El Cine como forma expresiva y estética

miércoles, 4 de noviembre de 2009

El secreto de sus ojos.

Por Jesús Méndez Leblic
TEMO, es lo que escribe Benjamín Esposito en un papel que deja al lado de su cama, supongo que cada mañana lo lee, pero sólo él sabe en realidad lo que está escribiendo, porque como ocurría en su antigua máquina de escribir, la A, se echa en falta.
Con "El secreto de sus ojos" Juan José Campanella, de la mano de habituales en su cine como Ricardo Darín, nos expone una reflexión sobre la amistad y la justicia, el amor, las pasiones, la corrupción política y de una Argentina a punto de ponerse en manos de la temida dictadura.
Es una película compleja; Campanella se presenta como un gran narrador, una película que tiene un ritmo construido, una historia que no es fácil de contar, pero se cuenta sola. Con alguna excepción, es una película, sin duda, generosa.
Se construye así una historia llena de matices de todos los colores. La violenta muerte de una chica inicia la apasionante trama entre los protagonistas. Una película cargada de relaciones humanas dando paso a la pasión como punto de encuentro para la justicia del momento.
El argumento se desmenuza poco a poco delante de mis ojos, y yo poco puedo predecir desde mi butaca, porque cuando más claro tengo los roles de cada personaje, más me sorprenden.
Con personajes, complejos, unos mejor resueltos que otros, pero todos ellos con conflictos internos que les hacen parecer reales, cada uno construye y justifica su parte de la película.
Respecto a interpretaciones, los actores principales sorprenden, se mantienen en su papel, son capaces de conmoverme. Éstos ayudan a salvar escenas un tanto encasilladas en clichés del cine policíaco, y salir airosos de ellas.

Pero sin duda los dos actores que marcan diferencias en el film son los secundarios Sandoval y Morales, dos personajes que desde atrás apuntalan las interpretaciones del resto y mantienen atento al espectador a una historia difícil de digerir.
La fotografía de la cinta, muy cuidada, rica en matices, con desenfoques estudiados, y agradables a la vista, te hace percibir cada plano de manera personal. La luz se vuelve más oscura como la misma trama de la historia, recordando en ocasiones al "film noir".
La película tiene momentos bajos de guión, que se sostienen sólo por el despliegue técnico del director (el momento en el estadio del Racing, cuando la cámara corre detrás de Gómez, creando uno de los momentos de mayor tensión). Algunos planos aéreos, no demasiado pomposos, le dan distinción a la película, y la poca visibilidad en determinados momentos te mantiene atento con temas de percepción.
Importante destacar una de las escenas de la película, la tensión se mastica en el momento en que Irene y Esposito se encuentran con Gómez en el ascensor después de enterarse que este ha sido puesto en libertad por las autoridades pertinentes. La escena carece de dialogo alguno, Gómez saca el arma, la carga y hace ver su poder a los dos personajes que un día pudieron encarcelarlo. Quizá es una forma representativa sobre la argentina del momento.

En definitiva una película que sorprende al espectador, con la que conectas, con un final que deja camino para el debate, un verdadero conflicto ante esa "justicia" tomada por Morales, y pensando en lo Moral… no hay nada más peligroso que un perro acorralado, con la desventaja de que el ser humano es capaz de pensar y sí conoce el rencor.
En el festival de San Sebastián no consiguió ningún premio, aunque esto no creo que diga mucho. Ahora espera ser candidata a mejor película de habla no inglesa en la gala de los Oscar, sería la segunda nominación para Campanella después de "El hijo de la novia".

2 comentarios:

  1. Estoy totalmente deacuerdo, la pelicula me parece fantastica, para mi la interpretación de Sandoval es perfecta, es una pelicula muy cuidada y que le hace a uno estar totalmente inmerso en la película

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  2. María Penalonga Ramallal8 de noviembre de 2009, 13:30

    Como se ha dicho, El secreto de sus ojos, es una película compleja. A medida que fluye la película se va entiendiendo la historia que quieren contar, y será hacia el final donde el espectador hile todo lo ocurrido.
    La fotografía, muy buena y cuidada, jugando en varias ocasiones con los contraluces y desenfoques, además de la gran cantidad de primeros planos y planos detalle que refuerzan la historia que se está contando.
    Campanella ha conseguido momentos de gran tensión,como ha dicho Jesús,en la escena del ascensor. Comenzando con un plano detalle de la mano de Gómez, se crea, sin diálogo, solamente con la imagen (Gómez en primer plano), el sonido de los números del ascensor, y el modo de cargar el arma; una tensión visual donde el espectador mantiene los ojos abiertos, impaciente por lo que pueda pasar.
    En general la película mantiene la intriga, y espera el momento oportuno para sorprender de nuevo al espectador.

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