean frente a las salas comerciales. Bien es cierto que con la llegada del primer gobierno del PSOE, la directora general de cinematografía Pilar Miró intentó abolir el doblaje, pero no tuvo éxito, debido a que esto conllevaría enormes pérdidas en la industria cinematográfica ya que el público generalmente pasivo dejaría de asistir a las salas de proyecciones. Directores como Juan Pinzás y actores como Juan Diego Botto sostienen que “a los pocos días el Ministerio de Industria recibió una llamada en la que se le advertía que, de eliminar el doblaje, se dejarían de importar zapatos desde Estados Unidos.” Así de duro, amigos.
Posteriormente, con la llegada de la democracia, sobre el año 86 en Madrid, se permitió abrir algunas las de proyecciones en V.O.S, nacen así los cuatro Golem y los cuatro Renoir. A día de hoy en Madrid hay algo más de 40 salas, pero como siempre, este tipo de proyección que cada vez interesa a un número más amplio de espectadores, solo se encuentra en grandes ciudades como Barcelona, Madrid o Valencia, escaseando en el resto de España.
Pues bien, con esto que escribo, no estoy haciendo un alegato a favor del cine en V.O., pero sí pongo en cuestión el doblaje español actual que en la mayoría de los casos carece de calidad. Esto se debe a que cada vez las productoras y distribuidoras pagan peor, y los únicos que aceptan estos empleos son gente menos capacitada.
En relación a la filmografía que estamos analizando de Kubrick, todos sabemos que en la mayoría de sus películas el doblaje español llega a ser dañino, y nos es casi imposible discutir sobre si Kubrick utilizó un 50/0.7 , si vemos a Ryan O’neal hablando hispano… no podemos evitar soltar alguna risilla y volver al tema del doblaje.¿En qué carajos estaba pensando Kubrick cuando aceptó a Verónica Forqué para doblar a Shelley Duvall?
Según declaraciones de la propia Forqué, "No me eligió porque me hubiera visto como actriz, sino porque mi timbre de voz era muy parecido al de Shelley Duvall. El director de doblaje, Carlos Saura, le mandó las voces de varias actrices y Kubrick eligió mi voz. Me dio una alegría enorme. Cuando entré en la sala de doblaje y me pusieron la primera toma, sentía una enorme responsabilidad, pero creo Kubrick quedó muy contento". Habría que preguntarle a nuestro querido Estanislao (Stanley en español, sí).
Lo cierto es que hace poco encontré la versión latina de El Resplandor:
He estado investigando sobre la historia del doblaje español, y por qué hay películas que dobladas al español pueden despistarnos y arruinar por completo el discurso cinematográfico, como puede pasar con nuestro "mitiquísimo" Resplandor, que espectadores ajenos a la V.O. llegaron a calificarla como “pésima” e incluso “película de terror de serie B, solo que con un gran presupuesto”.
El doblaje en España, en contra del tópico, no nació bajó la autarquía franquista. Sus orígenes se remontan a la Segunda República, siendo el primer director de doblaje el ilustre Luis Buñuel, aunque bien es cierto que en el régimen se instauró como obligatorio para así poder controlar los mensajes que el pueblo recibía y trasmitir un mensaje acorde a la dictadura de Franco. El primer estudio de doblaje que se instaura en España es T.R.E.C.E., en Barcelona, en 1932. Un año después nace en Madrid Fono España. Ya en Hollywood se empezaron a realizar dobles versiones con actores hispanos. Algunos aficionados al fantástico prefieren la versión hispana de Drácula.
En 1941, y ya con el franquismo, se dictó una orden ministerial que convertía en obligatorio el doblaje. De esta etapa quedan ejemplos de censura como el de Casablanca donde Rick, el personaje interpretado por Humphrey Bogart, luchaba en el bando republicano durante la Guerra Civil española, un matiz que el franquismo eliminó. Pero el doblaje en sí no ha sido tan "dictatorial" como se cree, en realidad se utilizó como medio para ganar más dinero, un complot de exhibidores y distribuidores, ya que las películas dobladas eran mucho más atractivas para el público, pasivo en general.
Y este legado ha sido el que nos ha llegado hasta nuestros días, en el que las salas de proyecciones en V.O. escasean frente a las salas comerciales. Bien es cierto que con la llegada del primer gobierno del PSOE, la directora general de cinematografía Pilar Miró intentó abolir el doblaje, pero no tuvo éxito, debido a que esto conllevaría enormes pérdidas en la industria cinematográfica ya que el público generalmente pasivo dejaría de asistir a las salas de proyecciones. Directores como Juan Pinzás y actores como Juan Diego Botto sostienen que “a los pocos días el Ministerio de Industria recibió una llamada en la que se le advertía que, de eliminar el doblaje, se dejarían de importar zapatos desde Estados Unidos.” Así de duro, amigos.
Posteriormente, con la llegada de la democracia, sobre el año 86 en Madrid, se permitió abrir algunas las de proyecciones en V.O.S, nacen así los cuatro Golem y los cuatro Renoir. A día de hoy en Madrid hay algo más de 40 salas, pero como siempre, este tipo de proyección que cada vez interesa a un número más amplio de espectadores, solo se encuentra en grandes ciudades como Barcelona, Madrid o Valencia, escaseando en el resto de España.
Pues bien, con esto que escribo, no estoy haciendo un alegato a favor del cine en V.O., pero sí pongo en cuestión el doblaje español actual que en la mayoría de los casos carece de calidad. Esto se debe a que cada vez las productoras y distribuidoras pagan peor, y los únicos que aceptan estos empleos son gente menos capacitada.
En relación a la filmografía que estamos analizando de Kubrick, todos sabemos que en la mayoría de sus películas el doblaje español llega a ser dañino, y nos es casi imposible discutir sobre si Kubrick utilizó un 50/0.7 , si vemos a Ryan O’neal hablando hispano… no podemos evitar soltar alguna risilla y volver al tema del doblaje.¿En qué carajos estaba pensando Kubrick cuando aceptó a Verónica Forqué para doblar a Shelley Duvall?
