El Cine como forma expresiva y estética

martes, 5 de abril de 2011

SÁCAME DE AQUÍ, como dice Búnbury


Por Martín Velasco Bertolotto

…A alguien se le está yendo la pelota. 


"Cisne negro" es una paranoia. ¡No la veáis fumados, por Dios, que os da!
A priori, no hay nada de malo en producir films chungos efectistas sin relleno –relatos que se fundamentan en la capacidad de afectar al espectador emocionalmente mediante los recursos exclusivos del lenguaje audiovisual por encima de la historia en sí-, siempre y cuando el planteamiento estético aporte algo novedoso o diferente. Aronofsky es un excelente “afectista” con piezas como "Pi" o "Requiem". Puede ser una película hueca, una historia sencilla, y sin embargo tener un tratamiento espectacular, pero… “Cisne negro” no es uno de esos casos.
El tema está bastante trillado –“ayy, estoy cumpliendo mi sueño pero estoy tan mal y tan loca que tengo alucinaciones chungas”, “vamos a ponerla en el género de thriller psicológico” dijo el productor-, la resolución narrativa se repite –uso abusivo del efecto “susto” hasta perder el sentido dentro de la propia película, cámara en mano para transmitir inestabilidad emocional…-, los personajes no son originales –es cliché tras cliché: Niña quiere ser princesa de reino y para ello tiene que convertirse en mujer, profesor seductor que manipula y juega con ella, antagonista celosa que hará lo posible por fastidiarla haciéndose pasar por su amiga, la mamá que vive a través de ella sus impotencias que solo le falta la escoba...-, la película no sorprende ni en el durante ni en el después y apenas sobrevive a un segundo visionado.
Algo le está pasando a Darren. Me pregunto porqué está haciendo superproducciones que con planteamientos tan superados en sus otras películas -con montajes mucho más sofisticado y eficaces, dilemas más profundos, planteamientos visuales más potentes...- Veo interrumpida la curva de desarrollo que venía trazando para caer en una película anecdótica, ombliguista y vacía. Me da la impresión de que ha querido meterse en un terreno que le ha venido grande, que es ni más ni menos que el psicoanálisis.
Os lo digo, algo muy malo debe estar cocinándose en su vida. Desde la decepción que sufrió con "La Fuente", las extrañas amistades que contrajo por entonces, hay algo que le está afectando de lleno en su manera de entender el mundo. Le falta sentido del humor. Alegría. Se está aproximando a Lars Von Trier, y eso... no es bueno.
Aronofsky se deja arrastrar de nuevo por el misticismo superficial que vagamente justifica el despliegue de imágenes espectaculares y preciosistas de la película. Tal como le pasó con "La Fuente", el efectismo tenebroso con pestiño junguiano parece ser su única manera de entender la vida y de ver lo humano; no ofrece descanso, los films del neoyorkino se están convirtiendo en una angustia lineal gratuita. Llanto, automutilaciones, sangre, tortura, desolación... Prohibido sonreír.


Darren no se molesta en “localizar” la historia, esto significa: si hubiera hecho que Nina fuera negra, de una familia con problemas económicos y por lo tanto presionada a ser seleccionada para el papel por necesidades primarias -por ejemplo-, entonces estaríamos hablando de un personaje concreto, localizado. La figura materna pretende contener la idea misma de MADRE, -apenas sabemos más de ella, que fue bailarina hasta que tuvo a Nina-. Lo mismo del PADRE con una acentuadísima ausencia, algo que la narración no concede importancia cuando es obvio que es determinante en la psique de Nina.
Tooodo lo contrario. Darren pretende ser abstracto, universal. “Perfecto”. Que la película se codifique en términos simbólicos con referencias a la adolescencia como período conflictivo de transición de la niñez a la vida adulta. Pero no parece conocer los elementos esenciales del propio proceso, que es a fin de cuentas el Complejo de Edipo-Electra.
 Estas omisiones deliberadas que pasan de puntillas por la escuela freudiana dejando en evidencia que Darren ha contado lo que le ha apetecido sin poner chicha en el asador, con poco afán de ser escrupuloso o serio con los personajes o con la historia en sí. Esta indiferencia contrasta con el cariño e interés que se han filmado las escenas de “sexo” -entre comillas, porque no sale ni una cacha. Supongo que es lo malo de trabajar con Natalie Portman, que puedes ser europeo hasta que llegas a la cintura de su agente.-
Mientras tanto el espectador puede obnubilarse con la coreografía de la danza, el efectismo de la narración o simplemente contemplando los pezones, perdón bellezones Natalie-Kunis (personalmente preferencia por Kunis, me parece más erótica). Lo bueno es eso, que permite a los fans dejarse llevar si quieren, ya sea por las actuaciones como por la endeble copia a sí mismo que hace Darren. Esto explica su éxito de taquilla y me atrevería a decir que las nominaciones.


