El Cine como forma expresiva y estética

miércoles, 13 de febrero de 2013

Killer Joe, William Friedkin (2011)


Por Sandra Losada

Encuentro en Killer Joe algo completamente distinto a lo que esperaba del director de El Exorcista. De la adaptación de ésta obra teatral podemos decir que está llena de altibajos y tiene un ritmo irregular. Nos ofrece, no obstante, unas pocas escenas interesantes. Un proyecto ambicioso que descarriló por un desarrollo incorrecto.
El primer recuerdo que conservo de ésta película es el de el frondoso vello púbico de Gina Gehrson. Esto es manifiesto de la irrelevancia del argumento que el director utiliza como hilo conductor para llevarnos a través de una serie de escenas impactantes.
Chris Smith acude a su padre en busca de ayuda. El plan maestro de este personaje es una idea que demuestra su falta de cordura desde un primer momento: pretende asesinar a su madre biológica y cobrar el seguro de vida, todo esto a causa de su inmensa deuda con una banda de mafiosos. Para este menester contratarán a Joe (Matthew Mcconahugh), un policía que a su vez hace la labor de asesino a sueldo.
Este William Friedkin utiliza sus dos personajes femeninos, Dottie Smith y Sharla Smith como vehículo para unas insinuaciones sexuales cada vez menos sutiles. El amor incestuoso que siente Chris hacia Dottie, en contraposición al amor enfermo entre ésta y Joe convierten el filme en un desfile de escenas bizarras por lo general bastante gratuitas y fuera de contexto.
Mcconahugh se corona sin embargo con esta actuación, en la piel de un ser torcido y despiadadamente profesional. Todo parece perfectamente calculado para que Joe rompa su compromiso profesional al mismo tiempo quela virginidad de nuestra tarada protagonista. A raíz de aquí, su trabajo como killer Joe necesitará de unas cuantas horas extra.


El cartel de la película, un nugget de pollo manchado de sangre, captó mi atención y pasé la hora y cuarenta buscando su relevancia. El director finalmente me responde en la escena final, en la que un desatado Joe da rienda suelta a sus perversiones más retorcidas obligando a Sharla a fingir una felación en la que este frito sustituye a su miembro (eyaculación real incluida).
El largo hubiese funcionado mejor si el sexo no hubiera sido el motor primario y el argumento un mero espectro tras una cadena de situaciones extravagantes.

http://www.youtube.com/watch?v=zzRa3GAqNBY    (trailler)

lunes, 11 de febrero de 2013

Killing Them Softly (Un Deja-Vu de Andrew Dominik)


Por Pablo García Romano


De nuevo el director australiano presentó hace apenas un año (septiembre de 2012 en España) una película que parecía a simple vista otra pequeña perla de cine negro entre mafias, lo que podríamos llamar de género “Pulp Fiction”, ya que parece que todas aspiran a ser como la perla de Tarantino (véase el par de intentos de Guy Ritchie). Sin embargo, “Mátalos suavemente” ha pasado completamente desapercibida, y eso que tuvo una buena promoción, entre TV, cines, y marquesinas varias de las capitales de todo el mundo. Habría que observar quién es uno de los productores de esta película, para entender de dónde ha sacado Dominik el dinero para su distribución; aunque teniendo en cuenta, que es uno de sus protagonistas, y que ya ganó un prestigioso premio de cine independiente con otra de las películas del australiano, seguro que a Brad Pitt no le importó aflojar. Dominik consigue lanzar por segunda vez una película que sólo podría haber sido un pequeño capricho para un director de renombre.

 

Centrándonos en la película, montaje y fotografía son tan maravillosos que lo alejan de cualquier otra película. El hecho de haber sido grabada con un tiempo obturación más corto de lo habitual, hace que las gotas de la incesante lluvia de Louisiana resulten de lo más poético.


Se me antoja que el fracaso en taquilla de la misma, o mejor dicho, el poco éxito, es por culpa precisamente, de que nos la vendieron como un filme de cine negro. Y efectivamente es la forma de la película, pero su contenido es muy diferente. Personalmente me recordó en su lenguaje a su inmediata predecesora, el western “El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford”. Mafiosos reflexivos, humanos y casi filósofos, estoicamente tranquilos y racionales. Lo que nuestro Ivá (Ramón Tosas) intentó hacer con sus personajes callejeros.


