El Cine como forma expresiva y estética

lunes, 30 de noviembre de 2009

Más sobre Waking Life, 2001

Por Taís Carballes Balsa


Waking Life es un film animado mediante la técnica de rotoscopia, dirigido por Richard Linklater, hecho en el año 2001. La película nos plantea una relación entre la vida y los sueños y podría entenderse como una especie de documental que es el que caracteriza la animación. Los diferentes personajes responden a preguntas con las que el propio director se va tropezando a lo largo de su vida, así como las personas a quienes dirige sus dudas. A medida que avanzamos en la película, nos encontramos con respuestas y opiniones muy diferentes, temas muy variados, pero con un lazo en común: los sueños.
En la historia se cuenta que un chico, tras un accidente, empieza a tener sueños en los que se encuentra a toda clase de excéntricos personajes con los que mantiene diálogos existenciales perfectamente lúcidos sobre temas como el tiempo, la sociedad, el existencialismo, la filosofía, el cine, la mente humana, la abstracción... sobre la vida en definitiva.
Para el espectador resulta atractivo e interesante lo que se está contando, puesto en que diversas ocasiones sucede que se acerca a la propia realidad de su experiencia. Es sencillo estar atento a lo que nos están contando, aunque puede que haya ocasiones en las que no entendamos mucho a cerca del tema que nos están hablando, lo cual puede resultar algo pesado si hablan durante demasiado tiempo seguido. Aún así, cuanto más adentro se encuentra uno en la historia, más se empieza a razonar y a meditar a cerca de lo que percibimos, incluso cuando se termina de ver la proyección. Es simplemente como una especie de impulso que lleva a debatir la película.
LIBRE ALBEDRÍO Y DETERMINISMO:

LA RESISTENCIA:

EL TIEMPO:

UNA NUEVA MENTE:

En cuanto al planteamiento de la animación, la película es rodada primeramente con actores reales, cuya imagen va a ser posteriormente coloreada, con la finalidad de adquirir un ambiente que se asemeje más al mundo de los sueños. La técnica empleada es la conocida con el nombre de “rotoscopia”. Con este parecido a los personajes de animación, resulta interesante y llamativo el gesto y las expresiones de los personajes mientras exponen sus ideas. Y se presta atención a detalles también del escenario y del vestuario que, debido al continuo movimiento de la imagen, hace que sea más dinámica la visualización.
En relación al tipo de planos, se observa una abundancia de los primeros planos y los planos medios de los personajes. Quizás se deba a esa intención de que se parezca más a una conversación entre el actor que cuenta la historia y el espectador. Esta forma de plantear la película ayuda a lo que anteriormente se ha estado repitiendo.

Waking Life, 2001

Por María Penalonga Ramallal

Waking Life (2001) es una animación, hecha mediante la técnica de la rotoscopia, donde se redibuja una imagen real en movimiento para convertirla en animación. Esta técnica fue inventada por Max Fleischer, y salió a la luz a partir del 1912.
Existen numerosas películas con esta técnica, y Richard Linklater nodudó en emplearla, primero con Waking Life (2001), y más tarde con Scanner Darkly, en el 2006.

En Waking Life, Linklater cuida la imagen, los encuadres; el colorido;los primeros planos; los movimientos de una cámara ondulante al compás de la música o con un travelling siguiendo a los personajes; creando así una película agradable a nivel visual.
Centrándonos en el ámbito sonoro, la música cobra un papel relevante, tanto en las vistas aéreas como en el concierto del principio, donde la imagen carece de diálogo y los músicos nos deleitan con una audición, donde sus movimientos son totalmente fieles a la realidad. Aparentemente nos encontramos ante personas de carne y hueso, no dibujos.
Podemos decir que Richard Linklater crea un film de animación, con excelentes resultados, aunque no sabría decir si necesarios, ya que la animación es un elemento visual más de la película, pero lo verdaderamente importante es el contenido, los sueños que al mismo tiempo establecen un paralelismo con la filosofía de la vida “Parece que estamos limitados por el mundo, pero lo estamos creando nosotros. Sabes que estás soñando, puedes hacer lo que quieras, eres consciente, tienes muchas opciones y de eso trata la vida.”
El protagonista se encuentra en un profundo sueño del cual no puede despertar. Tiene continuos despertares falsos, que crean agobio en el protagonista e incluso en el espectador, ya que creemos que por fin está despierto, pero sigue sumergido en sueños extraños que no puede controlar.
Durante el transcurso de la película nos llenamos de discusiones filosóficas que entrelazan temas como la realidad, el significado de la vida, la evolución del hombre (el neo-humano); el leguaje, donde gran parte de lo que percibimos no puede ser expresado; política; religión…teorías que son expuestas por las diferentes personas que se cruzan en el camino del protagonista. “Dicen que los sueños sólo son reales mientras duran... ¿puedes decir lo mismo de la vida?”
A lo largo de la película escasean los diálogos, podríamos hablar de un gran número de monólogos, en ocasiones largos y densos, con secuencias amplias; cargados de un fuerte contenido filosófico, creando así una película compleja y cargada de contenido.
“¿Que hay ahí? No lo se todavía, pero es un lugar, y determinará el curso del resto de tu vida...”

“UN LUGAR DONDE QUEDARSE” DE SAM MENDES… UN DESTINO INVOLUNTARIO.

Por Antonio Ferreira

Después de las magníficas, en mi opinión, American beauty, Jarhead o Revolutionary road, Mendes nos sorprende ahora con Un lugar donde quedarse… quizás sería mejor decir que no nos sorprende. Creo que es una buena película aunque no nos aporte nada innovador en el plano estético típico del director. A mí, personalmente, me parece que pierde cierto encanto conductor sin el acompañamiento musical de Thomas Newman, presente en sus tres películas anteriormente citadas. Si bien no creo que mantenga su especial pose expresiva, o por lo menos se la percibe algo mas recatada, me parece que el concepto argumental que trata es altamente atractivo.

