El Cine como forma expresiva y estética

miércoles, 23 de diciembre de 2009

martes, 22 de diciembre de 2009

EL LADRÓN DE BICICLETAS, 1948. DE SICA

Por Inmaculada Pizzella Díaz


Si pusieran en cartelera una película de este tipo hoy en día, la mayoría de la gente se habría dormido en la sala…muchos la han calificado de insufrible…¿insufrible? Es obvio que cuando nos disponemos a ver una película de los años 50 en blanco y negro, sabemos que deberemos adoptar juicios críticos diferentes a los que tenemos cuando vemos las películas actuales que están en cartelera. Los temas, los ritmos, el ambiente son completamente distintos, por lo que se debe ser consciente que este tipo de películas no encajará con nuestros gustos modernos.
El ladrón de bicicletas, de 1948, es una película fielmente de estilo neorrealista italiano, cuyo mensaje es evidenciar la pobreza de unos ciudadanos cualquiera en la ciudad de Roma después de la segunda guerra mundial. La historia es sencilla, simple, casi minimalista, pero muy intensa y chocante hacia el espectador. La narración, es perfectamente clásica. Su estructura es cíclica: el protagonista sale de la multitud anónima en la primera secuencia y vuelve a ella al final, además comienza desesperado sin trabajo y finaliza de la misma manera.

Es un film puramente naturalista, casi podría interpretarse como un documental, que retrata la historia de una familia romana. Además de naturalista, el guión es muy sencillo y explicito, de diálogos cortos. En realidad el guión se queda en un segundo plano, ya que los personajes transmiten mucho más con sus gestos y sus situaciones, que con sus palabras. Si hubiese sido un film mudo, seguramente hubiese funcionado casi tan bien que con ese guión, porque la situación habla por sí misma. La tristeza que ahoga a los protagonistas se transmite en su rostro y en su desesperación por encontrar la bicicleta.
Maravillosamente fotografiada en un crudo blanco y negro, casi en tono documental, en una Roma antigua poblada por la miseria de ciudadanos anónimos que van dejando en escena su granito de arena evidenciando el ambiente de aquella época. Rodada en su mayoría en ambientes exteriores, con mucha afluencia de gente y con planos largos. Supongo que no se emplean decorados artificiales, sino que se rueda lo que hay según se ve, sin artificios, ni adornos. Con estas imágenes, directas y reales, podemos recrear tal cual las situaciones comunes de aquella época, a modo de documental.
Los personajes no son actores profesionales, sino seres corrientes, escogidos para interpretar escenas que seguramente habrán vivido en su vida real. Encontramos principalmente dos protagonistas, padre e hijo, y un protagonista simbólico, la bicicleta. Esta bicicleta es metáfora de muchas cosas, metáfora de una esperanza, de una resignación, de la importancia que algo tan absurdo ( para nosotros) como una bicicleta, en aquella época podía ser tan importante para una familia.
Lo único que endulza esta trama tan triste, es la relación de los dos protagonistas. Una relación fuerte y sólida, donde cada uno tiene su deber, pero se profesan mutuo amor y respeto. Una relación envidiable para muchos padres y muchos hijos de hoy en día. Y en realidad esta relación es la única que sobrevive a la desesperación y resignación de perder la bicicleta. Esta relación tiene muchos elementos en común con la relación también de padre e hijo de Charlie Chaplin con su “hijo adoptivo” en El chico, de 1921. Ellos también siguen unidos frente a todo tipo de incidencias y sucesos. Ambas parejas son cómplices, los unos en la búsqueda de la bicicleta y los otros en el procurarse un trabajo, donde el hijo rompía los cristales y el padre los arreglaba. Ambas parejas transmiten dulzura y amor, se protegen mutuamente y en ocasiones se muestran en pura simbiosis.
Y en realidad también estas relaciones eran naturales y verídicas. Era esta la parte positiva de aquella época, que las relaciones y las familias eran muy sólidas y unidas. Juntas se enfrentaban a todos los problemas que pudieran llegarles.Quien sabe si Vittorio de Sica, tomó algún ejemplo de esta película de Charlie Chaplin,
porque sin duda hay una imagen de los niños que son completamente iguales, sentados en el bordillo cabizbajos. En ambas películas el hijo simboliza la esperanza, las ganas de seguir adelante, la fuerza de vivir.
Es por la energía de los personajes que hace del Ladrón de bicicletas, una película menos triste de lo que nos parece a simple vista.
Quizás pueda interpretarse como una resignación a la pobreza. Una reflexión de lo difícil o casi imposible que resultaba conseguir una vida mejor. Como si un pobre debiera resignarse a ser pobre. Por más que se intente cambiar, comprando una bici o llevando a su hijo a comer a una trattoria, siempre será siendo pobre. Pese que al final, padre e hijo se pierden entre la multitud del pueblo, sin su bicicleta, ellos lo seguirán intentando, sin perder la esperanza de conseguir algo mejor, y siempre cogidos de la mano.

jueves, 10 de diciembre de 2009

“A sangre fría”, de Truman Capote en tres películas muy diferentes

Por Alba Luengo Ortiz


“Ni un alma del dormido Holcomb los oyó entonces: cuatro disparos de escopeta que acabaron –de incluirlos a todos- con seis vidas humanas”.
Truman Capote, A sangre fría


Cruenta historia basada en hechos reales que en la década de los sesenta consternó a gran parte de la sociedad americana. Presentada como “la primera novela basada en hechos reales” [ Véanse los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós, o los escritos históricos de Julio César], (en inglés non fiction novel), supuso la consolidación como escritor de Truman Capote. Tal fue el interés que suscitó, que en la actualidad tenemos acceso a tres películas de argumento variable: desde una adaptación de la novela [A sangre fría, (In Cold Blood), Richard Brooks, 1967] , a dos puntos de vista diferentes [Capote, Bennet Miller, 2005 e Historia de un crimen (Infamous), Douglas McGrath, 2006] sobre la investigación de los crímenes e interrogatorios de los asesinos por parte del escritor. [Cabe mencionar a Harper Lee, amiga de Truman, ayudante del mismo en la investigación y escritora conocida por su novela Matar a un ruiseñor]

ANÁLISIS ESPECÍFICO

A sangre fría (In Cold Blood), Richard Brooks.

Realizada en 1967, dos años después de la ejecución de los imputados, nos encontramos ante una película cuyo guión es quizás bastante fidedigno con la novela.
De estructura lineal creciente [5Planteamiento, desarrollo y desenlace] con secuencias en flashback, estamos ante un caso un tanto especial, ya que la imagen y el ritmo narrativo se complementan equitativamente; a pesar de que a partir de la mitad de la película el ritmo desciende. La imagen muy cuidada, gracias a la fotografía de Conrad L. Hall. [Remarcado director de fotografía, entre su filmografía destacan películas como Los profesionales (The Proffesionals, 1966 de Brooks) o más recientemente American Beauty (1999), de Sam Mendes]
La aplicación de planos generales, primeros planos (enfoques de los asesinos como elementos de psicología y tensión hacia el espectador), picados (tomas de la estación de autobuses), contrapicados, angulaciones (el personaje de Perry recogiendo una moneda de un dólar en la habitación de Nancy), plano-contraplano (escenas de carretera)…infinidad de tomas y secuencias que demuestran el manejo del lenguaje visual y cinematográfico con la ventaja y desventaja de trabajar en blanco y negro.
La iluminación predominante en claves bajas, con focos ocultos que crean tensión visual, remarcan la eficacia narrativa asociada a la imagen a través de las sombras propias y arrojadas de los protagonistas.
Acorde a la ideología de Freud, con metáforas a la figura paterna, estas se muestran explícitas en le momento del crimen, cuando por momentos el futuro ejecutor de Perry parece ser su propio padre; hechos como estos refuerzan la idea de escapismo de cualquier tipo de juego maniqueo.
En lo que concierne al argumento el mensaje latente de Brooks nos traslada a un problema de entidad, asociado a la legislación americana: la pena de muerte.
El enfoque que muestra, en contra del mecanismo de leyes estadounidenses, mantiene sobre la balanza en un extremo el primitivismo de este sistema, en cierto modo anti-humano y en el otro a dos sujetos, enfermos mentales, sin ningún tipo de escrúpulos.



Capote, Bennett Miller.