Quien la fuera a ver pensando en ver otro “Reservoir Dogs” saldría francamente decepcionado de la sala, pensando que es lenta, pretenciosa y aburrida. Sin embargo, me llevé la (grata) sorpresa de ver una película con un fino humor de lo más cínico, sobre la idea de que la apariencia es lo que cuenta a la hora de elegir una cabeza de turco y de la falsa imagen que todos damos. Y cómo nos auto-encubrimos en una imagen que proyectamos como real, y que no es más que una sombra. Atentos a la película, cada vez que hace un juicio, siempre hay un discurso o una imagen de fondo tan evidente, que convierten a “Mátalos suavemente”, lejos de la idea del cine negro, en la comedia política más sutil y brillante de los últimos años.

viernes, 1 de febrero de 2013

“EL DESPRECIO” (JEAN-LUC GODARD, 1963)


Por: Javier Mateo Hidalgo

Porque el cine es, ante todo, lenguaje, debe de reivindicarse todavía con más fuerza la figura de Jean-Luc Godard. André Bazin, uno de los teóricos fundamentales de la historia del cine, defendía la necesidad de los planos largos para obtener de un film su verdad. Godard pertenece a esa clase de directores que buscan, ante todo, investigar el medio en el que se mueven. Experimentar, desarrollar. No solo de acto, sino de palabra. Es como un eterno niño que necesita conocer, que ansía aprender lo que el mundo le ofrece, para poder después darlo a conocer a los demás. De aquí y de allá recoge y luego expone. Esto le ha granjeado precisamente cierta fama de teórico vacuo. Godard deslumbra al espectador con aquello que le pone delante. El problema es que nada más tocar un asunto, enseguida corre tras otro, dejando al anterior suspendido, insinuado. Es como recorrer distintas partes de una enciclopedia universal deteniendo el dedo en diferentes páginas casi al azar. Sus obras resultan puzzles complejos que configuran una mirada personal y creadora. Para un escritor, siempre es temible el momento en el que, tras pergeñar unas frases, detiene su corriente de pensamiento para encaminarla en otra dirección, preguntándose: “¿Estaré siendo demasiado abstracto y habré errado en mi intención de enseñar, de educar, de descubrir cosas nuevas en el lector?” Godard da por supuesto un sinfín de cosas en el espectador, dando por supuesto que quien se enfrenta a sus cintas lo hace con un amplio recorrido cultural a sus espaldas.


Godard, como digo, experimenta en la forma y en el fondo con sus trabajos. Dentro de este contexto, podemos situar a otros autores como Antonioni, por ejemplo. Puede ser que en muchos casos estos experimentos vivan su momento de esplendor pero no posean continuación y acaben quedando anticuados e incluso incomprensibles. Viendo “El desprecio” uno presencia una frescura latente todavía. Impresiona su color –azul-rojo-amarillo- y simplicidad escenográfica (todo resulta muy teatral). Los escenarios grandilocuentes, Homéricos, de la Naturaleza (un paisaje de Capri), contrastan con los momentos íntimos en casas asépticas, con dos personas una junto a otra conversando sobre aparentes banalidades. Una banda sonora desbordante, obra de Delerue (el compositor favorito de los de la “nueva ola”), parece superar con su grandiosidad a la sencillez de los asuntos tratados en el film. ¿Sencillez? Quizá la cosa esté en que tal sencillez no existe, que es una apariencia, y que lo que bulle en el trasfondo de las historias es mucho más de lo que creemos. Uno de los primeros existencialistas (antes de que se acuñase tal término para designar una corriente literaria) fue Moravia. El título del film hace alusión a una de sus novelas de la que parte esta película. “El desprecio” nos habla de ese momento bisagra en las relaciones personales de pareja en el que todo está a punto de cambiar, y ni sus protagonistas son capaces de advertirlo claramente. Un desamor, todo muy abstracto como para poder describirlo, es proclive a situaciones de deriva, en las que el curso imparable de las cosas continúa avanzando a pesar de que las personas que lo viven no comprenden o no quieren comprender.