Bajo una apariencia de ácido vodevil, se nos plantea el tema del destino involuntario... es decir… contemplado desde el punto de vista del feto, del futuro bebé, nos damos cuenta que en absoluto somos participes de elecciones importantes de nuestra vida… los padres se percatan de dicho trámite esencial y buscan para su retoño un lugar especial para que este crezca en perfectas condiciones, condicionando, seguramente el resto de su existencia, pero es algo que todos hacemos o que haremos, supongo, asi que no les culpo, aunque; ¿y si hubiesen elegido otro lugar? ¿y si los padres se separan antes de su nacimiento?¿y si naces en un hospital repleto de medicamentos y enfermos y por eso luego vomitas al entrar en una tintorería? ¿y si educas a tu hijo con un marido al que odias y viceversa? ¿y si copulas con tu pareja de forma natural delante de tu hijo… saldrá un pervertido? ¿y si uno de los padres muere? ¿y si…? ¿y si…?
Salí del cine con estos extraños pensamientos y me planteé la importancia que tiene cada elección en tu vida en relación a ti mismo y a los demás, en relación al ahora, al ayer y al mañana, en la importancia del destino, en que no quería tener hijos… en fin, la única conclusión a la que llegue es a la impotencia de la no-respuesta, al entramado socio-ambiental al que estamos sometidos casi inconscientemente y a que supongo que… “yo soy yo y mi circunstancia” y que hay que tirar para adelante como sea, sin darle mucha importancia a estas cosas si no quieres volverte loco...
Por ponerle una última pega a la película, es que en el tratamiento de Mendes suelen aparecer personajes estereotipados para criticar a los sectores aludidos, pero, en este caso, creo que se ha pasado un pelín con los personajes secundarios…

domingo, 29 de noviembre de 2009

EJERCITANDO EL ROSTRO


Un film de Marco Bellocchio

Por Javier Ramírez.

¡Guerra, guerra! Vincere es una película agitadora. De guión un poco flojo e irregular, pero de una fuerza abrumadora. Y sobre todo, totalmente desacomplejada.




Más allá de lo que cartel, tráiler, e incluso alguna crítica hagan parecer, no es una obra de corte historicista en un sentido sobrio y académico (sin entenderse con esto crítica alguna hacia ese estilo). Es una obra de rebeldía en el montaje, de mensajes que invaden la pantalla, de actuaciones expresionistas, de músicas que subrayan y te mueven físicamente. No te la tomas en serio, pero te hace reflexionar.
Su mensaje no es novedoso, ni mucho menos deslumbrante. Puede incluso recordar en cierta manera a El intercambio de Clint-Eastwood, lo cual tiene su gracia, pues casi pareciese una mofa del exagerado y manipulador melodrama protagonizado por Angelina Jolie.



Nos situa en una italia de principios de siglo, con un Mussolini implacable y ambicioso (en todos los sentidos) cuyas desventuras con Ida Alser serán la base de todo el film. El rechazo por parte de Mussolinni de su primogénito y de toda relación con la bellísima mujer generará una historia de amores frustados, oscurantismo político y desesperación. El trabajo de los actores es realmente destacable (Giovanna Mezzogiorno y Filippo Timi), contando con que no son interpretaciones naturalistas, sino totalmente expresionistas en concordancia con el tono, en parte, desenfadado del film.

Vincere es interesante en la forma, aunque pueda hacerse lenta por momentos. Tiene una fotografía muy  cuidada con especial hincapié hacia el color. Es cine, sí, pero también podría ser teatro en cierta manera. Sus cualidades la alejan de posibles comparaciones, y no creo que sea valorable en claves de crítica cinematográfica al uso. Es posible que todos los elementos que yo encuentro destacables, para otro pasen incluso desapercibidos, por tanto, nos encontramos ante una valoración de una subjetividad altísima.



El respeto y protagonismo que Bellocchio permite al trabajo actoral, generando momentos cuyo foco es exclusivamente la interpretación, y sumando lo "especial" de la forma, acostumbrados al inmortal "método", es un punto a tener en cuenta. La utilización de metraje de archivo en grandes cantidades, pero de forma inteligente, da estabilidad al lenguaje escogido. Las contínuas referencias cinematográficas de la época así como la importancia del mismo durante todo el metraje, expresan esa intencionalidad de alejarse del cine contemporáneo.
Vincere, y espero no estar loco al decir esto, es una obra para arrancar grandes sonrisas y abrir ampliamente los ojos en un intento de recuperar un cine basado en la fascinación.
¡Fascismo, fascismo!

jueves, 26 de noviembre de 2009

El hombre que nunca estuvo allí.

Por María Chacón Rubio.

Esta película con aires de cine negro clásico pero renovado, que incluso introduce ciencia- ficción; nos muestra la preocupación de los hermanos Coen por dotar de belleza cada encuadre. Utilizan el blanco y negro con mucho acierto, los claroscuros son muy eficaces, y los negros puros forman siluetas estremecedoras que dan tensión y belleza visual, fue grabada a color y posteriormente la pasaron a blanco y negro, con lo que consiguieron un magnifico resultado. La fotografía de Roger Deakins es excelente, fue nominado al Oscar. También destaca la narrativa por suspense pero sin sobresaltos, una intriga sin  estridencias, con ritmo lento pero constante.
El protagonista Ed Crane, es un perdedor, un peluquero que ni si quiera es el peluquero principal de la barbería de un pueblecito de California; siempre es un fracasado, el yerno de un rico empresario en Fargo, el hombre más vago del mundo “El Nota” en la película el Gran Lebowski, o un soluciona problemas de un poderoso gangster en Muerte entre las flores. Son personajes pasivos que se dejan llevar, pero que en un momento dado su actitud cambia, dando lugar a todo lo que les pasa. Los hermanos Coen hacen reflexionar al público mediante la utilización de estos personajes que se encuentran entre el bien y el mal.