Basada en una novela sobre Truman Capote de nombre homónimo [Truman Capote la biografía, Gerald Clarke, 1989] , en 2005 fue dirigida a cargo de Bennett Miller.
Rodada en color, el tratamiento de la imagen fotográfica es de calidad, teniendo en cuenta que ésta ha sido una de las premisas de propaganda de la industria americana (además de la fecha de realización, con dispositivos digitales y posproducción).
La diversidad de planos, iluminación acorde al guión (interacción de claves altas asociadas a la investigación fuera de la cárcel, con claves bajas en secuencias de la prisión), apoyan el argumento anterior.
El guión propio de la industria actual de Hollywood, escaso y conciso y al mismo tiempo un tanto banal, deja paso a imágenes impactantes de violencia explícita [Parece seguir el dicho de “Una imagen vale más que mil palabras”].
La película no tiene fallos graves de ritmo; nos muestra a un Capote atraído y fascinado por la figura del asesino Perry Smith. El argumento se concentra en la investigación llevada a cabo por el escritor con la ayuda de su amiga Harper Lee, absteniéndose el director casi por completo de intensificar la figura que el propio Capote afianzó de sí mismo: “Soy alcohólico. Soy drogadicto. Soy homosexual. Soy un genio.”
Un punto a favor de Miller por evacuar el remarque del amaneramiento y excentricidad del escritor y de su ajetreada vida social, a favor del proceso de investigación e historia del crimen de los Clutter.

Historia de un crimen (Infamous), Douglas McGrath.

Última película sobre Truman Capote, dirigida en 2006 y la más sensacionalista de todas. Muestra a un Truman genuino, abnegado en vicios, despiadado con sus fuentes. [9 Prometió a los asesinos la impugnación de la pena de muerte, pero una vez obtenida la información no se produjeron cambios en el juicio]
Es curioso analizar el elenco de actores:
Sandra Bullock caracterizada como Harper Lee un tanto anodina, Gwyneth Paltrow e Isabella Rossellini para incrementar el caché del film, Lee Pace (conocido por una serie cómica en claves de humor negro, Pusing Daisies [En español “Criando malvas”]) y Daniel Craig, a quien asociamos directamente con el agente 007. Un remake del Star System irónico cuanto menos.
Imagen, iluminación y ritmo narrativo correctos, de calidad por la misma característica anteriormente mencionada con Capote: los medios de producción y realización norteamericanos. En cuanto al guión, se centra continuamente en la figura social de Truman, su idiolio con Perry... el asesinato en cuestión parece carecer de importancia.




ANÁLISIS COMPARADO

Analizando las tres péliculas con el libro de Truman Capote, encontramos la dicotomía que se genera siempre entre cine y literatura.
La fotografía en las tres, de gran calidad, pero con matices sustanciales. El arranque, brillante en la de Brooks, [Con la presentación de Kansas City y la suela de Perry] polémico en la de McGrath e intrigante en la de Miller, nos condiciona también por la aplicación cromática, por la confrontación entre el blanco y negro frente al color.
Si comparamos el guión, tenemos que contar con las diferencias argumentales entre las tres: la de Brooks es la más fidedigna con la obra, la denominaríamos “adaptación”, frente a las otras dos que se centran en el proceso de investigación.
Aún así, la complejidad argumental y retórica visual se la lleva A sangre fría, incluyendo el trasfondo social y las connotaciones que el mismo posee, incluyéndola en lo que conocemos como cine artístico de alta cultura.
Comparando argumentalmente las otras dos, Capote más seria, Historia de un crimen irrisoria. Capote se centra en la investigación, le da entidad e importancia al crimen acaecido, frente a Infamous, que remarca continuamente la actividad lúdica y social del escritor.
Sobre la composición temática, concretando en las escenas de violencia, quedan patentes y explícitas en las dos últimas realizadas. En el caso de Brooks, opta por una sutileza formal, que le da el mismo carácter trágico al argumento y visualmente resulta menos morboso y rocambolesco.
La música, presente en las tres, en las dos primeras [En sentido cronológico de realización] funciona como elemento secundario, ambiental. En la última, destaca en las secuencias de la vida social de Truman, que son las más predominantes, por lo que el mensaje latente que el director proyecta es bastante claro.
En cuanto al desenlace de las tres, con la muerte en la horca de los asesinos, hay divergencias fundamentales. Los diálogos en la de Brooks son los mismos que en el libro:
- Dick: “Sólo quiero decir que no siento rencor. Me están ustedes enviando a un mundo mejor que el que jamás fue éste”. [Capote, Truman; A sangre fría, Anagrama, Barcelona, 2007, pág. 428]
- Perry: [...] “Carece de sentido pedir perdón por lo que hice. Está casi fuera de lugar. Pero lo hago. Pido perdón”. [Capote, Truman; A sangre fría, Anagrama, Barcelona, 2007, pág. 430]
En la escena final aparece Perry ahorcado, balanceándose ya muerto.
En la de Miller, Dick no aparece, presuponemos que le ahorcan antes que a Perry. Éste último pregunta por algún familiar entre los asistentes (nada que ver con la novela). El final culmina con el personaje de Capote subido a un avión contemplando el cielo y con el diario que Perry escribió e ilustró en la cárcel en la mano.
En Infamous, el diálogo de Dick es fiel a la novela, pero en cambio el de Perry es inexistente. Otro antagonismo lo encontramos en los asesinatos. En la novela no queda totalmente claro quién es el asesino, juega con el testimonio de Dick, pero suponemos que fue Perry, y Dick cómplice de asesinato. En esta misma película, Dick mata a la señora Clutter y a Nancy. Como final aparece un borrador con las palabras escritas “Answered Prayers”, título de una de las novelas inacabadas y póstumas de Truman Capote.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

El caso de Samantha Tumpach



Jorge me pasa las referencias americanas sobre el caso de Samantha Tumpach, apenas recogido en la prensa española, a pesar de su manifiesta actualidad. A continuación, un fragmento de la narración de 20minutos

“Grabar en un cine con su videocámara tres minutos de la película Luna Nueva (la secuela del Crepúsculo) puede suponer para Samantha Tumpach, una joven de 22 años de Illinois, a una pena de tres años de prisión. La grabación iba destinada, como regalo de cumpleaños, a la hermana de la detenida.
Tumpach, cogida in fraganti mientras grababa en las imágenes del film en un cine de Rosemont, fue detenida por la Policía y pasó dos días en la cárcel. La joven se enfrenta a una pena de hasta tres años de prisión por estos hechos.
Desde que se conoce su detención, las opiniones sobre la posible condena a la que se enfrenta la joven coinciden en que ésta resulta excesiva. Una experta en tema jurídicos relacionados con la piratería digital ha asegurado, en declaraciones a la cadena CNN, que es "una distorsión ridícula de la ley el perseguir de esta forma a la chica".

Y me pregunto si no nos estaremos volviendo locos…

Hace cuatro años David Bravo Bueno publicaba el “test del Disparate” en su Kriptopolis, mil veces reproducido con o sin retoques con posterioridad, y ampliaba la argumentación en su libro “Copia este libro”, para el caso español.

Siguiendo la interpretación que hace la industria del artículo 270 del Código Penal, elija cuál es la acción considerada de mayor gravedad:

PREGUNTA:
(a) Juan fotocopia una página de un libro.
(b) Juan le da un par de puñetazos a su amigo por recomendarle ir a ver la película “Los Ángeles de Charlie”.
RESPUESTA:  La acción más grave desde un punto de vista penal sería la “a” puesto que la reproducción, incluso parcial, sería un delito con pena de 6 meses a dos años de prisión y multa de 12 a 24 meses. Los puñetazos, si no precisaron una asistencia médica o quirúrgica, serían tan solo una falta en virtud de lo dispuesto en el artículo 617 en relación con el 147 del Código Penal.




PREGUNTA:
(a) Juan copia la última película de su director favorito de un DVD que le presta su secretaria Susana.
(b) Juan, aprovechando su superioridad jerárquica en el trabajo, acosa sexualmente a Susana.
RESPUESTA:  El acoso sexual tendría menos pena según el artículo 184.2 CP.


PREGUNTA:
(a) Alfonso se descarga una canción de Internet.
(b) Alfonso va a hurtar a El Corte Inglés y, como se la va la mano, se lleva cincuenta compactos por valor global de 1.000 euros.
RESPUESTA:  Seguiría siendo más grave la descarga de Internet. El hurto sería un delito porque supera los 400 euros, pero sería de menor pena que la descarga (artículo 234 C.P.).


