Pantalla en negro, voz en off…Seguido de un movimiento de cámara siguiendo a los diferentes pasajeros…es el comienzo de Tesis.
Omitiendo la violencia en sí; mostrando la preocupación y angustia de los protagonistas; y ayudándose de la música y el sonido, Amenábar ha conseguido no pasar desapercibido con su primer film, Tesis (1996), donde la protagonista realiza una tesis sobre la violencia visual, y se encuentra por casualidad con una película snuff: “eligen a una persona la raptan la torturan la violan y la graban con una cámara de video, no hay efectos d montaje...
Desde el primer momento Amenábar formula una inquietud en el espectador, que irá aumentando a lo largo del desarrollo de la película.
Consigue así, grandes momentos de tensión, donde la atención del espectador estará en pleno auge. Destacando de este modo el instante en el que Ángela y Chema se quedan encerrados a oscuras. No vemos nada, sólo una pantalla en negro; pero oímos voces desesperadas, que de vez en cuando se refuerzan con la luz inquietante de una cerilla. O bien hacia el final de la película cuando Bosco y Ángela hablan, y uno de ellos se ve reflejado en un espejo, acompañado de los rayos y truenos que retumban en la habitación.Tesis nos “censura la violencia”, pero nos muestra nuestra reacción ante ella. No importa tanto lo que está ocurriendo en la pantalla que los protagonistas están viendo, sino los rechazos que adoptan ante ella, enseñándonos así sus rostros, acompañados de música, voces y gritos.
Sin mostrar, consigue llenarnos de una sensación de horror, pánico y angustia; creando un ritmo interesante y dinámico, que mantiene al espectador activo la duración de la película.
La primera media hora bueno, luego ya te empiezas a aburrir..de momento ya sabes quien son los malos de la pelicula, la fotografia mala, y el guión pufff, no me parece una buena pelicula en absoluto, simplemente entretenida..
ResponderEliminarEn mi opinión el interés no se pierde a la media hora, sino que se mantiene el ritmo a lo largo de la película, en gran parte gracias a la fotografía y a los elementos de tensión; como movimientos de cámara, oscuridad, primeros planos, y por supuesto gritos y sonidos.
ResponderEliminarEn cuanto a los malos...no sabes quien será el asesino, es posible que te decantes más hacia el verdadero asesino, pero queda la duda de ser sorprendida por el otro personaje.
Estoy de acuerdo contigo María. El hecho de dejar a oscuras una escena produce una exasperada tensión visual, el uso de la oscuridad para horrorizar a sido muy utilizado incluso en pintura, y en música una similitud a la oscuridad sería el completo silencio(también muy usado en cine), según Edmund Burke la total oscuridad es sublime, en la plena oscuridad existe una incertidumbre, no tienes ni tu propio cuerpo como referencia, estas pérdido e incluso puedes perder el equilibrio, en cine todos tendemos a ponernos en el pellejo del protagonista y cuando éste se encuentra en circunstancias como la absoluta oscuridad podemos incluso llegar a sentir esa incertidumbre, ese terror, ese desvarío de la consciencia. La oscuridad total, o el exceso de luz, el silencio son recursos muy utilizados en el cine por su facilidad para sobrecogernos.
ResponderEliminarLo que más me atrajo de esta película fue el juego que dan los personajes, la incertidumbre de no saber con exactitud, quién es el asesino en realidad. Creo que Amenábar ha sabido tratar ese aspecto tan fundamental en cualquier thriller; el suspense.
ResponderEliminarPese a ello, no me gustó el final. En mi opinión, queda muy pobre el cierre que acaba con las noticias.
Creo que falla el guión, en algunos casos trata muy bien la ausencia de imágenes violentas (como comentabáis), pero en otras en cambio, como al inicio de la película en el tren, lo que comenta el trabajador sobre el cadáver, lo veo muy explícito. En una situación real dudo que dieran tal información sobre el estado del cadáver.