Ed Crane es un sencillo hombre, pero que a su vez parece un gangster de cualquier película de los 40, siempre sumergido en el humo de su cigarrillo y en sus silencios. Este personaje lucha por salir de su vida rutinaria y aburrida, y en ese esfuerzo le acontecen una serie de sucesos que logran en parte que su vida de un vuelco. El hombre que nunca estuvo allí también es el hombre que no dice nada, que se encierra en sí mismo, pero que no pierde la fe, que no tiene miedo a morir.
La construcción del personaje Ed esta excelentemente interpretada por Billy Bob Thornton, se puede juzgar debido a la escasez de diálogos, esto se soluciona con su voz en off que tiene su lógica, ya que, el carácter del personaje es muy reservado; es un papel de gran dificultad en que su seriedad, miradas y gestos son primordiales, generan una gran curiosidad. El blanco y negro también ayuda a definir más al personaje, es como ve el mundo. Los demás personajes utilizan las palabras para esconder una realidad detrás de la que no hay nada, palabras igual a mentiras, y en oposición aparecen los silencios de Ed.
Este film no da respuestas a las cuestiones que se proponen pero eso es precisamente lo que pretende; como dice el abogado: Nosotros no tenemos que saber, sólo debemos demostrar que los otros no saben.
Cada elemento de la película hace que el espectador este atento y pueda disfrutar en sus distintos niveles visual, sonoro e intelectual.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Aleksandr Rodchenko


Cartel para El Acorazado Potemkin, de Sergei Eisenstein, 1925

"El hombre de la cámara". Dziga Vértov.

Por Raquel Carrascosa Lozano


Vértov realiza este largo, "El hombre de la cámara", de 80 minutos de duración a modo experimental hacia 1929, sus similitudes con “Berlín sinfonía de una ciudad” 1927 son obvias, aunque para mi gusto en Berlín contemplamos la ciudad como si de sonámbulos se tratase, viendo pasar el tiempo por medio de imágenes, tan solo mirando, que no viendo, el exterior por el que se pasa fugazmente y probablemente sin caer en la cuenta de lo que realmente se debería ver, Berlín nos sumerge en un estado de sonambulismo, parecemos zombis atravesando la ciudad, ensimismados por la estética de las imágenes, en cambio en El hombre de la cámara aparentemente se realiza el mismo tipo de documental, un documental que quizá pretenda dibujar en nuestra mente una idea de cómo es la ciudad, aunque esta vez nos situamos en San Petersburgo, a mi juicio en esta última, no nos quedamos tan solo con un retrato de la ciudad sino que podemos atisbar muchos temas de los que hablar, Revolución industrial y a pesar de quedar claro este avance continúa permanente la pobreza…no es solo un paseo de nuestros ojos por estéticas imágenes de las calles de San Petersburgo, aunque la intención de Vértov pudiera ser esa.

Podemos decir que Vértov representa en este documental un día en las vidas de los ciudadanos de San Petersburgo, y nada más lejos de la realidad nos encontramos con una sociedad absorbida por la manipulación de las masas que se disponen a trabajar como si de borregos se tratase (como criticaría después Chaplin en "Tiempos modernos" hacia 1936). Las imágenes, que son grabaciones directas de la realidad, representan la mecanización del trabajo, en la que la mano actúa por sí sola sin la necesidad de un cerebro que la guíe, esto está reflejado tanto en las horas de trabajo como en las horas de ocio en la vida de un ciudadano ruso en pleno apogeo de la Revolución industrial que llegó de forma tardía a Rusia, lo que quiere decir que no solo actuamos de forma irracional y mecánica cuando trabajamos sino que incluso cuando estamos realizando una afición también lo hacemos de forma mecánica, como cuando tocamos el piano, pintamos etc. Cuando todos los ciudadanos salen del trabajo, se arreglan, tras haber perdido su identidad convirtiéndose en máquinas durante una larga jornada de trabajo, para recuperar dicha identidad, pero a continuación vuelven todos en masa a disfrutar de sus horas de ocio a la playa, vuelven a caer en un sistema de manipulación que incluso en sus horas de ocio les impone donde deben ir.

La película es muy curiosa porque se está grabando a un hombre que está grabando, se graba en el inicio a la gente esperando en el cine para ver la película, al protagonista que lleva la cámara buscando secuencias interesantes, que llamen la atención. Se ve todo el proceso a la hora grabar, con cierta intención libre, pero podemos ver las imágenes en movimiento de un coche grabadas desde otro a unos escasos dos metros de separación con bastante buena estabilidad en los movimientos de cámara. Los efectos especiales utilizados nos remiten a los hermanos Lumière y a Georges Mélies entre otros. Similitudes con los hermanos Lumière destaca sobre todo la imagen en retroceso, la sensación visual que produce el viento azotando un árbol y a continuación ese mismo viento en retroceso produce inquietud visual, como ocurre con las fichas de ajedrez que parten de estar descolocadas en el centro a, de pronto, estar todas dispuestas para jugar, además de la secuencia en la que en “El hombre de la cámara” entran todos al trabajo en tropel recuerda mucho a “La salida de la fábrica” de dichos hermanos. También Vértov utiliza la cámara rápida y lenta, acompañada de una música completamente ligada a la imagen, sin ésta la película pierde cierto grado de interés. En cuanto a semejanzas con el cine de Georges Mélies cabe destacar los efectos especiales utilizados a modo de ilusionismo, cuando aparece el hombre de la cámara dentro de un vaso de cerveza o las imágenes de la propia cámara moviéndose sola que parece que cobra vida, nos sugiere a aquellos videos de Mélies en la sala de variedades. En casi el final de la película encontramos unas secuencias de deportistas, lanzando el disco por ejemplo, en las que volvemos a ver la cámara lenta, en 1938 Leni Riefenstahl llevará imágenes similares a estas, a un documental de 225 minutos llamado “Olympia”. Vértov relaciona en numerosas ocasiones el ojo con la cámara cuyo funcionamiento es similar, aunque se intensifica la superioridad de la cámara sobre el ojo, ya que el ojo no puede montar dos secuencias a la vez desde dos planos distintos, como se hace en la película, o por ejemplo tampoco puede captar el movimiento de la vida y de pronto pausar la imagen y dejarla fija como también hace Vértov en el documental.