PREGUNTA:
(a) Pedro se graba la película El Resplandor del VHS de su amigo.
(b) Pedro, irritado por el doblaje de la película, amenaza de forma leve a Verónica Forqué exigiéndole que no vuelva a hacerlo nunca más. Pedro usó un arma en la amenaza.
RESPUESTA: La copia sería un delito y la amenaza, incluso con un arma, una simple falta (620.1 C.P).

Algo vale que en España no cumple las leyes nadie...

2012

Por Juan Pablo Perucho Alcalde


Con sonrisa de sorna me dirijo al cine a ver una película siendo consciente de que se trata de uno de los ejemplos actuales y más relevantes en lo que a cine como consumo de masas se refiere, de entretenimiento. Al entrar en esta película nadie espera grandes personajes, ni un desarrollo argumental ni personal relevante, en ese sentido es igual que una película porno, todo el mundo sabe lo que va a pasar.
A grandes rasgos, se podría decir que es todo lo que se espera de ella, efectos especiales impresionantes, una estructura descaradamente esquemática, diálogos absurdos, personajes innecesarios, y cierto intento de humor negro que no termina de cuajar
La película tarda mucho tiempo en arrancar, los primeros veinte minutos son interminables, a partir de ahí se inicia la estructura milimétrica, en forma de dientes de sierra, perfectamente estudiada intercalando escenas alucinantes con otras de diálogos, caracterizados por su simplicidad y banalidad argumental, que hacen rechinar los oídos de cualquiera que sepa articular un par de frases seguidas.
En cuanto a los personajes, se trata de un filón para analizar el ridículo y el absurdo hecho personaje, más que de personajes se trata, de caricaturas, clichés de familias rotas, ex-maridos, e incluso un simpático "duendecillo" del bosque que predice el fin de los días antes que la propia NASA ayudado de toda clase de estupefacientes.

El metraje es sorprendentemente largo para una película de este tipo (puramente comercial así que con 90 minutos pensé que nos iban a despachar). Si hubieran eliminado todas las escenas de los personajes hubiera pasado mejor rato sin duda. Sus 2´30 horas hacen pensar que una hora de sentimentalismos y drama social directamente se lo podían haber ahorrado y además hubieran mejorado el ritmo general de la cinta.
Es necesario abordar el tema social teniendo en cuenta el argumento en cuestión, pero está mal desarrollado precisamente por tener un reparto de personajes coral, ya que se deja llevar por estupideces de algunos de ellos. Transcurridas dos horas, el ritmo baja llegando a aburrir pues la segunda mitad de la película deja a un lado los efectos especiales, trata de mantener el interés sin conseguirlo añadiendo escenas de peligro para el coro "protagonista", momento en el cual el espectador empieza a incomodarse en la butaca y a pensar en dónde ha aparcado el coche.
La fotografía es una maravilla sobre todo cuando llegan las consabidas catástrofes. El resto pasa totalmente desapercibido, llega a defraudar en contadas ocasiones como escenas de acción, que se suelen rodar plagadas de cámaras por todos lados, se aprecian imágenes de cámaras de calidad dudosa sobretodo en el último tercio de la cinta intercaladas con otras de muy buena calidad. Llama la atención aunque en mi opinión es un mal menor.
Creo importante resaltar la figura del director Roland Emmerich como más papista que el papa, parece más "yankee" que Abraham Lincoln, siendo europeo.
Ha firmado cintas como Independence Day, Godzilla, Stargate, El Patriota, "The day after tomorrow", todas ellas con ciertos calcos argumentales que dan una idea de la generosa imaginación de este director y co-guinista. Películas en las que catástrofes acaban o ponen en peligro la población global o exclusivamente norteamericana (extraterrestres, monstruos venidos de Asia, catástrofes ambientales y ahora predicciones apocalípticas). En general para Emmerich, el director, los personajes son lo de menos, películas en donde los protagonistas nunca son ni serán mujeres, que hasta el fin del mundo serán relegadas a lo casero y hogareño, además de meros "objetos" ya que son todas preciosas, mientras son los vaqueros los que tratan de arreglar la situación.

Para hombres hay dos tipos de papeles, protagonista, o el que morirá ayudando al protagonista a salvar al "rebaño" de mujeres. Todas estas muertes, necesarias para el desarrollo dramático de la historia y empatizar con el púbico, haciendo que el reparto de actores sea únicamente justificado para que se vayan muriendo de vez en cuando. Y que todo esfuerzo o abuso de violencia por parte del protagonista sea justificado.
Son alucinantes los repartos corales que facilitan la tarea a los guionistas e insultan la inteligencia del público, lo cual queda patente con el sorprendente e innecesario protagonismo del presidente americano en sus películas (o de la figura paternal férrea y con un gran corazón como en El Patriota). Y para rematar las catástrofes pasan siempre en Estados Unidos, en los Ángeles o Nueva York ombligos del Universo, lo cual es importante porque una vez destruidos ya se puede empezar a destruir el resto del mundo.
En mi humilde opinión se trata una película para pasar el rato, entretiene y mucho, aunque da la impresión de haber sido realizada por un elenco de especialistas de diversos campos que debían tener prohibido la comunicación entre sí. Animadores, diseñadores de efectos especiales, y guionistas (aunque creo que eran un poco “vaguetes”) trabajando a la vez, que no juntos para hacer una película para Ronald Emmerich como director de orquesta y dejando claro que no domina ninguno de los departamentos, sino que hace las veces de director de orquesta sordo y/o ciego.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Dead Man

Por Raquel Carrascosa Lozano



En Dead Man, Jarmusch rompe con todos los estereotipos, comenzando por el género. Está claro que el filme está ambientado en una especie de oeste, por los decorados, la ropa de los actores, los personajes que aperecen, que aparentemente responden a tipos frecuentemente utilizados en este tipo de película, el bueno, el malo, el indio, la prostituta...pero lo cierto es que Jim nos presenta una peli del oeste de corte muy actual.
Rodada en blanco y negro y con una fotografía muy cuidada, de tomas no muy largas y especialmente cortas al principio, en el vagón del tren, en el que la atenta mirada de los pasajeros nos provoca bastante inquietud visual, dejando aparte la caracterización de los personajes a cada cual más raro y salvaje, lo que nos indica como será el lugar al que nuestro joven protagonista se dirige. Johnny Deep, tan estrambótico como siempre, se dirige a un lugar para desempeñar su nuevo empleo, una ciudad aparentemente civilizada pero que en realidad no es más que puro primitivismo, por lo tanto Deep aquí representaría al venido de fuera (el extranjero) quien debería ser el malo de la peli, pero no, no es ni el bueno, ni el malo, con perdón de la expresión, es el tonto de la película o por lo menos comienza siéndolo.

 Lo mismo que con él, (esta rotura del estereotipo marcadao por el género del oeste) ocurre con los demás personajes, ¿una prostituta del oeste fina y delicada? ¿un indio con sus respectivas plumas en la cabeza, y su peculiar atuendo, tan culto y conocedor de la lengua y literatura inglesa?. Esto provoca que la película cuanto menos resulte interesante y si a eso le unimos un ritmo lento, muy lento, pero agilizado con un asesinato cada diez minutos, y para mantener nuestra atención un primer plano del escote de la prostituta a escasos minutos del inicio, la cosa mejora. Lo que no ayuda a hacer más fluido el ritmo de la película es la escasez de diálogos, aunque para destacar más aún la inquietud y tensión, las cuidadas imágenes son acompañadas de vez en cuando con los sonidos improvisados de la guitarra eléctrica de Neil Young. Para mi gusto se repite demasiado el paso a los estados de inconsciencia del protagonista, el ritmo podría ser más ágil, y menos previsibles los asesinatos cada diez minutos, si que me parece curiosa la introducción de la comedia por medio del personaje del indio, que es sin duda el personaje más incierto de todos.

TETRO. Francis Ford Coppola.