El personaje interpretado por Piccoli, es un escritor que ansía ser dramaturgo pero que la necesidad económica le obliga a convertirse en guionista. Un productor americano le ofrece escribir una adaptación de “la Odisea” para que la dirija Fritz Lang.  Picolli vive con Bardott, una mecanógrafa que abandonó su oficio para vivir con él. Ahora, parece que, como Ulises, Piccoli se encuentra en un viaje en el que su Penélope puede volver a él o abandonarle, mientras le espera, ajena a su periplo. Según el personaje de Piccoli, Ulises se ha cansado de Penélope y ha pretextado un viaje con el fin de apartarse de ella durante un tiempo. Él confía en la fidelidad de ella y permite que otros hombres la pretendan. Pero, con lo que no cuenta Ulises, es que Penélope quizá se haya también cansado.
Fritz Lang no está de acuerdo en hacer la película que quiere el productor, y le torea. Sus años de prestigio y su experiencia personal en asuntos comerciales le han hecho perro viejo y se lo puede permitir. Lang pudo representar para los cineastas jóvenes todo un ejemplo de supervivencia. Tras huir de Goebbels y del nazismo en general, reemprende su carrera en el extranjero, como ese pez fuera del agua que ansía respirar aún sin sus branquias. Su epopeya resulta también digna de mención. El desafío de Lang es quizá el desafío de Godard. Por los ojos languianos transitan una serie de imágenes que el director alemán nunca habría realizado. Su mirada limpia, oteando nuevos horizontes cinematográficos, es la misma que la de esa voz en off capaz no solo de narrar una película sino de narrar incluso los propios títulos de crédito, como vemos al principio. Mientras van saliendo de la boca del “creador omnipotente” nombres de actores, de operadores, y otras personas involucradas en el rodaje, vemos en imagen cómo se rueda una de las escenas del film.


Esa especie de dios profano que es Godard, es capaz de jugar incluso con la banda sonora del film. Y cuando hablo de “banda sonora”, no solo me refiero a la música, sino también al sonido ambiental. Uno y otro son interrumpidos y reanudados al antojo del montador, estableciendo un juego bien interesante (y que podemos ver en otros filmes de Godard como “Una mujer es una mujer”).          
“El desprecio” se encuentra repleta de sugerencias que siguen inquietando a quien la ve, provocando cierta reflexión no solo sobre las imágenes sino sobre los sonidos. Tanto Ulises mirando a su regreso la tierra que dejó, como aquellas estatuas que, en sus miradas policromadas de vivo color aparentan observar a pesar de su frialdad, son vivos ejemplos de esa meditación que el cineasta deja al albur del espectador, esos espacios de descanso en los que se reconforta mientras trata de asimilar lo que acaba de dejar atrás (y lo que se prepara a recibir en un futuro).

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Tarkovsky on art

Lo propone Cristina Aguirre.


Tarkovsky on art from Lux on Vimeo.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Johnny cogió su fusil. Dalton Trumbo 1971.


Por Alicia Otero

Película basada en la novela de 1938 del escritor, guionista y director estadounidense Dalton Trumbo, adaptada al cine y dirigida posteriormente por él mismo.
Narra la historia de Johnny, un joven soldado americano, que tras combatir en la I Guerra Mundial despierta en un hospital para descubrir que ha perdido brazos y piernas en una explosión, además de toda su cara (ojos, boca, oídos, etc.) lo que le impide tanto comunicarse como recibir información de su alrededor salvo a través del tacto. El filme tiene recursos bastante originales desde el punto de vista técnico. Se mezclan realidad y fantasía con recuerdos que Johnny tiene de su pasado. Las escenas que transcurren en el hospital son en blanco y negro, mientras que todo lo que recuerda o imagina es en color. Hay figuras que se desvanecen y escenas en que se usa la pantalla partida. Las alucinaciones son una especie de recuerdos falsos en que se anticipa o se habla de cosas que van a ocurrir. Aparece incluso un Jesucristo bastante irónico interpretado por Donald Sutherland que conversa con los soldados sobre la forma, el día y la hora en que van a morir. Es una película interesante por el debate ético que plantea en torno a varias cuestiones.