Sip-
Pero un espectador “cabroncete” que no tiene activado el piloto automático, creo que no puede evitar preguntarse “¿¿por qué Darren?? ¿¿Por qué no nos dejas ver más allá de las obsesiones de la protagonista que vienen a ser las tuyas, macho?? ¿Será que quieres ocultar justamente un vacío chirriante?”
El jugar al “afectismo” sin resolver lo primordial, es el aspecto que le da un olorcito inmaduro a toda la película. Y la causa de no poder disfrutarla como me hubiera gustado, yo que soy “aronofskista” de toda la vida.  
El ejemplo de antes es bueno. La misma historia protagonizada por una negra y una madre coja, ¿podemos imaginarlo? Sería otra historia, tal vez hasta más coherente. ¿Y si en vez de ballet fuera otra disciplina que no hicieran las geishas y en general la mujer a lo largo de la historia del hombre –pintar, cantar, coser, relatar, y todos las artes ligadas al placer y goce masculino? Sí, en plan que reflejara un conflicto más cercano al siglo XXI, no sé, que supere el dilema del cuento de la princesa Odette… Algo que esté un poco desligado de la idea más arcaica y primitiva de la feminidad.
Una videoartista.
Mira eso hubiera molado. Que se inspirara en alguna de las que ya tenemos y luchan por dejar de ser vistas como “Cisnes Blancos”. Pero claro, el final tendría que ser distinto, tendría que llegar a la conclusión de que Cisne Negro lo sea tu hermana, guapo (los que conocen el final saben a qué me refiero).
Es evidente que el argumento de esta película es "confuso". ¿Acaso es que Darren entiende la sexualidad -femenina- como algo que debe permanecer reprimido y contenido para evitar el infierno, la locura, la muerte? ¿O que la “autosuperación” de la mujer pasa necesariamente por un proceso de descubrimiento sexual autodestructivo que está contenido en el deseo del hombre, algo así como que la mujer está destinada a sufrir haga lo que haga debido a su propia "naturaleza" de “mujer”?


En cualquier caso, me he centrado en lo que he considerado más mejorable de la película: el argumento. Pero no cabe duda que el gran fallo del film es que le falta aire, reposarse sobre sí misma de vez en cuando, pero sobre todo, le falta sentido del humor. Esto hubiera sido distinto con un poco menos de “thriller psicológico” y un poco más de “película en serio”.


4 comentarios:

  1. Considero que las carencias de esta película no se centran precisamente en el argumento;tiene carencias de todo tipo; a nivel de guión, historia,género,...,lo más mejorable no es el argumento,todo es mejorable.
    Por otro lado me sorprende que se pudiese escribir una crítica sobre esta película,no pensé que diese para tanto, no creo que el film aporte nada, ni siquiera entretenimiento, empleando el pretexto del ballet se habla y se tocan temas de diversas cosas pero conjuntamente...de nada.

    ResponderEliminar
  2. Estoy deacuerdo contigo Gadea Abades. Sin embargo, el panorama de la "alta crítica" nacional e internacional, no solo "ha perdonado" a Aronofsky, sino que le aplauden:

    "Aronofsky parece haber logrado aquí la síntesis perfecta de su poética (...) El clímax final conquista la grandeza de lo inefable: una apoteosis de cine puro" (Jordi Costa: Diario El País)

    "Una embrujadora mezcla de locura y astucia (...) El retrato de Portman de una artista bajo asedio es imprescindible e inolvidable. Al igual que la película (...) Puntuación:: *** (sobre 4)" (Peter Travers: Rolling Stone)

    "Un deslumbrante ejercicio de sabiduría; de certeza cinematográfica" (Luis Martínez: Diario El Mundo)

    "Una experiencia única, de una intensidad paranoide, casi psicotrópica, tan barroca y encendida como 'Réquiem por un sueño' (...) Es una celebración del cine en su expresión más libre y demente (...) Puntuación: ***** (sobre 5)" (Sergi Sánchez: Fotogramas)

    Boyero en cambio opina como nosotros:

    "Aronofsky cuenta esta temible historia con poderoso sentido visual, con suspense, con desasosiego. (...) Por ello resulta aún más enervante que al final ese turbio universo se convierta en un esperpento barato, en efectismo hueco." (Carlos Boyero: Diario El País)

    Saludos

    ResponderEliminar
  3. A mi me está ayudando a atravesar mi adolescencia...

    ResponderEliminar
  4. Yo pienso que "El cisne negro" es una película bastante buena,con una realización muy interesante pero que se resiente de un guión excesivamente obvio. Para mi gusto la solución no pasaba necesariamente por ser más profundo o sutil en el guión. Puede que,sencillamente, le falte algo de humor. Si hubiera adoptado el tono festivo del giallo al que hace referencias habría dejado mejor sabor de boca.

    Os dejo el enlace de una crítica de la película que me parece recomendable:

    http://elcineseguntfv.blogspot.com/

    Por cierto a los interesados en el giallo les animo a ver esta rareza:

    http://www.imdb.com/title/tt1426352/

    ResponderEliminar