Por Inmaculada Pizzella Díaz



Tetro?? Todos me decían que no valía la pena… la peor de Coppola…tan mala es?? No creo que sea para tanto.
Es cierto que es un estilo completamente distinto al que Coppola nos había enseñado con sus superproducciones como Apocalipse Now y El Padrino, pero que sea distinto no significa que sea peor. No estamos acostumbrados en esta época de alta velocidad, a detenernos a observar una película de dos horas de ritmos tan lentos. Necesitamos imágenes impactantes, acción, y todo en un máximo de 90 minutos de narración.
Ante todo se plantea el tema del blanco y negro. Sin duda un elemento impactante en el siglo XXI. Quizás la intención de Coppola es la de acercarse de esta manera a los grandes clásicos, un retorno al pasado, crear un ambiente más intimo y personal. Pero se alternan escenas en color a las de blanco y negro, cuando se narran episodios del pasado del protagonista. ¿Por qué? Parece que el tiempo ha intercambiado los papeles… el pasado es color y el presente es blanco y negro. Podría interpretarse como una metáfora en cuanto el presente del protagonista es desgraciado y triste, por lo que sin viveza ni color, o como un elemento que resalta el cambio de época de una escena a otra. Pero, es necesario este juego de colores?? Yo creo que hubiese estado mejor si simplemente hubiese tratado toda la película o bien en color o bien en blanco y negro, fundamentando una decisión concreta y motivada.
Sin duda en general el empleo del blanco y negro no ha sido un aspecto negativo, es más, creo que ha sido muy bien utilizado por Coppola, en cuanto hay un juego magnifico de la luz, dotando a las imágenes de gran calidad. Este juego de luces ayuda a crear una fotografía magnífica, muy artística. Como por ejemplo las luces que iluminan los cuerpos desnudos de Tetro y Miranda, creando un juego magnífico de claroscuro. En general me ha parecido una película muy artística. Además de jugar con la luz, utiliza también el espejo para tomar la escena de manera indirecta a través de ese espejo colocado frente a la puerta de la casa, utilizado repetidas veces, quizás demasiadas.

Es el juego de luces que interviene en la imagen que dota de movimiento a la narración, mientras que la cámara está inmóvil varias veces, sin hacerlo notar al espectador.
Entre los actores, hay una Maribel Verdú muy acertada para el personaje que desarrolla, un casi desconocido Ehrenreich, con un aire a Leonardo di Caprio, jóven, guapo y con una personalidad misteriosa, entre fescura juvenil y frustación familiar. Vicent Gallo, poeta frustrado por un pasado familiar difícil, pero que dentro de él sigue manteniendo la esperanza de una familia. Otra española, Carmen Maura, con un personaje poco definido quizás, que aporta poco a la narración a mi parecer. Todos estos personajes englobados en un ambiente misterioso, de secretos familiares sin descubrir, que crea tensiones y rivalidades en una familia aparentemente normal.
Quizás el aspecto que menos me ha gustado de Tetro es ese matiz raro y misterioso que en ocasiones se hace notar en escena, como la alternancia de la danza y los cuentos de Hoffman en la narración. Y el matiz trasgresivo con la argentina cachonda y el drag queen, que tienen un aire al “rollo” Almodóvar.
Buena o mala, Coppola es Coppola. Después de 46 años, ha sabido aprovecharse de su popularidad para hacer, quizás, lo que realmente le gusta y ha perseguido. Quizás sea este el verdadero Coppola, y Apocalipse Now un fracaso personal y un éxito de taquilla.

Hable con ella. 2002.

Por Jesús. M. Leblic
Creo recordar que "Todo sobre mi madre" terminaba con el telón de un teatro abriéndose. "Hable con ella" empieza con este mismo telón también abriéndose. Esta vez nos situamos como espectadores de excepción en la obra de teatro "Café Müller". Aparecen dos mujeres con camisones blancos sobre un escenario lleno de mesas y sillas, estas mujeres recorren el escenario como cuerpos ingrávidos, se golpean contra las paredes mientras un hombre, este, vestido de negro, les va retirando las mesas y las sillas para dejar actuar a su antojo a estas figuras frágiles, fuera de control. Quizá ésta obra nos habla del intento de alguien de corregir el drama que es la vida, quizá no.
Las imágenes y la música del arranque de esta película me estremecen cada vez que las veo, y creo que preparan al espectador para una historia cruda, sobre la incomunicación de las parejas, la amistad entre dos hombres, la soledad, el amor, los secretos, el silencio, la enfermedad, la muerte y la locura.
La película se desarrolla mayoritariamente en un tono monologuista, los dos protagonistas del film, ésta vez dos hombres, hablan para quien no les puede oír, sin esperar una contestación a cambio. Hablar solo, sintiéndote acompañado. Contar historias y después recordar a esa persona que está en coma, que ya la hablaste de ello y hacer preguntas retóricas que contestaras tu mismo. Quizá, de esa manera, nos acercamos al tipo de locura de sentido común, como una persona que habla con su perro y parece esperar respuesta de todo ese discurso, simple narrativa, que muchas veces, forma parte de nuestra propia vida sin darnos cuenta.
El film nos va presentando a los personajes principales, a alguno, dos veces, son carteles con sus nombres que también nos cuentan algo de la historia. El ritmo de la película casi durante las dos horas, tiene un nivel muy alto, te mantiene atento a cada escena, cada momento se deja ver único, los cortes de cámara son intensos, no llegan a ser largos ni cortos, diría que son precisos.El flashback se presenta como conductor de la trama.
Las historias se mezclan con fluidez, y no pierdes el hilo narrativo de ninguna, la sensibilidad con la que está tratada, se destaca en cada uno de los repartos que se dejan ver en la película. La fotografía está muy cuidada, totalmente ligada al guión, acompaña a cada escena dando la calidez, frialdad, emoción…que se requiere en cada caso.

Me gusta un momento al final de la cinta; están en el teatro y Marcos se gira para ver a Alicia desde su butaca, cuando su mirada la alcanza, un foco se enciende para iluminarla la cara, mientras, podemos disfrutar de un fragmento de la obra " Masurca fogo".
Los movimientos de cámara fluyen entre imágenes cuidadas, que explican perfectamente la condición del personaje. Desde dentro de la película vemos partes de obras de teatro que ya he mencionado, podemos ver a Caetano Veloso cantando en directo para unos cuantos amigos del propio director, la música tan cuidada, las referencias al cine mudo, a grandes artistas…nos encontramos dentro de una obra que se rodea de alta cultura por todas partes.
No puedo dejar de hablar de la sutil manera de explicar algo al espectador por medio de una película de cine mudo. " El amante menguante" ;para este corto, Almodovar recurre a Griffith, haciendo un pequeño homenaje a los inicios del cine. Recuerda también a Bukowski, que en su relato "Quince centímetros" contaba una historia similar a la del corto," El amante menguante" ;Almodovar, ironizando, utiliza éste cine como medio de comunicación entre los personajes.
Los personajes vuelven a tener algo que contarnos en este film, algo habitual en el cine de Almodovar, con infancias difíciles, y deseos imposibles, vuelve a recuperar la locura del amor para contarnos la historia principal, Benigno y Alicia.
Me recordó a películas como "Blancanieves" o "La bella durmiente", el príncipe en esas dos películas mediante un beso ( beso, como acto de amor verdadero), hace despertar a su princesa. El conflicto moral vuelve a aparecer por la manera en que conocemos a Benigno y las acciones de este personaje.
Sobre los actores diría, que en líneas generales me los creo, con algún personaje menos conseguido, Javier Cámara (Benigno) y Darío Grandinetti (Marcos) mantienen el nivel de interpretación alto.
Los académicos del cine español solo le dieron el Goya a la mejor música original, ese año los galardones se los llevó una película que desde mi punto de vista es inferior, "Los lunes al sol" de Fernando León. Fuera de España tuvo una gran repercusión, fue gratamente valorada y recibió premios de gran envergadura. El cine español aún tiene algo que decir dentro de los círculos de la alta cultura, con películas de este calado intenso y emocionante.

jueves, 3 de diciembre de 2009

La madrina

Las circunstancias mandan...

Filmografía de Ángeles González-Sinde, Ministra de Cultura:
Como guionista
La casa de los líos — serie de TV (1 episodio, 1996).
La buena estrella (1997), de Ricardo Franco.
Lágrimas negras (1998), de Ricardo Franco.
Segunda piel (1999), de Gerardo Vera.
Las razones de mis amigos (2000), de Gerardo Herrero.
Antigua vida mía (2001), de Héctor Olivera.
Cuéntame cómo pasó — serie de TV (2001).
El misterio Galíndez (2003), de Gerardo Herrero.
Manolito Gafotas - serie de TV (2004), de Antonio Mercero.
La suerte dormida (2003).
La vida que te espera (2004), de Manuel Gutiérrez Aragón.
La puta y la ballena (2004), de Luis Puenzo.
Madrid 11M: Todos íbamos en ese tren (2004), de varios directores.
Entre vivir y soñar (2004), de Alfonso Albacete y David Menkes.
Heroína (2005), de Gerardo Herrero.
Los aires difíciles (2006), de Gerardo Herrero.
Todos estamos invitados (2007), de Manuel Gutiérrez Aragón.
Una palabra tuya (2008).
Mentiras y gordas (2009).