En conclusión para mi este documental dice más de lo que en principio se puede esperar, no es solo conocer a través de él las vidas de los ciudadanos de San Petersburgo, que es el aparente mensaje del documental, sino que nos damos cuenta de cómo se les convierte en máquinas, se les impone lo que deben hacer, a eso es a lo que se le llama desarrollo, a la pérdida de las libertades individuales para formar parte de una gran y desarrollada sociedad. También nos acerca un poco más al cine introduciendo una sala, los espectadores, un operario grabando y una ciudad en movimiento. Por medio de las imágenes nos situamos en San Petersburgo tras la muerte de Lenin, una ciudad con un progreso reciente ya que comenzó a desarrollarse industrialmente más tarde que otros países. Estas imágenes son un precedente de lo que unos años más tarde se convertiría en una catástrofe, una ciudad nuevamente en retroceso debido a los bombardeos por parte de Hitler que acabarían con la muerte de más de un millón de personas.

Reina Sofía. David Maljkovic: Out of Projection

El Reina Sofía ha prestado sus salas a David Maljkovic, croata que sintetiza su propia tradición cultural con el ambiente berlinés, donde reside habitualmente. Scene for a New Heritage (2004-2006) ofrece interés por los recursos narrativos empleados para proponer una reflexión sobre el paso del sistema socialista al liberalismo actual.

Muy recomendable como "vídeo-arte"

sábado, 21 de noviembre de 2009

JOHNNY COGIÓ SU FUSIL

Por Megan Pfeiffer

Gran película antibélica, basada en la novela con el mismo titulo “Johnny got his gun”, escrita por Dalton Trumbo en 1939, y dirigida también por el, en 1971.
Dalton fue un personaje, bastante contradictorio al idealismo norteamericano. Su primer error fue inscribirse en el Partido Comunista, lo cual, trajo bastantes visitas del FBI, interesados en que Dalton les diera información sobre el Partido y sus integrantes.

La novela tampoco le hizo demasiado popular que digamos , puesto que en el momento (1939), lo importante era la guerra, y esa misma razón fue la que provoco que no se publicara mas el libro, hasta el fin de la guerra.
La novela y la película narran la historia de un joven estadounidense, que tiene que luchar en la I Guerra Mundial, con la mala fortuna que una de las bombas que lanzan los enemigos le mutila por completo, dejándole sin extremidades y sin rostro. Lo único que sigue en perfecto estado es su mente.
Magnifica forma de comenzar la película. La música e imagen hacen que sientas la guerra, lucha , poder , hasta tal punto, que te hacen creer que la guerra es grandiosa, casi una necesidad para la humanidad.
Desde el comienzo de la película el espectador se siente bastante inquieto, primero por el silbido de una bomba a punto de tocar el suelo, por el leve sonido de un hombre respirando.
La primera imagen (en blanco y negro), te sorprende, te encasilla en un sitio de donde no se pude salir. Tres hombres enmascarados nos miran fijamente, lo único que se ven son los ojos. En un principio no se reconoce para nada que son médicos, sino más bien, nos recuerdan al enemigo, que ha conseguido acorralarnos. Gracias al dialogo que tienen, vamos comprendiendo lo que ha sucedido.

Sabemos que el protagonista ha pasado por una operación durísima, tras haber sobrevivido a una bomba, el cual se ha destruido sus extremidades, y todos sus sentidos. Vive, pero ¿en que condiciones?
Inquieta especialmente que no podamos ver el rostro del mutilado en toda la película; no hay forma de conocer su horror. Lo único que nos da pistas, es su voz en “off”. Y lo que es mas intenso y terrorífico para el espectador, es que el mutilado, recuerda su vida, una historia completamente normal y feliz. Aun no sabe que forma parte de un sueño. Es tan normal, que es en color, el blanco y negro se deja para su pesadilla.
Algo horrible para cualquier ser humano, es el no poder distinguir lo que es un sueño y lo que es realidad. Para cualquier persona, conocer la diferencia es un acto innato. Cuando estamos soñando tenemos la capacidad de demostrarnos a nosotros mismos que, en efecto es un sueño.
Para nuestro mutilado, no es tan fácil. En una de las escenas, le pregunta a Jesús (Donald Sutherland) si le puede ayudar, para saber como distinguir entre los sueños y la realidad. Jesús le dice que hay muchas formas, por ejemplo, mover los brazos, obligarse a uno mismo a abrir los ojos, o incluso gritar para despertarse. Pero después de cada sugerencia el mutilado le recuerda que no tiene la posibilidad de hacer ninguna de esas cosas. Jesús, con cara de preocupación contesta que, en ese caso ni Dios mismo le puede ayudar.
Verdaderamente escalofriante. Lo último que se pierde es la fe. ¿Qué pasa cuando la fe te da la espalda?
Recuerda su vida, y los últimos momentos con su familia antes de ir a la guerra, los sonidos, las paredes cargadas de imágenes, las últimas caricias.
Poco a poco, es capaz de sentir cosas, lo que puede con lo que tiene, y por un momento se siente feliz. Puede sentir las vibraciones, distinguir personas, saber si es de día o de noche, incluso las estaciones del año. Su mente comienza a funcionar de forma distinta, tiene que crear un mundo nuevo, con personajes y lugares, con las que, en una vida normal, no se encontraría jamás.
Las imágenes son terroríficas, pero ese terror se completa cuando se añade la voz del mutilado, con lo cual, hay que tener en cuenta la interpretación. La imagen sin sonido, se ve, normal, se ve una imagen con belleza en las luces y las sombras que prestan el blanco y negro, pero, con lo que se obtiene el objetivo de la película, es sin duda con el dialogo y la forma en que se usa.