Según declaraciones de la propia Forqué, "No me eligió porque me hubiera visto como actriz, sino porque mi timbre de voz era muy parecido al de Shelley Duvall. El director de doblaje, Carlos Saura, le mandó las voces de varias actrices y Kubrick eligió mi voz. Me dio una alegría enorme. Cuando entré en la sala de doblaje y me pusieron la primera toma, sentía una enorme responsabilidad, pero creo Kubrick quedó muy contento". Habría que preguntarle a nuestro querido Estanislao (Stanley en español, sí).
Lo cierto es que hace poco encontré la versión latina de El Resplandor:
Y oigan, no sé ustedes, pero yo me quedo con esta última, porque como me dijo un amigo “convierte a la película en comedia, ya que Nicholson parece Pixie y Dixie”.
lunes, 30 de abril de 2012
CIUDADANO KANE
Por Javier Mateo Hidalgo
Fue su primera película y, para muchos, la mejor de la historia del cine. Orson Welles venía de revolucionar el mundo con su particular retransmisión radiofónica de la obra de otro Wells (H.G.) “La Guerra de los mundos”, cuando La R.K.O. le dio carta blanca para llevar a cabo dos filmes en sus estudios. “Citizen Kane” fue el primero, y “The Magnificent Ambersons” la segunda (mutilada por la propia R.K.O. en su duración hasta cuarenta minutos). La idea era presentarse al público del séptimo arte con la historia de un personaje basado en la figura de William Randolph Hearst. Para ello, escribió un guión en colaboración con Herman J. Mankiewicz (hermano del famoso director) y se valió de actores con los que había trabajado durante su etapa en el Mercury Theatre (destacando entre ellos a su amigo Joseph Cotten).
Charles Foster Kane es un magnate que ha dirigido “en la sombra” la historia de América desde finales del siglo XIX hasta casi mediados del XX. Suyos son la práctica totalidad de los periódicos, a los cuales se ha encargado de insuflar el amarillismo que, en adelante, se hará común en los medios de comunicación. De él se conoce su vida pública pero apenas se sabe algo de su vida privada. La película trata de introducir al espectador en este mundo haciéndole partícipe de las diferentes versiones de dicha realidad: los noticiarios, los investigadores, la gente que le conoció… Diferentes puntos de vista para contar una historia de megalómanas pretensiones. He aquí un de los aciertos de la película. Welles aportó un nuevo “enfoque” cinematográfico que sorprendió en gran medida y que determinó los derroteros del cine en buena parte. A pesar de que en un primer momento los estudios desconfiaron de este jovencito, poco a poco fueron siendo conscientes de su enorme talento (de hecho, las primeras filmaciones las realizó clandestinamente arguyendo pruebas de fotografía). “Ciudadano Kane” posee una construcción argumental y narrativa bien sólida y no deja de sorprender a quienes la ven con el paso de los años.
Hay otros factores que deben observarse a la hora de emitir un juicio sobre el filme: La música, compuesta por un Bernard Herrman todavía desconocido y que revolucionaría el mundo de la banda sonoro. Y es que Herrmann es uno de los primeros compositores que se dedica a escribir partituras que no sean un mero elemento decorativo, o una bella ilustración de las imágenes. Además, está Robert Wise en la labor de montaje, que resulta importantísimo en esta película. Después acabaría poniéndose tras la cámara en películas tan celebradas como “West Side Story” o “The Sound of Music”.
La historia de Welles no solo es la historia de un histriónico magnate (uno de sus caprichos es tratar de atesorar todas las obras de Arte de la Historia para luego albergarlas en una gran edificación que casi es un mundo aparte: “Xanadú”), sino la historia de sus pasiones, siempre universales. La ambición destaca por encima de todas ellas al representar el mayor incentivo de Kane. Tratar de hacer suya a América intentando atesorar también a los que en ella viven. Esto lo intenta tratando de controlar lo que leen, tratando de controlar el modo en el que se informan, mediante los periódicos, pero también presentándose como presidente de la Casa Blanca.
“Rosebud” es la última palabra que dice al morir, y en realidad, el cebo con el que se teje toda la historia cinematográfica. Tratando de averiguar a qué se podía referir con ella, comienza a despertarse el apetito en el espectador. Así, conocemos que la historia de Kane es la historia de sus fracasos… La historia de un niño sin infancia al que se obligó a jugar al rol de adulto mediante el dinero. He aquí la moraleja.
Sobre El resplandor
Por Cristina Díaz Toré
Encontré en Internet una posible interpretación de por qué Kubrick alude al 4 de Julio de 1921:
"Todavía se discute el significado de la fecha de la foto: 4 de Julio de 1921 (ahí se ya encuentra el personaje Jack Torrance). Entiendo que es un sarcasmo de Kubrick con respecto al Día de la Independencia de USA, ya que el único muerto en la película (además del propio Torrance) es el personaje Chef Hallorann: un negro asesinado con un hachazo en la espalda, que baña con su sangre una alfombra adornada con motivos indios (que aparecen durante toda la película). Tal vez el Hotel Overlook (nombre que puede entenderse también como "pasar algo por alto" o también "hacer la vista gorda") sea una metáfora del odio racial y de los genocidios cometidos en América del Norte, tal vez Kubrick quiso insinuar que el odio irracional del personaje blanco-protestante-anglosajón (WASP) Jack Torrance estuvo ahí en 1921, pero también antes y después de esa fecha. Algo de esto puede deducirse de la novela de Stephen King (aunque Kubrick la adaptó de una manera más que libre).
La posición antibélica y antirracista de Kubrick era bien conocida; sin embargo, en sus obra se manifiesta siempre de un modo simbólico, nunca explícito. Es posible que toda la película sea una metáfora de la historia sangrienta de Estados Unidos de América.