Como directora
La suerte dormida (2003).
Madrid 11M: Todos íbamos en ese tren (2004) — segmento «Como los demás».
Una palabra tuya (2008).


Como actriz
El bengador Gusticiero y su pastelera madre (1977)

Seguramente ella, que nunca aparecerá aquí por méritos estéticos ni cinematográficos (a mi juicio, "sus películas" no sirven ni como productos de entretenimiento), sea la responsable de la genial idea recogida por los medios de información durante estos días:

“Una comisión de ámbito nacional integrada por expertos independientes será la encargada de la salvaguarda de los derechos de autor en Internet. Se llamará Comisión de Propiedad Intelectual y tendrá unos poderes hasta ahora inéditos para un órgano administrativo, puesto que suya será la potestad de bloquear las páginas web que alojen o faciliten sin permiso enlaces de archivos sujetos a derechos como películas, canciones y videojuegos. La tutela judicial del proceso, que en el caso del corte de las conexiones de los internautas particulares nadie pone en duda, queda al menos en entredicho, en el caso del bloqueo de las web, que podrá ser decidido en primera instancia por la citada comisión”.

¿No es justo que Aute, Ramoncín , Loquillo, Sabina, González-Sinde, etc. cobren por su trabajo? Naturalmente. El conflicto surge de cuando chocan los intereses de esos “artistas”, que en muchos casos sólo lo son por título oficial,  y sus “socios” y “gestores” con los de los ciudadanos en bloque mayoritario. Puede que sea demasiado suspicaz o malévolo, pero a mí este asunto me suena a cacicada de los ganapanes de la "industria artística", enviciados con las subvenciones, los encargos oficiales y demás prebendas, cada vez más próximos a las fórmulas de Al Capone...
¿Sabina, qué haces tú con esos señores?
Como el manifiesto escrito para replicar al desaguisado es sumamente explícito, me excuso por no continuar el agumentario…

"Manifiesto en defensa de los derechos fundamentales en internet
Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de Internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que:
Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia".

No me extrañaría que el conflicto se resolviera olvidando el asunto de "la comisión" y del bloqueo de las páginas "malvadas" a cambio de un "impuesto especial y discreto", aplicado a la factura del ADSL... Por supuesto, todo "superlegal", de modo que "los Intocables" no meterán a nadie en la cárcel por evasión de impuestos....

miércoles, 2 de diciembre de 2009

“HARD CANDY” DE DAVID SLADE.

Por Francisco Martínez.

Hard Candy es una película cuyo género es difícil de definir. Se trata de un thriller psicológico que en ocasiones juega con el terror y la violencia sin llegar a ser demasiado explícito. En principio la película se apoya en mecanismos del cine comercial tradicional: un argumento sencillo y potente, una imagen suficientemente cuidada y un ritmo muy trabajado al servicio de la historia que se narra. La película trata sobre una chica de 14 años que queda con un hombre joven al que ha conocido por Internet. Ellos dos son (excepto cortas apariciones) los dos únicos actores en toda la película. Ésta se desarrolla en la casa del hombre, fotógrafo de profesión, a la que ambos acuden. La inocente niña resulta ser una especie de fría y excéntrica vengadora que busca castigar al hombre al que toma como un deshumanizado pederasta. Su peor carencia es que esta dualización de los personajes y la radical simplificación del problema que trata se mantienen durante toda la cinta, y aunque ambos personajes desarrollen su personalidad más allá del absurdo maniqueísta nunca consiguen zafarse de su categoría de “pedófilo inhumano” y “justa vengadora”. El maltrato tan salvaje al que ella le somete está siempre a punto de humanizarle como víctima, pero algún giro argumental los acaba devolviendo a sus lugares iniciales, transmitiendo la sensación de que toda la violencia está justificada, como una especie de venganza hipotética contra el “monstruo de la pederastia” al que consigue aniquilar apelando a su “conciencia social”.


Esta superficialidad tan propia del cine norteamericano hace que a nivel argumental la película flaquee un poco, aunque el guión tiene cierta calidad y mantiene los cambios de ritmo y la fluidez a pesar de contar sólo con dos personajes. Lo que sostiene la película son sin duda alguna las interpretaciones de ambos actores, especialmente la de Ellen Page, que da vida a la joven justiciera. El ambiente es lo suficientemente claustrofóbico para mantener con vida la historia pero sin excederse en el uso de recursos de tensión. La imagen está cuidada, se utilizan muchos planos cortos pero con suficiente habilidad y un gran sentido del ritmo. La tensión se genera de manera muy natural, sin recurrir a violencia explícita ni absurdos giros argumentales, de forma que se apoya en el duelo entre personajes, permitiendo que la historia se desarrolle de manera sorprendente pero sin descolocar al espectador.
Lo mejor de la película es precisamente lo singular del espacio y los protagonistas, que hace que su desarrollo parezca más el de una obra teatral que el de una película de terror. Fue premiada en el festival de Sitges en 2005.

Aunque son grandes sus carencias me parece una ópera prima interesante y con cierta calidad visual, especialmente para un director, David Slade, que se ha orientado posteriormente hacia el cine puramente comercial. Tanto es así que su próxima película en estrenarse será la tercera entrega de la famosa saga “Crepúsculo”.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Más sobre Waking Life, 2001

Por Taís Carballes Balsa


Waking Life es un film animado mediante la técnica de rotoscopia, dirigido por Richard Linklater, hecho en el año 2001. La película nos plantea una relación entre la vida y los sueños y podría entenderse como una especie de documental que es el que caracteriza la animación. Los diferentes personajes responden a preguntas con las que el propio director se va tropezando a lo largo de su vida, así como las personas a quienes dirige sus dudas. A medida que avanzamos en la película, nos encontramos con respuestas y opiniones muy diferentes, temas muy variados, pero con un lazo en común: los sueños.
En la historia se cuenta que un chico, tras un accidente, empieza a tener sueños en los que se encuentra a toda clase de excéntricos personajes con los que mantiene diálogos existenciales perfectamente lúcidos sobre temas como el tiempo, la sociedad, el existencialismo, la filosofía, el cine, la mente humana, la abstracción... sobre la vida en definitiva.
Para el espectador resulta atractivo e interesante lo que se está contando, puesto en que diversas ocasiones sucede que se acerca a la propia realidad de su experiencia. Es sencillo estar atento a lo que nos están contando, aunque puede que haya ocasiones en las que no entendamos mucho a cerca del tema que nos están hablando, lo cual puede resultar algo pesado si hablan durante demasiado tiempo seguido. Aún así, cuanto más adentro se encuentra uno en la historia, más se empieza a razonar y a meditar a cerca de lo que percibimos, incluso cuando se termina de ver la proyección. Es simplemente como una especie de impulso que lleva a debatir la película.
LIBRE ALBEDRÍO Y DETERMINISMO:

LA RESISTENCIA:

EL TIEMPO:

UNA NUEVA MENTE:

En cuanto al planteamiento de la animación, la película es rodada primeramente con actores reales, cuya imagen va a ser posteriormente coloreada, con la finalidad de adquirir un ambiente que se asemeje más al mundo de los sueños. La técnica empleada es la conocida con el nombre de “rotoscopia”. Con este parecido a los personajes de animación, resulta interesante y llamativo el gesto y las expresiones de los personajes mientras exponen sus ideas. Y se presta atención a detalles también del escenario y del vestuario que, debido al continuo movimiento de la imagen, hace que sea más dinámica la visualización.
En relación al tipo de planos, se observa una abundancia de los primeros planos y los planos medios de los personajes. Quizás se deba a esa intención de que se parezca más a una conversación entre el actor que cuenta la historia y el espectador. Esta forma de plantear la película ayuda a lo que anteriormente se ha estado repitiendo.

Waking Life, 2001

Por María Penalonga Ramallal

Waking Life (2001) es una animación, hecha mediante la técnica de la rotoscopia, donde se redibuja una imagen real en movimiento para convertirla en animación. Esta técnica fue inventada por Max Fleischer, y salió a la luz a partir del 1912.
Existen numerosas películas con esta técnica, y Richard Linklater nodudó en emplearla, primero con Waking Life (2001), y más tarde con Scanner Darkly, en el 2006.