Junto con la buena utilización de la imagen, deberíamos prestar atención a lo que nos cuenta el guión.
Desde el principio, la película nos dice que la guerra es mala. El mutilado desde su posición, desde sus posibilidades, busca en su mente una solución. Pregunta a su familia, pregunta a su fe, ninguna de estas le sirve.
Cuando consigue comunicarse con el mundo exterior (por el código Morse), y contar al mundo su historia, se lo impiden, ¿Cómo podrían dejar a ese hombre enseñar lo que en realidad hace la guerra? El mutilado (como él mismo dice en la película), es una verdadera maravilla. No es una criatura, no es un monstruo que ha creado Dios, sino que ese deshecho, ha sido creado por el Hombre. Una feria sería el lugar apropiado. Incluso una persona mutilada, puede llegar a ser feliz, con lo poco que puede obtener.
Pero si no hay otro fin, el único fin es la muerte, pero claro, eso tampoco se lo pueden dar, tienen una moral que tienen que seguir. Una “moral” bastante conveniente para la situación en la que se encuentran.

martes, 17 de noviembre de 2009

Varitas mágicas para los grandes problemas. Edén al Oeste, de Constantin Costa-Gavras

Costa-Gavras es uno de esos realizadores irregulares que te pueden sorprender en positivo o en negativo, tanto si uno se pone a ver una película alabada por la crítica como si lo haces con otra menos afortunada por los juicios ajenos. Confieso haberme derretido viendo "Z" (1969) cuando fue estrenada... Sin embargo, hoy me parece una película mediocre... Lo mismo podría decir de "Estado de sitio" (1973)... Sin embargo, por encima del argumento, incluso, me sorprendió muy positivamente "Amén" (2002), contando, incluso, con las reiteraciones que le reprochan algunos cronistas manifiestamente reiterativos... En procesos creativos, la reiteración puede ser un recurso "útil" si quien la usa tiene inteligencia.


"Edén al Oeste" es una especie de "docudrama en clave de comedia" sobre la inmigración en la que Casta-Gavras se ha aproximado a las fórmulas de K. Loach, sin llegar a las planteamientos maniqueos habituales en el cine político. Creo que esa prudencia, junto con el final, son los elementos más positivos de una película sin otras cualidades reseñables.
Con una fotografía "correcta", de pocas tomas espectaculares (las marítimas), Costa-Gavra organiza un guión en el que pesan demasiado situaciones sólo justificadas por un potencial cómico que, a su vez, sirve de esqueleto rítmico de cierta eficacia, e indirectamente fuerza un fenómeno paradójico, porque a la postre compiten en importancia "el inmigrante" y "los aborígenes" sobre los que se construye la comedia. Y acaso resulte más interesante el muestrario humano reunido por la cámara que las peripecias del nuevo Ulises.
En definitiva... Película nacida para ser programada en foros ciudadanos para plantear el problema de la inmigración, pero nada relevante en asuntos estéticos.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Gigante

Por Lara Abajo Cortés
¿Quién no ha se ha sentido nunca atrapado en la rutina? Esto es lo que parece ocurrirle a Jara, vigilante de seguridad nocturno de un supermercado, hasta que repara en la presencia de Julia, una de las empleadas de la limpieza y comienza a obsesionarse con ella.
Esta obsesión le lleva a seguirla a todas partes, dando lugar a todo tipo de situaciones, algunas de ellas algo típicas y previsibles, sin embargo aun puede sorprender el desenlace del alguna de estas.
Esta película de origen uruguayo se empeña en mostrarnos la rutina de un personaje totalmente normal y anónimo, su vida, sus gustos y su cotidianidad. Los escenarios no son manidos ni recargados, son ambientes reales y un tanto deprimentes, aderezados por las luces fluorescentes del comedor del supermercado. Casas, bares o comercios, todos los entornos típicos de una clase obrera que intenta llegar a fin de mes como buenamente pueda.
Lo silencios prolongados ¿o alguien esperaba que un tímido y solitario vigilante de seguridad hablara solo en mitad de la noche?

¿El ritmo? Lento, muy lento, alguien podría decir que como los días que transcurren sin ningún aliciente o sobresalto, pero la historia inicialmente interesante, acaba haciéndose un tanto pesada. No hay apenas tensión narrativa y poco a poco te distancias del tímido vigilante de seguridad con el que tan pronto habías conectado en un principio, su pasividad adormece y su comportamiento acaba resultando monótono y aburrido.
Curiosamente, entre tanta pasividad y parsimonia y a pesar de la decadencia de los escenarios, las imágenes son muy estéticas y sosegadas. Los planos son largos y cuidados, al igual que los encuadres, que no desentonan con la historia ni la velocidad.
Curioseando por Internet, he descubierto discrepancias en el género que otorgan a la película. En unos sitios la catalogan de drama y en otros de comedia romántica. Aquí una no sabe que contestar. Bien es cierto que la película tiene momentos cómicos, pero en su mayoría lo que predominan son los guiños a las situaciones cotidianas, pero tampoco es una historia verdaderamente dramática y emocional o romántica. Tal vez es simplemente una historia cotidiana más…real y monótona, como la vida misma.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Home ¿Dulce hogar? Ursula Meier, 2008

Por Jorge Anguita


Si tuviera que valorar una película por la cantidad de gente a la que se la recomendaría, diría que esta es muy buena. Quizás por su mensaje directo y porque considero importante que se sigan mostrando en pantalla ciertos comportamientos de una sociedad paradójica, dependiente del progreso y aislada por él.
La trama nos muestra a una familia que vive a las afueras de la ciudad junto a una autopista cerrada al tráfico, disfrutando de la libertad sin las barreras y limitaciones de las leyes y espacios privados. Una familia sin grandes aspiraciones, de conducta hippy y despreocupada. Todo esto cambia cuando la carretera es abierta y el tráfico comienza a traer consigo ruido, contaminación e incomunicación. Su mundo queda dividido con la autovía de dos sentidos que representa una sola dirección, sucumbir ante lo impuesto. Este muro difícil de cruzar les encierra en su propia casa y transforma a cada miembro convirtiendo la rebeldía en apatía, el amor en locura y el optimismo en violencia. Toda esta alegoría se completa cuando deciden insonorizar la casa, tapiar las puertas y ventanas y quedan atrapados en ella sin el aire de afuera. Están desorientados por el silencio, la luz artificial y la falta de sueño que resuelven con somníferos.