Nota: Se me ocurre también que la referencia de Kubrick a la famosísima foto de las gemelas de Diane Arbus sea también un guiño del maestro: Arbus se dedicó a fotografiar la "Norteamérica oculta"; sus modelos solían ser personas deformes, prostitutas y travestis, gente pobre, desamparados, etcétera (es decir, gente real; para Arbus, los verdaderos monstruos humanos eran otros). Recomiendo ver algunas de las fotos de Diane Arbus para tener una mejor idea de su obra.
Por otra parte, el día 4 de Julio de 1921 falleció Antoni Grabowski, el principal impulsor del idioma esperanto, un idealista que soñó ingenuamente con la unificación de la humanidad y el logro de la paz mediante un idioma en común. (Un candor similar al de los positivistas del siglo XIX, que creían que las guerras teminarían cuando se erradicara el analfabetismo). Curiosamente, el título de la primera obra traducida al esperanto por Grabowski fue "La tormenta de nieve", de Pushkin."
Por último, la canción que comenté, una petardada maravillosa.
http://www.goear.com/listen/ 8c6315b/el-resplandor-airbag
Letra de "El resplandor" (porque a veces cuesta entenderlos)
Jack ha salido de un asunto muy feo,
pero está contento porque tiene un nuevo empleo.
Sin duda será un buen vigilante,
pero va a llevarse a su familia por delante.
Se me pusieron los pelos de punta
cuando me dijo: "Doc, tú tienes el resplandor".
Y peor fue cuando me enteré
que "redrum" significa homicidio en inglés y al revés,
el resplandor ...
Hoy me he encontrado a Hallorann, el cocinero,
y me ha dicho, Doc, escúchame primero:
ten mucho cuidado y a ver donde te metes,
no vayas a entrar en la 237.
(estribillo)
Y sus precursores, los Nikis con "la naranja no es mecánica".
Encontré en Internet una posible interpretación de por qué Kubrick alude al 4 de Julio de 1921:
"Todavía se discute el significado de la fecha de la foto: 4 de Julio de 1921 (ahí se ya encuentra el personaje Jack Torrance). Entiendo que es un sarcasmo de Kubrick con respecto al Día de la Independencia de USA, ya que el único muerto en la película (además del propio Torrance) es el personaje Chef Hallorann: un negro asesinado con un hachazo en la espalda, que baña con su sangre una alfombra adornada con motivos indios (que aparecen durante toda la película). Tal vez el Hotel Overlook (nombre que puede entenderse también como "pasar algo por alto" o también "hacer la vista gorda") sea una metáfora del odio racial y de los genocidios cometidos en América del Norte, tal vez Kubrick quiso insinuar que el odio irracional del personaje blanco-protestante-anglosajón (WASP) Jack Torrance estuvo ahí en 1921, pero también antes y después de esa fecha. Algo de esto puede deducirse de la novela de Stephen King (aunque Kubrick la adaptó de una manera más que libre).
La posición antibélica y antirracista de Kubrick era bien conocida; sin embargo, en sus obra se manifiesta siempre de un modo simbólico, nunca explícito. Es posible que toda la película sea una metáfora de la historia sangrienta de Estados Unidos de América.
Nota: Se me ocurre también que la referencia de Kubrick a la famosísima foto de las gemelas de Diane Arbus sea también un guiño del maestro: Arbus se dedicó a fotografiar la "Norteamérica oculta"; sus modelos solían ser personas deformes, prostitutas y travestis, gente pobre, desamparados, etcétera (es decir, gente real; para Arbus, los verdaderos monstruos humanos eran otros). Recomiendo ver algunas de las fotos de Diane Arbus para tener una mejor idea de su obra.
Por otra parte, el día 4 de Julio de 1921 falleció Antoni Grabowski, el principal impulsor del idioma esperanto, un idealista que soñó ingenuamente con la unificación de la humanidad y el logro de la paz mediante un idioma en común. (Un candor similar al de los positivistas del siglo XIX, que creían que las guerras teminarían cuando se erradicara el analfabetismo). Curiosamente, el título de la primera obra traducida al esperanto por Grabowski fue "La tormenta de nieve", de Pushkin."
Por último, la canción que comenté, una petardada maravillosa.
http://www.goear.com/listen/
Letra de "El resplandor" (porque a veces cuesta entenderlos)
Jack ha salido de un asunto muy feo,
pero está contento porque tiene un nuevo empleo.
Sin duda será un buen vigilante,
pero va a llevarse a su familia por delante.
Se me pusieron los pelos de punta
cuando me dijo: "Doc, tú tienes el resplandor".
Y peor fue cuando me enteré
que "redrum" significa homicidio en inglés y al revés,
el resplandor ...
Hoy me he encontrado a Hallorann, el cocinero,
y me ha dicho, Doc, escúchame primero:
ten mucho cuidado y a ver donde te metes,
no vayas a entrar en la 237.
(estribillo)
Y sus precursores, los Nikis con "la naranja no es mecánica".
La música en Barry Lyndon
Por Jorge Rodríguez Fernández
Kubrick abre la película con la pieza principal en su película, Sarabande, de Handel. Compositor alemán, que fue el mayor compositor en Inglaterra en XVIII. Con esta pieza no solo consigue toda la fuerza y potencial dramático que esta transmite si no que además se ambienta en el siglo y en el espacio donde se genera todo el grueso fuerte de la historia.
En la escena famosa con su prima se ambienta en el folk irlandés en manos de Sean O'Riada, que durante los 60 principalmente fue un icono de la música tradicional irlandesa. También aparece un tema suyo cuando Barry viaja a Dublín. Es fácil diferencial la verdadera música tradicional de irlanda con las piezas de Sean O'Riada, más cercanas a la música de siglo XX.
