El Cine como forma expresiva y estética

martes, 14 de febrero de 2012

Foster y Rogers también proyectaron —alguna vez— viviendas unifamiliares


Se diría que Rogers y Foster nacieron al arte de la arquitectura proyectando torres de Babel y templos mastodónticos a mayor gloria de las corporaciones que, como los dioses, velan por "nuestros intereses", es decir, "los suyos" . Y sin embargo, hubo un tiempo en el que, unidos, en el mismo estudio, concibieron, junto con las hermanas Cheesman, edificios de escala humana.
Uno de estos edificios —la Sky break, Warren, Radlett, Hertfordshire—, llamó la atención a S. Kubrick, que lo empleó para realizar allí algunas tomas de especial interés y significación. Junto con unos cuantos planos tomados en diferentes lugares, la Sky break de Hertfordshire se convirtió en la residencia del "escritor" F. Alexander. Se trata de una vivienda singular, de concepción espacial sumamente diáfana y varios niveles de suelo, que, como los espacios de la pintura flamenca, ofrecen incremento de las posibilidades narrativas.













Si este blog pretendiera ser un púlpito de lisonjas y panegíricos, debería expresar admiración por la perspicacia del director neoyorkino al intuir que la casa en cuestión pasaría a la historia al amparo del magisterio de dos de los arquitectos más influyentes de la segunda mitad del siglo XX. Como no es el caso, me limitaré a reconocer que, como dijera Sir Alfred Joseph Hitchcock, en ocasiones la casualidad moviliza acontecimientos asombrosos.

Del visionado de la película, podemos concluir:
1.  Sobre lo ya expuesto, Kubrick no se interesó por la concepción arquitectónica global: al menos eso parece indicar que se olvidara de la relación entre el interior y el exterior, fundamental en la naturaleza de ese proyecto.
2.  Las tomas del "exterior" de la casa fueron realizadas en otro lugar, seguramente, más adecuado a las pretensiones narrativas de Kubrick.
3. Ni tan siquiera empleó las posibilidades lumínicas de la casa, seguramente, porque serían insuficientes para rodar con la calidad preestablecida.
En definitiva: parece obvio que Kubrick empleó la Sky break del Team 4 por sus posibilidades espaciales, pero sobre todo, por las opciones para convertirse fácilmente en plató. Entiendo que cualquier otra valoración de mayor calado estético, sería exagerada.

Edificio Lloyd
Edificio Lloyd, detalle
Edificio Lloyd (detalle) y 30 St Mary Axe
El acontecimiento asombroso: la película de Stanley Kubrick nos conduce por el túnel del tiempo al momento en el que Richard Rogers, Norman Foster y las hermanas Cheesman comenzaban una carrera profesional de gran proyección durante la segunda mitad del siglo XX. Paradójicamente, esa proyección comenzó, precisamente, con el momento en el que se disolvió el grupo y Rogers y Foster comenzaron a trabajar independientemente para desarrollar en otra escala ideas que encontramos en la casa de Hertfordshire, vista con los ojos "futuristas" de S. Kubrick,  tal y como aparece en La naranja mecánica:  un tipo de arquitectura de fundamento esencialmente utilitario, que integre los avances tecnológicos y preste atención muy especial al rendimiento energético; y, por supuesto, con las diferencias que presuponen los planteamientos expresivos de cada personalidad. Rogers concretó una concepción arquitectónica high-tech. materializada en el Centro Pompidou (con R. Piano) (1970-79), caracterizada por el uso de las instalaciones como elemento estético, tal y como hizo en el edificio de la Lloyd y, más tarde, en Las Arenas.


Por su parte, Norman Foster, con una carrera paralela a la de su antiguo compañero, se ha transformado en una especie de Arquitecto Todopoderoso ("Gran Arquitecto") en Europa, que encajaría bien con el mito (¿arquetipo?) empleado por Matthew Barney en Cremaster, sobre todo, si tenemos en cuenta que, como él mismo sostiene, el éxito de Norman Foster and Partners se basa en la edad media de sus colaboradores, sensiblemente baja... ¡La creatividad de los jóvenes! ¿Con líbido hiper-reprimida? Desde esa duda cabría formular una hipótesis demasiado obvia sobre el 30 St Mary Axe, conocido en todo el mundo como el "Pepinillo"... ¿Pepinillo? Definitivamente, la última secuencia de La naranja mecánica pudo rodarse en el piso 40 del Pepinillo, desde donde se aprecia una panorámica maravillosa de Londres...
El cine es maravilloso.

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