En Waking Life, Linklater cuida la imagen, los encuadres; el colorido;los primeros planos; los movimientos de una cámara ondulante al compás de la música o con un travelling siguiendo a los personajes; creando así una película agradable a nivel visual.
Centrándonos en el ámbito sonoro, la música cobra un papel relevante, tanto en las vistas aéreas como en el concierto del principio, donde la imagen carece de diálogo y los músicos nos deleitan con una audición, donde sus movimientos son totalmente fieles a la realidad. Aparentemente nos encontramos ante personas de carne y hueso, no dibujos.
Podemos decir que Richard Linklater crea un film de animación, con excelentes resultados, aunque no sabría decir si necesarios, ya que la animación es un elemento visual más de la película, pero lo verdaderamente importante es el contenido, los sueños que al mismo tiempo establecen un paralelismo con la filosofía de la vida “Parece que estamos limitados por el mundo, pero lo estamos creando nosotros. Sabes que estás soñando, puedes hacer lo que quieras, eres consciente, tienes muchas opciones y de eso trata la vida.”
El protagonista se encuentra en un profundo sueño del cual no puede despertar. Tiene continuos despertares falsos, que crean agobio en el protagonista e incluso en el espectador, ya que creemos que por fin está despierto, pero sigue sumergido en sueños extraños que no puede controlar.
Durante el transcurso de la película nos llenamos de discusiones filosóficas que entrelazan temas como la realidad, el significado de la vida, la evolución del hombre (el neo-humano); el leguaje, donde gran parte de lo que percibimos no puede ser expresado; política; religión…teorías que son expuestas por las diferentes personas que se cruzan en el camino del protagonista. “Dicen que los sueños sólo son reales mientras duran... ¿puedes decir lo mismo de la vida?”
A lo largo de la película escasean los diálogos, podríamos hablar de un gran número de monólogos, en ocasiones largos y densos, con secuencias amplias; cargados de un fuerte contenido filosófico, creando así una película compleja y cargada de contenido.
“¿Que hay ahí? No lo se todavía, pero es un lugar, y determinará el curso del resto de tu vida...”

“UN LUGAR DONDE QUEDARSE” DE SAM MENDES… UN DESTINO INVOLUNTARIO.

Por Antonio Ferreira

Después de las magníficas, en mi opinión, American beauty, Jarhead o Revolutionary road, Mendes nos sorprende ahora con Un lugar donde quedarse… quizás sería mejor decir que no nos sorprende. Creo que es una buena película aunque no nos aporte nada innovador en el plano estético típico del director. A mí, personalmente, me parece que pierde cierto encanto conductor sin el acompañamiento musical de Thomas Newman, presente en sus tres películas anteriormente citadas. Si bien no creo que mantenga su especial pose expresiva, o por lo menos se la percibe algo mas recatada, me parece que el concepto argumental que trata es altamente atractivo.

Bajo una apariencia de ácido vodevil, se nos plantea el tema del destino involuntario... es decir… contemplado desde el punto de vista del feto, del futuro bebé, nos damos cuenta que en absoluto somos participes de elecciones importantes de nuestra vida… los padres se percatan de dicho trámite esencial y buscan para su retoño un lugar especial para que este crezca en perfectas condiciones, condicionando, seguramente el resto de su existencia, pero es algo que todos hacemos o que haremos, supongo, asi que no les culpo, aunque; ¿y si hubiesen elegido otro lugar? ¿y si los padres se separan antes de su nacimiento?¿y si naces en un hospital repleto de medicamentos y enfermos y por eso luego vomitas al entrar en una tintorería? ¿y si educas a tu hijo con un marido al que odias y viceversa? ¿y si copulas con tu pareja de forma natural delante de tu hijo… saldrá un pervertido? ¿y si uno de los padres muere? ¿y si…? ¿y si…?
Salí del cine con estos extraños pensamientos y me planteé la importancia que tiene cada elección en tu vida en relación a ti mismo y a los demás, en relación al ahora, al ayer y al mañana, en la importancia del destino, en que no quería tener hijos… en fin, la única conclusión a la que llegue es a la impotencia de la no-respuesta, al entramado socio-ambiental al que estamos sometidos casi inconscientemente y a que supongo que… “yo soy yo y mi circunstancia” y que hay que tirar para adelante como sea, sin darle mucha importancia a estas cosas si no quieres volverte loco...
Por ponerle una última pega a la película, es que en el tratamiento de Mendes suelen aparecer personajes estereotipados para criticar a los sectores aludidos, pero, en este caso, creo que se ha pasado un pelín con los personajes secundarios…

domingo, 29 de noviembre de 2009

EJERCITANDO EL ROSTRO


Un film de Marco Bellocchio

Por Javier Ramírez.

¡Guerra, guerra! Vincere es una película agitadora. De guión un poco flojo e irregular, pero de una fuerza abrumadora. Y sobre todo, totalmente desacomplejada.




Más allá de lo que cartel, tráiler, e incluso alguna crítica hagan parecer, no es una obra de corte historicista en un sentido sobrio y académico (sin entenderse con esto crítica alguna hacia ese estilo). Es una obra de rebeldía en el montaje, de mensajes que invaden la pantalla, de actuaciones expresionistas, de músicas que subrayan y te mueven físicamente. No te la tomas en serio, pero te hace reflexionar.
Su mensaje no es novedoso, ni mucho menos deslumbrante. Puede incluso recordar en cierta manera a El intercambio de Clint-Eastwood, lo cual tiene su gracia, pues casi pareciese una mofa del exagerado y manipulador melodrama protagonizado por Angelina Jolie.



Nos situa en una italia de principios de siglo, con un Mussolini implacable y ambicioso (en todos los sentidos) cuyas desventuras con Ida Alser serán la base de todo el film. El rechazo por parte de Mussolinni de su primogénito y de toda relación con la bellísima mujer generará una historia de amores frustados, oscurantismo político y desesperación. El trabajo de los actores es realmente destacable (Giovanna Mezzogiorno y Filippo Timi), contando con que no son interpretaciones naturalistas, sino totalmente expresionistas en concordancia con el tono, en parte, desenfadado del film.

Vincere es interesante en la forma, aunque pueda hacerse lenta por momentos. Tiene una fotografía muy  cuidada con especial hincapié hacia el color. Es cine, sí, pero también podría ser teatro en cierta manera. Sus cualidades la alejan de posibles comparaciones, y no creo que sea valorable en claves de crítica cinematográfica al uso. Es posible que todos los elementos que yo encuentro destacables, para otro pasen incluso desapercibidos, por tanto, nos encontramos ante una valoración de una subjetividad altísima.



El respeto y protagonismo que Bellocchio permite al trabajo actoral, generando momentos cuyo foco es exclusivamente la interpretación, y sumando lo "especial" de la forma, acostumbrados al inmortal "método", es un punto a tener en cuenta. La utilización de metraje de archivo en grandes cantidades, pero de forma inteligente, da estabilidad al lenguaje escogido. Las contínuas referencias cinematográficas de la época así como la importancia del mismo durante todo el metraje, expresan esa intencionalidad de alejarse del cine contemporáneo.
Vincere, y espero no estar loco al decir esto, es una obra para arrancar grandes sonrisas y abrir ampliamente los ojos en un intento de recuperar un cine basado en la fascinación.
¡Fascismo, fascismo!

jueves, 26 de noviembre de 2009

El hombre que nunca estuvo allí.

Por María Chacón Rubio.

Esta película con aires de cine negro clásico pero renovado, que incluso introduce ciencia- ficción; nos muestra la preocupación de los hermanos Coen por dotar de belleza cada encuadre. Utilizan el blanco y negro con mucho acierto, los claroscuros son muy eficaces, y los negros puros forman siluetas estremecedoras que dan tensión y belleza visual, fue grabada a color y posteriormente la pasaron a blanco y negro, con lo que consiguieron un magnifico resultado. La fotografía de Roger Deakins es excelente, fue nominado al Oscar. También destaca la narrativa por suspense pero sin sobresaltos, una intriga sin  estridencias, con ritmo lento pero constante.
El protagonista Ed Crane, es un perdedor, un peluquero que ni si quiera es el peluquero principal de la barbería de un pueblecito de California; siempre es un fracasado, el yerno de un rico empresario en Fargo, el hombre más vago del mundo “El Nota” en la película el Gran Lebowski, o un soluciona problemas de un poderoso gangster en Muerte entre las flores. Son personajes pasivos que se dejan llevar, pero que en un momento dado su actitud cambia, dando lugar a todo lo que les pasa. Los hermanos Coen hacen reflexionar al público mediante la utilización de estos personajes que se encuentran entre el bien y el mal.