La marcha militar británica que suena cada vez que juega un papel importante el ejercito británico es una actualmente llamada "marcha de los granaderos británicos", "britich grenadiers march", marcha no solo inmortalizado varias veces en el cine sino que sigue siendo utilizado.
Y para describir el mundo militar prusiano elige otra marcha militar del siglo XVIII y de la nacionalidad correspondiente. Es "la marcha de Hohenfriedberger", supuestamente compuesta por Federico II de Prusia.
Para su entrada en Berlín usa una marcha de Mozart que aparece en "Idomeneo". Con esto deja atrás los tiempos de guerra del protagonista y lo introduce al mundo aristocrático.
Para describir su huida de Berlín y su nueva vida como jugador usa un fragmento de la "cavatina" de "el barbero de Sevilla" de Paisiello. También siglo XVIII.
Con el trío para piano, violín y violonchelo de Schubert. Kubrick introduce una pieza acorde cronológicamente con el autor de la novela, William Thackeray. También nos marca otra etapa diferente de la vida de Barry, asomándose poco a poco una nueva era y la presentación de un personaje que cambiara la película, la señora Lyndon.
Y por ultimo va cerrando la película con sus dos piezas principales, “sarabande” y el trío para piano, violín y violonchelo de schubert, intercalándole con un concierto para violonchelo de Vivaldi (siglo XVII-XVIII), una danza de Shubert (en el cumpleaños del hijo de Barry) y un concierto de Bach (en la escena de la paliza al repelente hijastro).
Podemos ver que la ambientación se centra en el siglo XVIII y como licencia podemos encontrar a Schubert, Sean O'Riada.
jueves, 8 de marzo de 2012
ELISA, VIDA MÍA
Por: Javier Mateo Hidalgo
Cuando Carlos Saura realizó este film, en su filmografía ya se contaban títulos como “La caza”, “Peppermint Frappé”, “La prima Angélica” o “Cría Cuervos”. Su etapa de cine más comprometido (esto es, más original, más personal) daba a su fin. Llegaba la transición, todo cambiaba de pronto para una generación de cineastas que había nacido a mediados de los años cincuenta con las Conversaciones de Salamanca, llenos de expectativas por cambiar el modelo de cine español. Saura siempre fue de los más activos y de los más presentes en el panorama cinematográfico. Sus historias, muchas de ellas guionizadas junto con Rafael Azcona, eran claramente reconocibles. La seña de identidad del aragonés se acentuaba con la admiración y amistad que sentía por Buñuel. Cada una de sus películas brilla por un halo de misterio, de inquietud, de reflexión interior. “Elisa, vida mía”, destaca de entre todas las anteriores por ser la película más íntima, más reflexiva. Saura no solo fue reconocido en nuestro país sino que supo hacerse entender en el extranjero. En Cannes, esta película fue valorada (como otras anteriores como “Cría Cuervos”, la cual también estuvo nominada en los Óscar) con el premio al Mejor Actor, Fernando Rey. Su personaje es el de Luis, un hombre ya mayor que vive recluido en una casa en el campo. Su hija Elisa (Geraldine Chaplin) va a su encuentro tras años sin hablar con él. Ella se encuentra en la misma situación que él: necesitan alejarse de las cosas mal llamadas mundanas, están cansados. Necesitan reencontrarse a sí mismos. El pasado inevitablemente vuelve a sus vidas con este encuentro y comienzan a sentirse unidos, casi como una sola persona.
Un filme donde todo resulta intimista, donde prima la necesidad de la conversación para tratar de comprender. Hasta las propias Gymnopedies de Satie, tan recurrentes y manidas como tema musical, parecen sonar en este film como algo no escuchado hasta el momento, algo totalmente novedoso. La escritura resulta una forma imprescindible de recorre el interior humano, así como las otras artes. Eso sí: siempre desprovistas de toda intención estética, tratadas como recurso necesario de expresión, nada más.
“Elisa, vida mía”, sigue resultando aún con el paso de los años, hipnótica. Cargada de un halo de trascendencia que se deja sentir en cada momento, como un palpitar leve pero continuo, es marca de la casa. En la actualidad, se echa de menos este tipo de películas en su director. No obstante, Carlos Saura siempre ha hecho lo posible por renovarse, por cambiar. El género musical (concretamente el flamenco, aunque también los fados, el tango, etc.), el histórico… Hay muchos Sauras, y de cada uno podría quedarme con un ejemplo, pero si he de elegir uno me quedo con el Saura de la primera época. El Saura de las historias con Geraldine Chaplin (aunque no me haga especialmente gracia en sus interpretaciones). El Saura de los sesenta-setenta. Maravilloso.
martes, 28 de febrero de 2012
Corazones Dorados
Por Javier Acedos
Empiezo una crítica de tres películas a la vez, tal vez porque Von Trier lo quiso así y las agrupó bajo una misma luz.
Si hay que hablar de algo que tengan en común estas tres películas es que es difícil no empatizar con las protagonistas (menudo genio buscando mujeres como protagonistas) y si no fuera por el tremendo análisis que conlleva al destino de cada una no dejaría de ser un pastiche sensiblero digno de León de Aranoa. Me refiero a un análisis de carácter moral que más bien recuerda a los cuentos morales de Eric Rhomer.
En “Rompiendo las olas” nos encontramos con la neurosis de querer hallar la relación entre amor y religión. Desde luego que se trata de un problema de educación (no me voy a meter mucho con el tipo de educación que recibe Bess). La historia trata de una chica que se deja avasallar por todo el mundo ¡Qué proeza! Es algo que se repite en toda la saga, la palabra clave es INJUSTICIA. Pero que, a pesar de todo siempre queda algo de caridad en este mundo. Sino fuera por el buen tratamiento del resto de personajes, no dejaría de ser un culebrón mal logrado.
