Las circunstancias mandan...
Filmografía de Ángeles González-Sinde, Ministra de Cultura:
Como guionista
La casa de los líos — serie de TV (1 episodio, 1996).
La buena estrella (1997), de Ricardo Franco.
Lágrimas negras (1998), de Ricardo Franco.
Segunda piel (1999), de Gerardo Vera.
Las razones de mis amigos (2000), de Gerardo Herrero.
Antigua vida mía (2001), de Héctor Olivera.
Cuéntame cómo pasó — serie de TV (2001).
El misterio Galíndez (2003), de Gerardo Herrero.
Manolito Gafotas - serie de TV (2004), de Antonio Mercero.
La suerte dormida (2003).
La vida que te espera (2004), de Manuel Gutiérrez Aragón.
La puta y la ballena (2004), de Luis Puenzo.
Madrid 11M: Todos íbamos en ese tren (2004), de varios directores.
Entre vivir y soñar (2004), de Alfonso Albacete y David Menkes.
Heroína (2005), de Gerardo Herrero.
Los aires difíciles (2006), de Gerardo Herrero.
Todos estamos invitados (2007), de Manuel Gutiérrez Aragón.
Una palabra tuya (2008).
Mentiras y gordas (2009).
Como directora
La suerte dormida (2003).
Madrid 11M: Todos íbamos en ese tren (2004) — segmento «Como los demás».
Una palabra tuya (2008).
Como actriz
El bengador Gusticiero y su pastelera madre (1977)
Seguramente ella, que nunca aparecerá aquí por méritos estéticos ni cinematográficos (a mi juicio, "sus películas" no sirven ni como productos de entretenimiento), sea la responsable de la genial idea recogida por los medios de información durante estos días:
“Una comisión de ámbito nacional integrada por expertos independientes será la encargada de la salvaguarda de los derechos de autor en Internet. Se llamará Comisión de Propiedad Intelectual y tendrá unos poderes hasta ahora inéditos para un órgano administrativo, puesto que suya será la potestad de bloquear las páginas web que alojen o faciliten sin permiso enlaces de archivos sujetos a derechos como películas, canciones y videojuegos. La tutela judicial del proceso, que en el caso del corte de las conexiones de los internautas particulares nadie pone en duda, queda al menos en entredicho, en el caso del bloqueo de las web, que podrá ser decidido en primera instancia por la citada comisión”.
¿No es justo que Aute, Ramoncín , Loquillo, Sabina, González-Sinde, etc. cobren por su trabajo? Naturalmente. El conflicto surge de cuando chocan los intereses de esos “artistas”, que en muchos casos sólo lo son por título oficial, y sus “socios” y “gestores” con los de los ciudadanos en bloque mayoritario. Puede que sea demasiado suspicaz o malévolo, pero a mí este asunto me suena a cacicada de los ganapanes de la "industria artística", enviciados con las subvenciones, los encargos oficiales y demás prebendas, cada vez más próximos a las fórmulas de Al Capone...
¿Sabina, qué haces tú con esos señores?
Como el manifiesto escrito para replicar al desaguisado es sumamente explícito, me excuso por no continuar el agumentario…
"Manifiesto en defensa de los derechos fundamentales en internet
Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de Internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que:
Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia".
No me extrañaría que el conflicto se resolviera olvidando el asunto de "la comisión" y del bloqueo de las páginas "malvadas" a cambio de un "impuesto especial y discreto", aplicado a la factura del ADSL... Por supuesto, todo "superlegal", de modo que "los Intocables" no meterán a nadie en la cárcel por evasión de impuestos....
Creo que, en este aspecto y, aunque resulte una paradoja, los intelectuales no deberían de meterse en política. Ya desde los tiempos de nuestro querido amigo Unamuno, que decía que "la política no era cosa de caballeros" el tema se sigue dirimiendo.
ResponderEliminarParece mentira que personas que tienen dos dedos de frente acaben perdiendo toda la cabeza. Es pasar por esta política y quedar casi denigrados en el futuro, aunque este presente les esté agasajando de premios.¡A forjar leyenda, nada de Carpe Diem!(en este caso, claro)