Ed Crane es un sencillo hombre, pero que a su vez parece un gangster de cualquier película de los 40, siempre sumergido en el humo de su cigarrillo y en sus silencios. Este personaje lucha por salir de su vida rutinaria y aburrida, y en ese esfuerzo le acontecen una serie de sucesos que logran en parte que su vida de un vuelco. El hombre que nunca estuvo allí también es el hombre que no dice nada, que se encierra en sí mismo, pero que no pierde la fe, que no tiene miedo a morir.
La construcción del personaje Ed esta excelentemente interpretada por Billy Bob Thornton, se puede juzgar debido a la escasez de diálogos, esto se soluciona con su voz en off que tiene su lógica, ya que, el carácter del personaje es muy reservado; es un papel de gran dificultad en que su seriedad, miradas y gestos son primordiales, generan una gran curiosidad. El blanco y negro también ayuda a definir más al personaje, es como ve el mundo. Los demás personajes utilizan las palabras para esconder una realidad detrás de la que no hay nada, palabras igual a mentiras, y en oposición aparecen los silencios de Ed.
Este film no da respuestas a las cuestiones que se proponen pero eso es precisamente lo que pretende; como dice el abogado: Nosotros no tenemos que saber, sólo debemos demostrar que los otros no saben.
Cada elemento de la película hace que el espectador este atento y pueda disfrutar en sus distintos niveles visual, sonoro e intelectual.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Aleksandr Rodchenko


Cartel para El Acorazado Potemkin, de Sergei Eisenstein, 1925

"El hombre de la cámara". Dziga Vértov.

Por Raquel Carrascosa Lozano


Vértov realiza este largo, "El hombre de la cámara", de 80 minutos de duración a modo experimental hacia 1929, sus similitudes con “Berlín sinfonía de una ciudad” 1927 son obvias, aunque para mi gusto en Berlín contemplamos la ciudad como si de sonámbulos se tratase, viendo pasar el tiempo por medio de imágenes, tan solo mirando, que no viendo, el exterior por el que se pasa fugazmente y probablemente sin caer en la cuenta de lo que realmente se debería ver, Berlín nos sumerge en un estado de sonambulismo, parecemos zombis atravesando la ciudad, ensimismados por la estética de las imágenes, en cambio en El hombre de la cámara aparentemente se realiza el mismo tipo de documental, un documental que quizá pretenda dibujar en nuestra mente una idea de cómo es la ciudad, aunque esta vez nos situamos en San Petersburgo, a mi juicio en esta última, no nos quedamos tan solo con un retrato de la ciudad sino que podemos atisbar muchos temas de los que hablar, Revolución industrial y a pesar de quedar claro este avance continúa permanente la pobreza…no es solo un paseo de nuestros ojos por estéticas imágenes de las calles de San Petersburgo, aunque la intención de Vértov pudiera ser esa.

Podemos decir que Vértov representa en este documental un día en las vidas de los ciudadanos de San Petersburgo, y nada más lejos de la realidad nos encontramos con una sociedad absorbida por la manipulación de las masas que se disponen a trabajar como si de borregos se tratase (como criticaría después Chaplin en "Tiempos modernos" hacia 1936). Las imágenes, que son grabaciones directas de la realidad, representan la mecanización del trabajo, en la que la mano actúa por sí sola sin la necesidad de un cerebro que la guíe, esto está reflejado tanto en las horas de trabajo como en las horas de ocio en la vida de un ciudadano ruso en pleno apogeo de la Revolución industrial que llegó de forma tardía a Rusia, lo que quiere decir que no solo actuamos de forma irracional y mecánica cuando trabajamos sino que incluso cuando estamos realizando una afición también lo hacemos de forma mecánica, como cuando tocamos el piano, pintamos etc. Cuando todos los ciudadanos salen del trabajo, se arreglan, tras haber perdido su identidad convirtiéndose en máquinas durante una larga jornada de trabajo, para recuperar dicha identidad, pero a continuación vuelven todos en masa a disfrutar de sus horas de ocio a la playa, vuelven a caer en un sistema de manipulación que incluso en sus horas de ocio les impone donde deben ir.

La película es muy curiosa porque se está grabando a un hombre que está grabando, se graba en el inicio a la gente esperando en el cine para ver la película, al protagonista que lleva la cámara buscando secuencias interesantes, que llamen la atención. Se ve todo el proceso a la hora grabar, con cierta intención libre, pero podemos ver las imágenes en movimiento de un coche grabadas desde otro a unos escasos dos metros de separación con bastante buena estabilidad en los movimientos de cámara. Los efectos especiales utilizados nos remiten a los hermanos Lumière y a Georges Mélies entre otros. Similitudes con los hermanos Lumière destaca sobre todo la imagen en retroceso, la sensación visual que produce el viento azotando un árbol y a continuación ese mismo viento en retroceso produce inquietud visual, como ocurre con las fichas de ajedrez que parten de estar descolocadas en el centro a, de pronto, estar todas dispuestas para jugar, además de la secuencia en la que en “El hombre de la cámara” entran todos al trabajo en tropel recuerda mucho a “La salida de la fábrica” de dichos hermanos. También Vértov utiliza la cámara rápida y lenta, acompañada de una música completamente ligada a la imagen, sin ésta la película pierde cierto grado de interés. En cuanto a semejanzas con el cine de Georges Mélies cabe destacar los efectos especiales utilizados a modo de ilusionismo, cuando aparece el hombre de la cámara dentro de un vaso de cerveza o las imágenes de la propia cámara moviéndose sola que parece que cobra vida, nos sugiere a aquellos videos de Mélies en la sala de variedades. En casi el final de la película encontramos unas secuencias de deportistas, lanzando el disco por ejemplo, en las que volvemos a ver la cámara lenta, en 1938 Leni Riefenstahl llevará imágenes similares a estas, a un documental de 225 minutos llamado “Olympia”. Vértov relaciona en numerosas ocasiones el ojo con la cámara cuyo funcionamiento es similar, aunque se intensifica la superioridad de la cámara sobre el ojo, ya que el ojo no puede montar dos secuencias a la vez desde dos planos distintos, como se hace en la película, o por ejemplo tampoco puede captar el movimiento de la vida y de pronto pausar la imagen y dejarla fija como también hace Vértov en el documental.

En conclusión para mi este documental dice más de lo que en principio se puede esperar, no es solo conocer a través de él las vidas de los ciudadanos de San Petersburgo, que es el aparente mensaje del documental, sino que nos damos cuenta de cómo se les convierte en máquinas, se les impone lo que deben hacer, a eso es a lo que se le llama desarrollo, a la pérdida de las libertades individuales para formar parte de una gran y desarrollada sociedad. También nos acerca un poco más al cine introduciendo una sala, los espectadores, un operario grabando y una ciudad en movimiento. Por medio de las imágenes nos situamos en San Petersburgo tras la muerte de Lenin, una ciudad con un progreso reciente ya que comenzó a desarrollarse industrialmente más tarde que otros países. Estas imágenes son un precedente de lo que unos años más tarde se convertiría en una catástrofe, una ciudad nuevamente en retroceso debido a los bombardeos por parte de Hitler que acabarían con la muerte de más de un millón de personas.

Reina Sofía. David Maljkovic: Out of Projection

El Reina Sofía ha prestado sus salas a David Maljkovic, croata que sintetiza su propia tradición cultural con el ambiente berlinés, donde reside habitualmente. Scene for a New Heritage (2004-2006) ofrece interés por los recursos narrativos empleados para proponer una reflexión sobre el paso del sistema socialista al liberalismo actual.

Muy recomendable como "vídeo-arte"

sábado, 21 de noviembre de 2009

JOHNNY COGIÓ SU FUSIL

Por Megan Pfeiffer

Gran película antibélica, basada en la novela con el mismo titulo “Johnny got his gun”, escrita por Dalton Trumbo en 1939, y dirigida también por el, en 1971.
Dalton fue un personaje, bastante contradictorio al idealismo norteamericano. Su primer error fue inscribirse en el Partido Comunista, lo cual, trajo bastantes visitas del FBI, interesados en que Dalton les diera información sobre el Partido y sus integrantes.