En “Los idiotas” cambia el punto de vista de la protagonista a los portadores de la razón. No podemos obviar el carácter marcadamente político de esta historia. Creo que se trata de una historia de liberación y, por qué no, una especie de alternativa. Creo también que no es muy forzada la comparación entre las acciones que se llevan a cabo en esta película y las performances artísticas.
“Bailar en la oscuridad” lleva el término de la injusticia al grado sumo. El ritmo narrativo de la película me recuerda a “Réquiem por un sueño” de Darren Aronofsky. Sólo quería comentar que quizá sea la más bizarra de las tres en cuanto al trágico final, creo que los que lo consideren así no han entendido nada y, a pesar de toda la crueldad, no puedan así ver un atisbo de belleza que da más pavor todavía.
Son historias de mujeres que sacan fuerzas de flaqueza aunque ello les lleve al peor de los destinos. Pero que aun así no dejan de luchar por aquello que creen justo. Quería terminar con un cita que creo que es muy apropiada, y aún más en el caso de “Los idiotas”:
No es saludable estar bien ajustado a una sociedad profundamente enferma.
J. Krishnamurti.
lunes, 20 de febrero de 2012
martes, 14 de febrero de 2012
Foster y Rogers también proyectaron —alguna vez— viviendas unifamiliares
Se diría que Rogers y Foster nacieron al arte de la arquitectura proyectando torres de Babel y templos mastodónticos a mayor gloria de las corporaciones que, como los dioses, velan por "nuestros intereses", es decir, "los suyos" . Y sin embargo, hubo un tiempo en el que, unidos, en el mismo estudio, concibieron, junto con las hermanas Cheesman, edificios de escala humana.
Uno de estos edificios —la Sky break, Warren, Radlett, Hertfordshire—, llamó la atención a S. Kubrick, que lo empleó para realizar allí algunas tomas de especial interés y significación. Junto con unos cuantos planos tomados en diferentes lugares, la Sky break de Hertfordshire se convirtió en la residencia del "escritor" F. Alexander. Se trata de una vivienda singular, de concepción espacial sumamente diáfana y varios niveles de suelo, que, como los espacios de la pintura flamenca, ofrecen incremento de las posibilidades narrativas.
Si este blog pretendiera ser un púlpito de lisonjas y panegíricos, debería expresar admiración por la perspicacia del director neoyorkino al intuir que la casa en cuestión pasaría a la historia al amparo del magisterio de dos de los arquitectos más influyentes de la segunda mitad del siglo XX. Como no es el caso, me limitaré a reconocer que, como dijera Sir Alfred Joseph Hitchcock, en ocasiones la casualidad moviliza acontecimientos asombrosos.
Del visionado de la película, podemos concluir:
1. Sobre lo ya expuesto, Kubrick no se interesó por la concepción arquitectónica global: al menos eso parece indicar que se olvidara de la relación entre el interior y el exterior, fundamental en la naturaleza de ese proyecto.
2. Las tomas del "exterior" de la casa fueron realizadas en otro lugar, seguramente, más adecuado a las pretensiones narrativas de Kubrick.
3. Ni tan siquiera empleó las posibilidades lumínicas de la casa, seguramente, porque serían insuficientes para rodar con la calidad preestablecida.
En definitiva: parece obvio que Kubrick empleó la Sky break del Team 4 por sus posibilidades espaciales, pero sobre todo, por las opciones para convertirse fácilmente en plató. Entiendo que cualquier otra valoración de mayor calado estético, sería exagerada.
Edificio Lloyd |
Edificio Lloyd, detalle |
Edificio Lloyd (detalle) y 30 St Mary Axe |
Por su parte, Norman Foster, con una carrera paralela a la de su antiguo compañero, se ha transformado en una especie de Arquitecto Todopoderoso ("Gran Arquitecto") en Europa, que encajaría bien con el mito (¿arquetipo?) empleado por Matthew Barney en Cremaster, sobre todo, si tenemos en cuenta que, como él mismo sostiene, el éxito de Norman Foster and Partners se basa en la edad media de sus colaboradores, sensiblemente baja... ¡La creatividad de los jóvenes! ¿Con líbido hiper-reprimida? Desde esa duda cabría formular una hipótesis demasiado obvia sobre el 30 St Mary Axe, conocido en todo el mundo como el "Pepinillo"... ¿Pepinillo? Definitivamente, la última secuencia de La naranja mecánica pudo rodarse en el piso 40 del Pepinillo, desde donde se aprecia una panorámica maravillosa de Londres...
El cine es maravilloso.
Jean-Luc Godard, 1972, Todo va bien
Aunque Godard no es santo de mi devoción, como me lo ha enviado Arturo y está de actualidad...
domingo, 12 de febrero de 2012
Comparando cámaras: Red One, Canon 5D Mk II, y Panasonic Lumix GH1.
El corto es de hace 2 años.
Red One, Canon 5D Mk II, and Panasonic Lumix GH1 Footage Comparison from Birns and Sawyer on Vimeo.
Seguramente tiene más trampas que una película de indios, pero...
jueves, 9 de febrero de 2012
UN CONDENADO A MUERTE SE HA ESCAPADO
Por Isabel Álvarez Rico
Ésta película es uno de los dos grandes títulos de Robert Bresson, junto a Pickpocket. Se estrenó en el año 1957.
La trama narra la historia de Fontaine, un participante de la resistencia francesa en la Segunda Guerra Mundial que es apresado por los soldados alemanes y llevado a la prisión de Montluc, en Lyon, dónde está encerrado condenado a muerte. Parte del sistema de tortura impuesto por los alemanes consiste en no fusilar en el momento, sino dejarl días y días con vida a los reclusos, sabiendo ellos cuál va a ser su final. El sistema que convierte los combatientes en personas vacías, con Fontaine no funciona, éste preso sigue vivo gracias a la voluntad de escapar.
