Marian Garrido Herrojo
El montaje y ciertos elementos perceptivos alterados, tales como la música reescriben totalmente el significado de las imágenes. Por ejemplo, "Mary Poppins" convertida en película de terror, "El Resplandor" en una enternecedora historia y "Terciopelo Azul" en una comedia del estilo "Los padres de ella"
Es curioso, este mismo año dimos una clase sobre el engaño, y yo hable del tráiler como máximo representante en el universo del cine.
ResponderEliminarLos chavales fliparon con los que tú has puesto, y yo flipe con la cantidad de chicos de 15 años que habían visto El Resplandor...
En todo caso para hablar de relevancia en el montaje qué menos que pensar en Metrópolis de Lang.
Hide your children!
esta bien como ejemplo de manipulación, pero parece facilísimo por ejemplo en el resplandor como colocan desordenadamente escenas sueltas que tienen un impacto visual mínimo comparado con escenas de la película como la mujer q se besa con Jack q luego es una vieja q flipas o la mítica escena del hacha, o mismamente la escena del chorreo de sangre... en ese video no encajan ni de coña, deja de ser manipulación para ser una historia completamente distinta
ResponderEliminarOjo con Metropolis; lo que conocemos son versiones "montadas" a posteriori.
ResponderEliminarSobre lo que dice Mariam: Está claro que el montaje es es factor promordial del ritmo o, dicho de otro modo, del condicionante temporal sobre el proceso perceptivo... La referencia importante sigue siendo Eisenstein y, en general, la "escuela soviética".
Yo me refiero al caso de Metrópolis, no como manipulación a través del montaje del propio Lang, sino precisamente la diferencia brutal entre la versión de toda la vida, la remontada en EEUU a la llegada de Lang allí, y la versión actual, remontada desde los restos de las partituras originales.
ResponderEliminarDos películas de contenido y mensaje completamente diferentes. A pesar de utilizar el mismo metraje.
Aún así ya sabéis que hay ciertos directores que van menospreciando por ahí la labor del editor. Yo sigo creyendo que las películas deberían llevar dos nombres bien grandes, editor/director. Y aún me cuesta entender por qué hay tan pocos directores que conozcan bien el arte del montaje.
Saludos.