La novela tampoco le hizo demasiado popular que digamos , puesto que en el momento (1939), lo importante era la guerra, y esa misma razón fue la que provoco que no se publicara mas el libro, hasta el fin de la guerra.
La novela y la película narran la historia de un joven estadounidense, que tiene que luchar en la I Guerra Mundial, con la mala fortuna que una de las bombas que lanzan los enemigos le mutila por completo, dejándole sin extremidades y sin rostro. Lo único que sigue en perfecto estado es su mente.
Magnifica forma de comenzar la película. La música e imagen hacen que sientas la guerra, lucha , poder , hasta tal punto, que te hacen creer que la guerra es grandiosa, casi una necesidad para la humanidad.
Desde el comienzo de la película el espectador se siente bastante inquieto, primero por el silbido de una bomba a punto de tocar el suelo, por el leve sonido de un hombre respirando.
La primera imagen (en blanco y negro), te sorprende, te encasilla en un sitio de donde no se pude salir. Tres hombres enmascarados nos miran fijamente, lo único que se ven son los ojos. En un principio no se reconoce para nada que son médicos, sino más bien, nos recuerdan al enemigo, que ha conseguido acorralarnos. Gracias al dialogo que tienen, vamos comprendiendo lo que ha sucedido.

Sabemos que el protagonista ha pasado por una operación durísima, tras haber sobrevivido a una bomba, el cual se ha destruido sus extremidades, y todos sus sentidos. Vive, pero ¿en que condiciones?
Inquieta especialmente que no podamos ver el rostro del mutilado en toda la película; no hay forma de conocer su horror. Lo único que nos da pistas, es su voz en “off”. Y lo que es mas intenso y terrorífico para el espectador, es que el mutilado, recuerda su vida, una historia completamente normal y feliz. Aun no sabe que forma parte de un sueño. Es tan normal, que es en color, el blanco y negro se deja para su pesadilla.
Algo horrible para cualquier ser humano, es el no poder distinguir lo que es un sueño y lo que es realidad. Para cualquier persona, conocer la diferencia es un acto innato. Cuando estamos soñando tenemos la capacidad de demostrarnos a nosotros mismos que, en efecto es un sueño.
Para nuestro mutilado, no es tan fácil. En una de las escenas, le pregunta a Jesús (Donald Sutherland) si le puede ayudar, para saber como distinguir entre los sueños y la realidad. Jesús le dice que hay muchas formas, por ejemplo, mover los brazos, obligarse a uno mismo a abrir los ojos, o incluso gritar para despertarse. Pero después de cada sugerencia el mutilado le recuerda que no tiene la posibilidad de hacer ninguna de esas cosas. Jesús, con cara de preocupación contesta que, en ese caso ni Dios mismo le puede ayudar.
Verdaderamente escalofriante. Lo último que se pierde es la fe. ¿Qué pasa cuando la fe te da la espalda?
Recuerda su vida, y los últimos momentos con su familia antes de ir a la guerra, los sonidos, las paredes cargadas de imágenes, las últimas caricias.
Poco a poco, es capaz de sentir cosas, lo que puede con lo que tiene, y por un momento se siente feliz. Puede sentir las vibraciones, distinguir personas, saber si es de día o de noche, incluso las estaciones del año. Su mente comienza a funcionar de forma distinta, tiene que crear un mundo nuevo, con personajes y lugares, con las que, en una vida normal, no se encontraría jamás.
Las imágenes son terroríficas, pero ese terror se completa cuando se añade la voz del mutilado, con lo cual, hay que tener en cuenta la interpretación. La imagen sin sonido, se ve, normal, se ve una imagen con belleza en las luces y las sombras que prestan el blanco y negro, pero, con lo que se obtiene el objetivo de la película, es sin duda con el dialogo y la forma en que se usa.


Junto con la buena utilización de la imagen, deberíamos prestar atención a lo que nos cuenta el guión.
Desde el principio, la película nos dice que la guerra es mala. El mutilado desde su posición, desde sus posibilidades, busca en su mente una solución. Pregunta a su familia, pregunta a su fe, ninguna de estas le sirve.
Cuando consigue comunicarse con el mundo exterior (por el código Morse), y contar al mundo su historia, se lo impiden, ¿Cómo podrían dejar a ese hombre enseñar lo que en realidad hace la guerra? El mutilado (como él mismo dice en la película), es una verdadera maravilla. No es una criatura, no es un monstruo que ha creado Dios, sino que ese deshecho, ha sido creado por el Hombre. Una feria sería el lugar apropiado. Incluso una persona mutilada, puede llegar a ser feliz, con lo poco que puede obtener.
Pero si no hay otro fin, el único fin es la muerte, pero claro, eso tampoco se lo pueden dar, tienen una moral que tienen que seguir. Una “moral” bastante conveniente para la situación en la que se encuentran.

martes, 17 de noviembre de 2009

Varitas mágicas para los grandes problemas. Edén al Oeste, de Constantin Costa-Gavras

Costa-Gavras es uno de esos realizadores irregulares que te pueden sorprender en positivo o en negativo, tanto si uno se pone a ver una película alabada por la crítica como si lo haces con otra menos afortunada por los juicios ajenos. Confieso haberme derretido viendo "Z" (1969) cuando fue estrenada... Sin embargo, hoy me parece una película mediocre... Lo mismo podría decir de "Estado de sitio" (1973)... Sin embargo, por encima del argumento, incluso, me sorprendió muy positivamente "Amén" (2002), contando, incluso, con las reiteraciones que le reprochan algunos cronistas manifiestamente reiterativos... En procesos creativos, la reiteración puede ser un recurso "útil" si quien la usa tiene inteligencia.


"Edén al Oeste" es una especie de "docudrama en clave de comedia" sobre la inmigración en la que Casta-Gavras se ha aproximado a las fórmulas de K. Loach, sin llegar a las planteamientos maniqueos habituales en el cine político. Creo que esa prudencia, junto con el final, son los elementos más positivos de una película sin otras cualidades reseñables.
Con una fotografía "correcta", de pocas tomas espectaculares (las marítimas), Costa-Gavra organiza un guión en el que pesan demasiado situaciones sólo justificadas por un potencial cómico que, a su vez, sirve de esqueleto rítmico de cierta eficacia, e indirectamente fuerza un fenómeno paradójico, porque a la postre compiten en importancia "el inmigrante" y "los aborígenes" sobre los que se construye la comedia. Y acaso resulte más interesante el muestrario humano reunido por la cámara que las peripecias del nuevo Ulises.
En definitiva... Película nacida para ser programada en foros ciudadanos para plantear el problema de la inmigración, pero nada relevante en asuntos estéticos.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Gigante

Por Lara Abajo Cortés
¿Quién no ha se ha sentido nunca atrapado en la rutina? Esto es lo que parece ocurrirle a Jara, vigilante de seguridad nocturno de un supermercado, hasta que repara en la presencia de Julia, una de las empleadas de la limpieza y comienza a obsesionarse con ella.
Esta obsesión le lleva a seguirla a todas partes, dando lugar a todo tipo de situaciones, algunas de ellas algo típicas y previsibles, sin embargo aun puede sorprender el desenlace del alguna de estas.
Esta película de origen uruguayo se empeña en mostrarnos la rutina de un personaje totalmente normal y anónimo, su vida, sus gustos y su cotidianidad. Los escenarios no son manidos ni recargados, son ambientes reales y un tanto deprimentes, aderezados por las luces fluorescentes del comedor del supermercado. Casas, bares o comercios, todos los entornos típicos de una clase obrera que intenta llegar a fin de mes como buenamente pueda.
Lo silencios prolongados ¿o alguien esperaba que un tímido y solitario vigilante de seguridad hablara solo en mitad de la noche?

¿El ritmo? Lento, muy lento, alguien podría decir que como los días que transcurren sin ningún aliciente o sobresalto, pero la historia inicialmente interesante, acaba haciéndose un tanto pesada. No hay apenas tensión narrativa y poco a poco te distancias del tímido vigilante de seguridad con el que tan pronto habías conectado en un principio, su pasividad adormece y su comportamiento acaba resultando monótono y aburrido.
Curiosamente, entre tanta pasividad y parsimonia y a pesar de la decadencia de los escenarios, las imágenes son muy estéticas y sosegadas. Los planos son largos y cuidados, al igual que los encuadres, que no desentonan con la historia ni la velocidad.
Curioseando por Internet, he descubierto discrepancias en el género que otorgan a la película. En unos sitios la catalogan de drama y en otros de comedia romántica. Aquí una no sabe que contestar. Bien es cierto que la película tiene momentos cómicos, pero en su mayoría lo que predominan son los guiños a las situaciones cotidianas, pero tampoco es una historia verdaderamente dramática y emocional o romántica. Tal vez es simplemente una historia cotidiana más…real y monótona, como la vida misma.