Si tuviera que recomendar esta película por el trabajo de la directora creo que no lo haría. Me desconcierta el uso de la música. La película exige durante la primera parte utilizar el sonido natural del exterior que rodea a la casa junto a los diálogos y sonrisas de los personajes. Después con el ruido ensordecedor de los coches y el silencio dentro de la casa. No necesita generar tensión ni dramatismo con la música que se oye, la imagen lo hace todo. La fotografía está bien, la luz del interior produce un contraste y unas gamas que encajan bien con el significado que va adquiriendo la casa a medida que se encierran en ella. Los paisajes se quedan en nada, no están bien aprovechados, no enfatiza la importancia y significado de un entorno evocador salvo cuando muestra las distancias que separa la casa del pueblo. Todo queda reducido desde el principio a un espacio aislado pero limitado que les amuralla incluso antes de comenzar el tráfico. El ritmo, por otro lado, es lento, muy lento, ayuda a seguir la película en unas ocasiones y aburre en muchas otras aunque recurra a desnudos para activar el morbo y a pequeñas dosis de violencia para terminar alguna secuencia.
El guión deja cosas sin resolver como la historia de la hermana mayor que desaparece en mitad de la película y deja una puerta abierta a la interpretación de cada uno (para mi es la más lista de todos, la única que quiere adaptarse). El resto de personajes funcionan acorde con el desarrollo de la trama aunque su comportamiento es inverosímil porque no entiendo como una familia puede perder la cabeza antes de coger sus cosas y salir de allí!. Imagino que esta es otra de las metáforas, al fin y al cabo, todos vivimos cómodamente en nuestras casas reivindicando una libertad que consumimos poco a poco.
En fin, que la doy un 7 por aquello del mensaje, aunque resulte demasiado reiterativo.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

El secreto de sus ojos. ¡Vuelve Campanella! ¡Vuelve Darín! ¡Y vuelve el amor!

Por Jorge Anguita
Campanella trata aquí temas recurrentes en su obra con sus actores de siempre. En el hijo de la novia comparaba la relación rota, debido al alzhéimer, donde el padre sirve como ejemplo al protagonista para enfrentarse a los problemas de pareja bajo una perspectiva diferente.
El secreto de sus ojos es una historia dentro de otra historia. Un protagonista jubilado abandonado a una vida de reflexión que le lleva a escribir una novela donde narra en primera persona el caso que investigó en el pasado y marcó su vida.
Por un lado narra el caso de violación y asesinato de una mujer cuyo marido convierte su vida en una venganza obsesiva contra el asesino y por el otro la película narra la historia del amor que Esposito, el protagonista, sentía hacia Irene, su antigua compañera de trabajo, y que jamás se atrevió a confesarla. En esa novela, como en la película convergen dos historias con dos finales que debía retomar y de algún modo cerrar.
Morales, el viudo, es un personaje ambiguo, un ejemplo de amor incondicional que también refleja el vacío existencial que nos produce la soledad y cuyo final no había podido resolver Esposito. La novela sirve al protagonista para redimirse, enfrentarse al pasado y encauzar su vida, cerrando el otro final, es decir, su historia de amor con Irene. Había tenido para ello otros dos modelos de conducta importantes, el de Sandoval, su amigo y compañero alcohólico cuya pasión, como él reconoce en el bar, estaba acabando con su matrimonio hasta tal punto que sacrifica su vida para salvar a Espósito. Sandoval representaba otro final de una historia cuyo protagonista no había aprovechado sus oportunidades. El otro modelo es el asesino Gómez, que simboliza la impotencia de un pueblo que sucumbe a la corrupción y la carencia de estabilidad política.

La película tiene ritmo y el montaje está muy cuidado, trabaja una amplia variedad de planos y movimientos de cámara la cual en ocasiones permanece obstaculizada por actores. La fotografía también está bien resuelta, con una gama poco saturada que se rompe con los vestidos rojos de Irene (prácticamente siempre son de este color) donde es evidente el simbolismo cromático y su significado en la trama.
Según he podido leer en comentarios de YouTube el plano secuencia de la persecución en el estadio de futbol está rodado con ocho cámaras (grúas, aérea y cámara en mano) y se ha utilizado una recreación en tres dimensiones para enlazar algún plano. También he leído que Campanella quería tratar el tema del futbol ya que en la novela no aparece. Lo cierto es que el resultado queda bastante verosímil. Me parece interesante el movimiento de cámara de la persecución al romper la coordinación entre perseguidor y perseguido. Deteniéndose en las escaleras y esperando a que Gómez retroceda y vuelva a subir los escalones para conseguir escabullirse. O como se detiene entrando en el campo de futbol y cayendo al césped la imagen gira, otro recurso añadido a una secuencia repleta de elementos de inquietud visual.
Deduzco que se emplean objetivos de focal larga que reducen la distancia focal y producen grandes desenfoques para anular a personajes (véase la presentación de Sandoval a Irene), o como recurso formal para ambientar los forwards. Sobre todo le sirve para retratar a los personajes con planos cortos penetrando en su psicología. Esto se aprecia desde el principio en el primer plano de la película donde nos muestra los ojos de ella, remitiéndonos ya al título de la película, cuando va a despedirle a la estación (escenita "repateante" que podría haber resuelto sin tanto cliché). Pero aquí nos plantea ya una pregunta, ¿qué historia hay detrás de esos ojos?
Una trama romántica y ficticia donde el director a veces se ve forzado a justificar ciertos errores de guión con comentarios de los mismos personajes. Sin embargo, pienso que la película es bastante buena y el mensaje nos hace reflexionar al tiempo que lo hace el protagonista.
Nota= 8

Der Himmel über Berlin / El cielo sobre Berlín

Por Alba Luengo Ortiz
Preguntas sin respuesta, sensaciones y sentimientos comunes…“¿Por qué yo soy yo y no soy tú? ¿Por qué estoy aquí y no estoy allí? ¿Cuándo empieza el tiempo y dónde termina el espacio? ¿No es la vida bajo el sol un mero sueño? ”.
Repleta de filosofía trascendental y con una poética narrativa extremadamente cuidada, se muestra ante nosotros una película de argumento sencillo pero contundente que recapacita sobre la existencia mundana.Dirigida por Win Wenders en 1987, enfoca a la nación alemana y la sitúa en el punto de mira… el ángel dorado de la paz…el muro derribado dos años después de su estreno.
Reflexiones…decenas de pensamientos breves, concisos, banales, importantes… cosmopolitas…divergentes lingüísticamente según el origen del personaje. Actores casi desconocidos a excepción Peter Falk (Colombo) haciendo de sí mismo; pero con una gran trayectoria teatral, como es el caso de Bruno Ganz.
Con una fotografía cuidada a dirección de Henri Alekan, aunque en ocasiones forzada y con picados sibilantes (sobre todo en las tomas aéreas) que desequilibran el ritmo narrativo.
La música nos guía por el denso y exhaustivo análisis psicológico de los viandantes, que fluye lentamente durante los 127 minutos de duración, a través de las calles y avenidas berlinesas, marcadas aún por restos de la Segunda Guerra Mundial.