A partir del momento en el que es encerrado en la prisión, es cuando comienzan a funcionar algunos de las características propias de la película. Las celdas son escuetas, casi no hay comunicación, y las actividades a desarrollar son ínfimas; todos ellos son elementos perfectos para un fracaso en las taquillas debido al ritmo, a no ser que se maneje toda ésta narración con un tono especial. Cada uno de los objetos, de los gestos, tiene un valor emocional muy grande. La sensación de tiempo muerto, pesa en la valoración de esa sensación. Quizás, moleste en algunos momentos la voz en off de Fontaine, que nos lleva por la película como si de una evocación e tratara. ¿O quizás debería decir André Devigny? El autor de un texto con el mismo nombre de la película, que no son ni más ni menos que memorias, de cuando fué un militante de la resistencia francesa, fue arrestado y consiguió escapar de Montluc.
Bresson quiso mantenerse fiel al relato de Devigny, o así lo pretende en el texto que firma en el inicio de la película. ¿Posibilidad de hacer realidad éste propósito? Cada vez tengo menos claro que se pueda generar un producto audiovisual que respete una narración. En una película operan demasiados factores como para que el resultado sea igual al pensamiento inicial. Como dijo Tarkovskyen su artículo El Tiempo Sellado: “No siempre se tiene razón al echarle en cara a un director que ha destrozado un buen boceto, porque en muchas ocasiones el tal boceto es tan extraordinariamente literario (y solo en éste sentido es interesante) que un director no puede hacer otra cosa que destrozarlo o transformarlo, si es que quiere hacer con él una buena película.”
En el caso de Un Condenado a muerte se ha escapado, está clara la diferencia que hay entre la imagen que es analítica, y el sonido que es evocador. Pero la firmeza de la referencia hace que la historia sea más verosímil y no surja la sensación de artificialidad en el argumento. Me parece especialmente acertada ésta narración en primeros planos, que oprime más aún a Fontaine. También son opresores los escasos diálogos que surgen entre los presos, nunca se oyen las llamadas fórmulas de cortesía (bonjour, ça va!,...) No hay espacio para las banalidades en la prisión de Montluc.
La cámara, casi siempre fija, acompaña a Fonaine en todo el relato. Se podrían incluir algunas tomas descriptivas, como el fusilamiento a los condenados, o la organización de los soldados, o, incluso, como viven otros presos. Pero todo aquello que no puede ver el protagonista, tampoco lo puede ver el espectador. Lo demás queda sugerido en fuera de campo, con sonidos o con la narración.
A nivel de estilo, es una de las piezas más aplaudidas de la trayectoria de Bresson. Destacan como elementos de estilo algunos planteamientos que ya he destacado: los primeros planos, la cámara fija, el fuera de campo y la igualdad entre sonidos e imagen. Pero hay otros elementos fundamentales que todavía no he abordado, como el no uso de actores. Bresson consideraba las actuaciones de los actores profesionales como demasiado exageradas, y prefería trabajar con gente no profesional (teóricamente los llamaba modelos). Según Bresson, éstos modelos le permitían una expresión interna de los sentimientos y una propuesta interesante para la cámara que no le permitían los actores profesionales. Él mismo decía que los modelos le permitían capturar “lo absoluto”.
También hay un uso de la iluminación muy arriesgado, con iluminaciones puntuales que permiten (con los materiales de la época) tener partes de los rostros perdidas o generarse volúmenes con las propias sombras. Éste tipo de descripción con la luz es posible a que se rodó en blanco y negro, lo que permite manejar de forma más creativa algunos elementos que en las grabaciones a color deben mantenerse dentro de unos límites para que las imágenes se entiendan.
Muchas de las personas que vieron la película tras su estreno acusaron a Bresson de haber hecho una película religiosa. Para ello se fundamentaban en que Fontaine manifiesta su fe de escapar de la misma manera que un creyente debe tener fe en Dios y es su eterna salvación. Con éste argumento considero que la cosa está cogida por los pelos, aunque si nos fijamos en el título entero: Un condenado a muerte se ha escapado o El viento sopla dónde quiere, la cosa cambia sensiblemente. Por un lado el libro no hace ninguna referencia a éste subtítulo- versículo, que se encuentra, ni más ni menos, que Juan 3, 1-8. Y semejante lío, por supuesto, es mejor no entrar a valorar.
Ésta película es uno de los dos grandes títulos de Robert Bresson, junto a Pickpocket. Se estrenó en el año 1957.
La trama narra la historia de Fontaine, un participante de la resistencia francesa en la Segunda Guerra Mundial que es apresado por los soldados alemanes y llevado a la prisión de Montluc, en Lyon, dónde está encerrado condenado a muerte. Parte del sistema de tortura impuesto por los alemanes consiste en no fusilar en el momento, sino dejarl días y días con vida a los reclusos, sabiendo ellos cuál va a ser su final. El sistema que convierte los combatientes en personas vacías, con Fontaine no funciona, éste preso sigue vivo gracias a la voluntad de escapar.
A partir del momento en el que es encerrado en la prisión, es cuando comienzan a funcionar algunos de las características propias de la película. Las celdas son escuetas, casi no hay comunicación, y las actividades a desarrollar son ínfimas; todos ellos son elementos perfectos para un fracaso en las taquillas debido al ritmo, a no ser que se maneje toda ésta narración con un tono especial. Cada uno de los objetos, de los gestos, tiene un valor emocional muy grande. La sensación de tiempo muerto, pesa en la valoración de esa sensación. Quizás, moleste en algunos momentos la voz en off de Fontaine, que nos lleva por la película como si de una evocación e tratara. ¿O quizás debería decir André Devigny? El autor de un texto con el mismo nombre de la película, que no son ni más ni menos que memorias, de cuando fué un militante de la resistencia francesa, fue arrestado y consiguió escapar de Montluc.
