Ame Agaru (1999)
Un año después de la muerte de Akira Kurosawa se estrenó Ame Agaru (Después de la lluvia), una película dirigida por Takashi Koizumi, bajo las órdenes de un guión del propio Kurosawa escrito un año atrás.
Lejos de obras como Trono de Sangre o Ran, Ame Agaru se acerca mucho más a un cuento infantil (está basada en un cuento de Shugoro Yamamoto) que a un drama de Shakespeare. Para aquellos que buscan grandes historias, complejas, llenas de giros y personajes atormentados esta no es su película. Sin embargo alejada de todo eso, Ame Agaru es una especie de Robin Hood elegante, sin excesos, con un mensaje muy optimista y poco pretencioso. Hilado lo suficientemente fino como para permitir una lectura negativa del mismo, aunque eso ya sea elucubración personal.
Ame Agaru no es el mejor Kurosawa (es difícil dirigir después de muerto), pero está lleno de referencias y homenajes al director japonés. Los planos fijos, los grandes paisajes, las tomas "documentales", y la sobriedad de los diálogos le delatan. Koizumi nos deja una pieza preciosa, sencilla de ver, con un buen ritmo (al menos coherente) y unas interpretaciones dignas de elogio.
La relación hombre-mujer aparece aquí de nuevo, en una clave alejada de las manipulaciones e intereses políticos, más cerca de la confianza y el consejo donde, de nuevo, "ella" tiene especial relevancia pese a su condición ausente, y su encierro permanente. Es increíble como modela un personaje tan "simplón", de manera que nos resulta potente, relevante y ante todo el más inteligente.
Ame Agaru es un film para ponerse contento, es más me extraña que no haya sido proyectado en jornadas de Manos Unidas o Unicef. Seguramente por aquí podamos, de hecho, desmontarla al completo, fuera de su calidad fotográfica y la maravillosa (aunque escueta) composición musical, es un film bastante superficial (podría decir sencillo y sonaría positivo), aunque personalmente me parezca su gran virtud. No hay en ella ambición alguna, o al menos yo no la he conseguido detectar, y eso la crucifica como obra relevante y la eleva en la relación película/espectador.
Ficha en IMDB
Lejos de obras como Trono de Sangre o Ran, Ame Agaru se acerca mucho más a un cuento infantil (está basada en un cuento de Shugoro Yamamoto) que a un drama de Shakespeare. Para aquellos que buscan grandes historias, complejas, llenas de giros y personajes atormentados esta no es su película. Sin embargo alejada de todo eso, Ame Agaru es una especie de Robin Hood elegante, sin excesos, con un mensaje muy optimista y poco pretencioso. Hilado lo suficientemente fino como para permitir una lectura negativa del mismo, aunque eso ya sea elucubración personal.
Ame Agaru no es el mejor Kurosawa (es difícil dirigir después de muerto), pero está lleno de referencias y homenajes al director japonés. Los planos fijos, los grandes paisajes, las tomas "documentales", y la sobriedad de los diálogos le delatan. Koizumi nos deja una pieza preciosa, sencilla de ver, con un buen ritmo (al menos coherente) y unas interpretaciones dignas de elogio.
La relación hombre-mujer aparece aquí de nuevo, en una clave alejada de las manipulaciones e intereses políticos, más cerca de la confianza y el consejo donde, de nuevo, "ella" tiene especial relevancia pese a su condición ausente, y su encierro permanente. Es increíble como modela un personaje tan "simplón", de manera que nos resulta potente, relevante y ante todo el más inteligente.
Ame Agaru es un film para ponerse contento, es más me extraña que no haya sido proyectado en jornadas de Manos Unidas o Unicef. Seguramente por aquí podamos, de hecho, desmontarla al completo, fuera de su calidad fotográfica y la maravillosa (aunque escueta) composición musical, es un film bastante superficial (podría decir sencillo y sonaría positivo), aunque personalmente me parezca su gran virtud. No hay en ella ambición alguna, o al menos yo no la he conseguido detectar, y eso la crucifica como obra relevante y la eleva en la relación película/espectador.
¿A quién le resulta agradable la amabilidad?
Ficha en IMDB
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