Edificios que sirven de burbujas del conocimiento, refugios para todo ser humano independientemente de su condición social, racial o edad, como la Biblioteca Nacional del arquitecto Hans Scharoun.
La coexistencia de tomas cromáticas y acromáticas en el film amplía el abanico de fórmulas de captación perceptiva. La reducción tonal como decadencia de la cultura, cromofobia en estado puro que borbotea colores fugaces, que descubre uno de los ángeles, Damiel: “¿Esto es rojo?” comparando la sangre con la vida cuando adopta su condición de mortal. Una historia de amor duotonal que se transforma en una paleta cromática. Un ángel mortal que se enamora a su vez de un ángel, una mujer que porta un mero disfraz.
Película compleja, repleta de metáforas y alusiones a la cultura alemana y francesa (de ahí su coproducción) que intenta unificar la existencia humana huyendo de cualquier tipo de catalogación maniquea, con una connotación de igualdad. Insoportable por su excesiva conceptuosidad pero todo un deleite visual y sonoro.

Cidade de Deus

Por Tais Carballes Balsa
La película “Cidade de Deus” (Ciudad de Dios) de Fernando de Meirelles (año 2002), presenta una mezcla de violencia, pobreza, ignorancia y tropicalismo que amenaza con mostrarnos una historia demasiado dura. Comprendida desde la década de los 60 hasta los 80, y de forma excepcional e innovadora, el talento visual está al servicio de una narración densa pero que a la vez mantiene atento al espectador. El ritmo y el desarrollo de la historia, el montaje, la utilización de la música y la capacidad para hacernos ver la belleza en medio de lo terrible, son una globalidad de lo que se desarrolla a lo largo de la película. Sin embargo, ésta se plantea enriquecedora, y narrativamente interesante.


Se cuenta la vida entrecruzada en la favela “Ciudad de Dios” de Rio de Janeiro con adolescentes y niños sin futuro pero con pistolas, sin posibilidades pero con drogas, sin trabajo pero con ira, mucha ira. En el trasfondo se observa un mundo que les da pocas posibilidades, y ellos aprovechan menos aún, una policía corrupta y asesina. Un lugar donde la vida vale menos que la bala que se dispara para acabar con ella. Las peleas entre las bandas, las del violentísimo Ze pequeño y la de Cenoura, trata de reflejar el dominio y el control de la droga y la violencia en espiral. A medida que el tiempo pasa y los personajes van creciendo, la película alcanza un punto en el que promete una nueva ronda de violencia sin fin en manos de unos niños. Podemos observar una imagen de una sociedad brasileña que está muy cercana. Los hechos están basados en historias reales. En cambio, también puede darse el caso, como el del protagonista Buscapé, de que se encuentre un rayo de luz para salir de ese purgatorio. Como se dice en la película, se convierte en un infierno.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Tesis

Por María Penalonga Ramallal
Pantalla en negro, voz en off…Seguido de un movimiento de cámara siguiendo a los diferentes pasajeros…es el comienzo de Tesis.
Omitiendo la violencia en sí; mostrando la preocupación y angustia de los protagonistas; y ayudándose de la música y el sonido, Amenábar ha conseguido no pasar desapercibido con su primer film, Tesis (1996), donde la protagonista realiza una tesis sobre la violencia visual, y se encuentra por casualidad con una película snuff: “eligen a una persona la raptan la torturan la violan y la graban con una cámara de video, no hay efectos d montaje...

Desde el primer momento Amenábar formula una inquietud en el espectador, que irá aumentando a lo largo del desarrollo de la película.
Consigue así, grandes momentos de tensión, donde la atención del espectador estará en pleno auge. Destacando de este modo el instante en el que Ángela y Chema se quedan encerrados a oscuras. No vemos nada, sólo una pantalla en negro; pero oímos voces desesperadas, que de vez en cuando se refuerzan con la luz inquietante de una cerilla. O bien hacia el final de la película cuando Bosco y Ángela hablan, y uno de ellos se ve reflejado en un espejo, acompañado de los rayos y truenos que retumban en la habitación.
Tesis nos “censura la violencia”, pero nos muestra nuestra reacción ante ella. No importa tanto lo que está ocurriendo en la pantalla que los protagonistas están viendo, sino los rechazos que adoptan ante ella, enseñándonos así sus rostros, acompañados de música, voces y gritos.
Sin mostrar, consigue llenarnos de una sensación de horror, pánico y angustia; creando un ritmo interesante y dinámico, que mantiene al espectador activo la duración de la película.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

El secreto de sus ojos.

Por Jesús Méndez Leblic
TEMO, es lo que escribe Benjamín Esposito en un papel que deja al lado de su cama, supongo que cada mañana lo lee, pero sólo él sabe en realidad lo que está escribiendo, porque como ocurría en su antigua máquina de escribir, la A, se echa en falta.
Con "El secreto de sus ojos" Juan José Campanella, de la mano de habituales en su cine como Ricardo Darín, nos expone una reflexión sobre la amistad y la justicia, el amor, las pasiones, la corrupción política y de una Argentina a punto de ponerse en manos de la temida dictadura.
Es una película compleja; Campanella se presenta como un gran narrador, una película que tiene un ritmo construido, una historia que no es fácil de contar, pero se cuenta sola. Con alguna excepción, es una película, sin duda, generosa.
Se construye así una historia llena de matices de todos los colores. La violenta muerte de una chica inicia la apasionante trama entre los protagonistas. Una película cargada de relaciones humanas dando paso a la pasión como punto de encuentro para la justicia del momento.
El argumento se desmenuza poco a poco delante de mis ojos, y yo poco puedo predecir desde mi butaca, porque cuando más claro tengo los roles de cada personaje, más me sorprenden.
Con personajes, complejos, unos mejor resueltos que otros, pero todos ellos con conflictos internos que les hacen parecer reales, cada uno construye y justifica su parte de la película.
Respecto a interpretaciones, los actores principales sorprenden, se mantienen en su papel, son capaces de conmoverme. Éstos ayudan a salvar escenas un tanto encasilladas en clichés del cine policíaco, y salir airosos de ellas.