En el caso de Un Condenado a muerte se ha escapado, está clara la diferencia que hay entre la imagen que es analítica, y el sonido que es evocador. Pero la firmeza de la referencia hace que la historia sea más verosímil y no surja la sensación de artificialidad en el argumento. Me parece especialmente acertada ésta narración en primeros planos, que oprime más aún a Fontaine. También son opresores los escasos diálogos que surgen entre los presos, nunca se oyen las llamadas fórmulas de cortesía (bonjour, ça va!,...) No hay espacio para las banalidades en la prisión de Montluc.
La cámara, casi siempre fija, acompaña a Fonaine en todo el relato. Se podrían incluir algunas tomas descriptivas, como el fusilamiento a los condenados, o la organización de los soldados, o, incluso, como viven otros presos. Pero todo aquello que no puede ver el protagonista, tampoco lo puede ver el espectador. Lo demás queda sugerido en fuera de campo, con sonidos o con la narración.
A nivel de estilo, es una de las piezas más aplaudidas de la trayectoria de Bresson. Destacan como elementos de estilo algunos planteamientos que ya he destacado: los primeros planos, la cámara fija, el fuera de campo y la igualdad entre sonidos e imagen. Pero hay otros elementos fundamentales que todavía no he abordado, como el no uso de actores. Bresson consideraba las actuaciones de los actores profesionales como demasiado exageradas, y prefería trabajar con gente no profesional (teóricamente los llamaba modelos). Según Bresson, éstos modelos le permitían una expresión interna de los sentimientos y una propuesta interesante para la cámara que no le permitían los actores profesionales. Él mismo decía que los modelos le permitían capturar “lo absoluto”.
Muchas de las personas que vieron la película tras su estreno acusaron a Bresson de haber hecho una película religiosa. Para ello se fundamentaban en que Fontaine manifiesta su fe de escapar de la misma manera que un creyente debe tener fe en Dios y es su eterna salvación. Con éste argumento considero que la cosa está cogida por los pelos, aunque si nos fijamos en el título entero: Un condenado a muerte se ha escapado o El viento sopla dónde quiere, la cosa cambia sensiblemente. Por un lado el libro no hace ninguna referencia a éste subtítulo- versículo, que se encuentra, ni más ni menos, que Juan 3, 1-8. Y semejante lío, por supuesto, es mejor no entrar a valorar.
miércoles, 11 de enero de 2012
EL ESQUELETO DE LA SEÑORA MORALES
Por: Javier Mateo Hidalgo
Habrá quien a estas alturas hable todavía del cine de Luis Buñuel sin mentar a Luis Alcoriza. Habrá quien mente a Buñuel y olvide su etapa mexicana. Peor para él. Todo el mundo habla de “Un chien andalou” pero pocos se refieren a “Los olvidados” o “Ensayo de un crimen”. Corrían los años cuarenta. “Don” Luis (casi como “Sir” Olivier) había saboreado de forma temprana las mieles del éxito (o de la polémica, que en algunos casos viene a ser lo mismo). Había pasado por Francia consiguiendo asustar a la propia vanguardia que allí venía germinándose. Su surrealismo era mucho surrealismo para Bretón and company. Después, vuelve a España y consigue que el gobierno republicano se sienta incómodo sobre la visión que da de un pueblo que parece encontrarse en la Edad Media (incluso Marañón puso el grito en el cielo). ¡“Las Hurdes” si que parecían surrealistas! De allí se va a Nueva York a trabajar en la cineteca del Museo de Arte Moderno. Entre algunos de los trabajos que se le asignan, destacar el de convertir “El triunfo de la voluntad” de Riefenstahl en un alegato antinazi. De allí también se va con un puntapié en el trasero. ¿A dónde se dirige? A México. Allí, comienza su etapa “alimenticia”, esa que algunos “expertos en la materia” denigran en casi su totalidad por tratarse de un cine de calidad inferior (mejor entonces no hablemos de su etapa como productor en “Filmófono”). ¡Nada más lejos que Calanda! ¿Podría Buñuel explicarse- a pesar de muchos- sin mentar filmes como “El ángel exterminador” o “Él”? (una película tan personal que debiera de llamarse “Yo”, Oti Rodríguez Marchante dixit) se encontraba entre las preferidas de Lacan y Hitchcock. ¿Y quién estaba detrás de casi todas ellas? Luis Alcoriza, otro aragonés. En total, ocho guiones. Su pluma afilada también dio con su exilio en Méjico. Los dos colaboraron engrandeciendo el cine que allí se hacía. Formaron parte de la época dorada. Uno de los títulos más valorados por los mejicanos es sin duda “El esqueleto de la señora Morales”.
Ya no estaba Buñuel en la plantilla pero había algunos elementos que continuaban fijos, además de Alcoriza: estaba, por ejemplo, la música de Raúl Lavista (compositor cinematográfico mejicano por excelencia) y actores como Arturo de Córdova. La película puede encuadrarse dentro del género de humor negro. La “Señora Morales” en cuestión es una sorprendente Amparo Rivelles mejicanizada hasta el tuétano. Su personaje nos habla de una cierta moralidad católica que aún hoy día prevalece en sus últimos estertores. Quizá de aquí a algunos años quien vea la cinta ya no reconozca en la realidad esta forma de ser. Tal vez le parezca incluso cinematográfica. En cierto modo la película tiene un carácter exagerado y ello es debido a las situaciones cómicas que se plantean. No en vano hay momentos donde la carcajada se pierde y entonces podemos sentirnos preocupados, no ya por la situación de los personajes sino por la sociedad que los ha creado. Dichos estereotipos traspasan por arte de birlibirloque la pantalla y dejan de resultar caricaturas para convertirse en individuos que reconocemos perfectamente, que hemos visto mil veces. La parodia en sí no hace sino acentuar la realidad para hacerla todavía más palpable. Por un lado la disfrutamos al comprenderla como ficción y por otro lado nos hace reflexionar con su parte verosímil. Esa realidad puede servir perfectamente para crear un relato casi gótico en cuanto a lo psicológico se refiere.