Pero sin duda los dos actores que marcan diferencias en el film son los secundarios Sandoval y Morales, dos personajes que desde atrás apuntalan las interpretaciones del resto y mantienen atento al espectador a una historia difícil de digerir.
La fotografía de la cinta, muy cuidada, rica en matices, con desenfoques estudiados, y agradables a la vista, te hace percibir cada plano de manera personal. La luz se vuelve más oscura como la misma trama de la historia, recordando en ocasiones al "film noir".
La película tiene momentos bajos de guión, que se sostienen sólo por el despliegue técnico del director (el momento en el estadio del Racing, cuando la cámara corre detrás de Gómez, creando uno de los momentos de mayor tensión). Algunos planos aéreos, no demasiado pomposos, le dan distinción a la película, y la poca visibilidad en determinados momentos te mantiene atento con temas de percepción.
Importante destacar una de las escenas de la película, la tensión se mastica en el momento en que Irene y Esposito se encuentran con Gómez en el ascensor después de enterarse que este ha sido puesto en libertad por las autoridades pertinentes. La escena carece de dialogo alguno, Gómez saca el arma, la carga y hace ver su poder a los dos personajes que un día pudieron encarcelarlo. Quizá es una forma representativa sobre la argentina del momento.

En definitiva una película que sorprende al espectador, con la que conectas, con un final que deja camino para el debate, un verdadero conflicto ante esa "justicia" tomada por Morales, y pensando en lo Moral… no hay nada más peligroso que un perro acorralado, con la desventaja de que el ser humano es capaz de pensar y sí conoce el rencor.
En el festival de San Sebastián no consiguió ningún premio, aunque esto no creo que diga mucho. Ahora espera ser candidata a mejor película de habla no inglesa en la gala de los Oscar, sería la segunda nominación para Campanella después de "El hijo de la novia".

martes, 3 de noviembre de 2009

José Luis López Vázquez, actor

Se dio a conocer en la gran pantalla como actor cómico... seguramente porque sus rasgos físicos, matizados con el bigote que disimulaba la excesiva separación entre la nariz y el labio superior, no daban para mucho más. E interpretó mil películas de entretenimiento mediocres, en las que apenas destacaban algunos destellos imaginativos de los guiones y ciertas interpretaciones. Entretenimiento "a la española". En las elegías mortuorias han dicho de él que fue un magnífico actor, con una capacidad interpretativa excepcional... Que su capacidad quedó probada cuando asumió papeles "serios" en La cabina, Pippermint Frappé, Mi querida Señorita...
Pero lo cierto es que nunca pudo escapar de las limitaciones de una concepción cinematográfica poco ambiciosa, excesivamente dependiente de los automatismos perceptivos, porque en esas películas "serias", se le encomendaron invariablemente papeles que, asimismo, aprovechaban los rasgos de su fisonomía; pero ahora, en negativo, para fomentar "respuestas empáticas" en ese sentido (pena, lástima, etc.). Un personaje ridículo puede servir para dar risa o pena... Si Danny de Vito hubiera nacido en España se habría pasado la vida haciendo de hombrecillo ridículo; y W. Allen, de neurótico patético... Heidi me susurra al oído que Woody Allen acaso se haya pasado la vida haciendo de neurótico patético... "Obviamente, hay personas que no se cansan de oír el mismo discurso todos los días", respondo.

Sólo en los últimos años de su vida le encargaron papeles algo más complejos, por lo general, encorsetados en el "nivel secundario", donde el propio actor, eclipsado por personalidades más contundentes, como Fernando Fernán Gómez, parecía sentirse cómodo.
Intuyo que, en el empobrecido panorama del cine español, José Luis López Vázquez, junto con Alfredo Landa, Lola Gaos, Paco Rabal, ha formado parte del muy restringido grupo de los actores "pata negra"... ¿He dicho "intuyo"? No puedo asegurarlo porque José Luis López Vázquez nos ha dejado sin participar en ninguna película excepcional.
¡Qué buen actor, si hubiera habido... menos carencias!

lunes, 2 de noviembre de 2009

Los límites del control. Película de Jim Jarmush con productor español.

Por Cristina Sánchez Moreno


Extraña, de argumento mínimo y de gran belleza estética.
Un norteamericano negro, con aspecto de matón y de pocas palabras llega a Barajas donde recibe un encargo enigmático. Para llevarlo a cabo hace un recorrido por Madrid, Sevilla y Almería teniendo breves encuentros con variados y extraños personajes españoles y extranjeros.

Para mí lo más destacable es :
- La visión de España, mezcla de moderno (Barajas, el AVE, el edificio de Torres Blancas) y cutre es bastante acertada y poco tópica. Nada que ver con, por ejemplo, "Vicky, Cristina, Barcelona". Los paisajes que se ven a través de la ventana del tren y en el recorrido en coche por la Almería profunda son de una belleza especial.
- El ensayo de flamenco en un local de Sevilla produce sensación de autenticidad, cómo si se hubiera grabado sin que los personajes se apercibiesen de ello. Lo cual evidentemente no ha sido así, pero que demuestra un saber hacer.
- El último eslabón de la cadena que conduce al cumplimiento del encargo en Almería es una palestina, interpretada por Hiam Abbass (Los limoneros), lo que puede dar alguna clave sobre el motivo de la misión, por lo demás bastante increíble.
- Me resulta asombroso que, según leo, la pelicula dure 116 minutos y que mantenga el interés sin problema con un argumento tan reducido.

Me atrevería a decir que la pelicula nace posiblemente de algún viaje realizado por el propio Jim Jarmush. El impacto que causaron los paisajes y las gentes de España a un extranjero que pasaba por aquí, sin saber una palabra de español, ha sido reflejado con gran sensibilidad en una película de argumento mínimo.