Habrá quien a estas alturas hable todavía del cine de Luis Buñuel sin mentar a Luis Alcoriza. Habrá quien mente a Buñuel y olvide su etapa mexicana. Peor para él. Todo el mundo habla de “Un chien andalou” pero pocos se refieren a “Los olvidados” o “Ensayo de un crimen”. Corrían los años cuarenta. “Don” Luis (casi como “Sir” Olivier) había saboreado de forma temprana las mieles del éxito (o de la polémica, que en algunos casos viene a ser lo mismo). Había pasado por Francia consiguiendo asustar a la propia vanguardia que allí venía germinándose. Su surrealismo era mucho surrealismo para Bretón and company. Después, vuelve a España y consigue que el gobierno republicano se sienta incómodo sobre la visión que da de un pueblo que parece encontrarse en la Edad Media (incluso Marañón puso el grito en el cielo). ¡“Las Hurdes” si que parecían surrealistas! De allí se va a Nueva York a trabajar en la cineteca del Museo de Arte Moderno. Entre algunos de los trabajos que se le asignan, destacar el de convertir “El triunfo de la voluntad” de Riefenstahl en un alegato antinazi. De allí también se va con un puntapié en el trasero. ¿A dónde se dirige? A México. Allí, comienza su etapa “alimenticia”, esa que algunos “expertos en la materia” denigran en casi su totalidad por tratarse de un cine de calidad inferior (mejor entonces no hablemos de su etapa como productor en “Filmófono”). ¡Nada más lejos que Calanda! ¿Podría Buñuel explicarse- a pesar de muchos- sin mentar filmes como “El ángel exterminador” o “Él”? (una película tan personal que debiera de llamarse “Yo”, Oti Rodríguez Marchante dixit) se encontraba entre las preferidas de Lacan y Hitchcock. ¿Y quién estaba detrás de casi todas ellas? Luis Alcoriza, otro aragonés. En total, ocho guiones. Su pluma afilada también dio con su exilio en Méjico. Los dos colaboraron engrandeciendo el cine que allí se hacía. Formaron parte de la época dorada. Uno de los títulos más valorados por los mejicanos es sin duda “El esqueleto de la señora Morales”.
Ya no estaba Buñuel en la plantilla pero había algunos elementos que continuaban fijos, además de Alcoriza: estaba, por ejemplo, la música de Raúl Lavista (compositor cinematográfico mejicano por excelencia) y actores como Arturo de Córdova. La película puede encuadrarse dentro del género de humor negro. La “Señora Morales” en cuestión es una sorprendente Amparo Rivelles mejicanizada hasta el tuétano. Su personaje nos habla de una cierta moralidad católica que aún hoy día prevalece en sus últimos estertores. Quizá de aquí a algunos años quien vea la cinta ya no reconozca en la realidad esta forma de ser. Tal vez le parezca incluso cinematográfica. En cierto modo la película tiene un carácter exagerado y ello es debido a las situaciones cómicas que se plantean. No en vano hay momentos donde la carcajada se pierde y entonces podemos sentirnos preocupados, no ya por la situación de los personajes sino por la sociedad que los ha creado. Dichos estereotipos traspasan por arte de birlibirloque la pantalla y dejan de resultar caricaturas para convertirse en individuos que reconocemos perfectamente, que hemos visto mil veces. La parodia en sí no hace sino acentuar la realidad para hacerla todavía más palpable. Por un lado la disfrutamos al comprenderla como ficción y por otro lado nos hace reflexionar con su parte verosímil. Esa realidad puede servir perfectamente para crear un relato casi gótico en cuanto a lo psicológico se refiere.
La señora Morales es una mujer posesiva, controladora, manipuladora, en contra de cualquier tipo de diversión. Su marido, todo lo contrario a ella, vive “mortificado” en el sentido más explícito de la palabra. Está cansado de no ser correspondido por su mujer (que para colmo es tullida), la cual ve en él a un pecador. Sin embargo, esta no quiere separarse de él. “Lo que Dios ha unido, solo la muerte lo separa”. Pero no ya es solo su mujer, sino su cuñada, el marido de esta, el párroco y las beatas del lugar. Todos parecen conchabados para hacerle la vida imposible. Él, que cuanto más recto es peor le va, como diría Sade de su Justine. Por si fuera poco, posee un trabajo no muy agradable: es taxidermista. Algo así como le pasaba a la hija de Juan Simón, que nadie la quería por tener por padre a un enterrador.
El guión está basado en el cuento El misterio de Islington del galés Arthur Machen, uno de los creadores del "Horror Naturalista" y gran influencia para escritores como H. P. Lovecraft. Alcoriza, de forma astuta, adapta la historia personalizándola con un fondo de mala uva patente. La crítica mordaz se construye con un chiste tras otro. Esto contrasta con la labor de fotografía, con esa forma de colocar la cámara (aprovechando el matiz que da el blanco y negro) para transmitir sensación de inquietud, de desasosiego. La batuta de dirección cayó en manos de Rogelio A. González, realizador de gran parte de las historias de las películas de Pedro Infante.
Arturo de Córdova, vertebrador principal de toda la historia, hace de su papel un personaje legendario. Dentro de su currículum cinematográfico, esta interpretación no se escapa de esa oscuridad que tanto se empeñaban en asignarle. Hasta cuando hace de bueno tiene un límite. Podría decirse que Pablo Morales acaba convirtiéndose, a su pesar, en Arturo de Córdova. El público comprende esta transformación. El ambiente en el que se desenvuelve el personaje resulta verdaderamente oprimente. Hasta el mismísimo santo Job acabaría perdiendo los papeles. Lo que nunca aprenden los personajes encarnados por este actor de carácter es que toda maldad tiene su castigo (al menos en las películas) y ello siempre le condena, aunque paradójicamente la película sea de humor.
Una delicia oculta para muchos, como lo son también Alcoriza y las películas mejicanas de Buñuel.
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