Cuando al principio del filme Johnny es trasladado al hospital, el coronel del equipo médico asegura que le ha permitido seguir con vida en esas condiciones porque está completamente seguro de que con semejantes lesiones cerebrales es imposible que sufra o perciba lo que le está pasando. Sin embargo cuando consigue comunicarse demostrando que es perfectamente consciente de todo y pide la eutanasia se la niegan, alegando que mientras el espíritu siga presente éste es más importante que el cuerpo.
Así se incurre en una contradicción al afirmar primero que sería moralmente apropiado dejarle morir para que no tuviera que vivir así, pero impidiendo más tarde que pusiera fin a su sufrimiento incluso cuando su enfermera se muestra dispuesta a ayudarle. Para ellos resulta impensable que alguien pida morir y lo achacan a su estado de nervios: “-Está excitado y es muy comprensible.”
Es una película claramente anti-belicista, que expone lo absurdo de que la sociedad estadounidense envíe a sus jóvenes a morir “en nombre de la democracia”, argumentando que la mayor parte de la población apenas entiende lo que quiere decir. Según pasa el tiempo podemos ver cómo el protagonista pierde progresivamente la fe en sus motivos para ir a la guerra y en las instituciones a las que se encomendó en su momento. Mientras en un principio defiende la idea de estar sirviendo a la patria y luchando para salvar al mundo, viéndolo todo en retrospectiva se da cuenta de que nada merece la situación personal en que se encuentra y de que sus superiores, los altos mandos del ejército, deciden esconder su cuerpo mutilado en un almacén del hospital para que nadie pueda verlo.


Recuerda durante una de sus alucinaciones el momento en que un soldado alemán cae muerto a escasos metros de él y se pregunta si no podrían haber sido amigos de encontrarse en otras circunstancias. Aparece también la figura simbólica de un anciano que intenta convencer a una pareja joven de las bondades de ir a la guerra que traerá “una paz justa y duradera”, al que los jóvenes contestan diciendo que ellos ya la han encontrado.
Dalton Trumbo escribe su novela inspirándose en el caso real de un soldado canadiense que pierde sus extremidades en la guerra. En 1939 estalla la II Guerra Mundial y se decide suspender temporalmente su publicación, pero hay quien la utiliza como argumento para que los Estados Unidos no se involucren en el conflicto.


Trumbo fue perseguido por la caza de brujas en el Hollywood de los años 40, y convocado por la HUAC, Comité de Actividades Antiestadounidenses encargado de investigar presuntas conductas anti-americanas dentro de la industria del cine, pero se negó a testificar.  Por ello fue incluido en su lista negra hasta 1960, y en ese tiempo ganó dos Óscar trabajando bajo seudónimo de los que uno llegó a reconocérsele un año antes de su muerte en 1976 y el otro a título póstumo. Es por tanto un personaje que sacrificó el reconocimiento social de su trabajo a favor de sus convicciones en un momento y que no se podía opinar libremente contra el poder establecido. Ésta obra concretamente recoge parte de ese mensaje e invita a hacer una reflexión personal sobre cualquier asunto que afecte a la sociedad incluso si implica ir en contra de la opinión general.

sábado, 8 de diciembre de 2012

PARIS IS BURNING

Por Alan Raúl Alburqueque Lindo

Paris is Burning  (1990) es el domumental ,dirigido por Jennie Livingston, ganador (entre otros) del “Sundance Grand Jury Prize”, del “Sundance Film Festival”, uno de los festivales de cine independiente más grandes de Estados Unidos.


Este documental es un viaje por el final de la edad dorada de los “Drag Balls” de Nueva York y una   delicada exploración por las razas, clases y géneros de América en los últimos años de los 80.
Como consecuencia de la marginación, la sociedad gay y transexual de raza negra y latina  (mayoritariamente) creó una comunidad divida por “casas”(“familias”) en las que cada una adquiría el apellido artístico del fundador/a, el cual debía actuar como “padre” o “madre” del resto de los miembros de la casa, quienes al formar parte de ella, adquieren como apellido artístico el nombre de la casa.
Todos los miembros de la casa participan en competiciones, (“balls”) de distinto tema y categoría relacionados con el baile, la belleza, el diseño, la estética y la moda. Creando así un nuevo arte que poco a poco se irá abriendo paso por el País.
A lo largo del documental se muestran distintas entrevistas de grandes personajes del momento como Pepper Labeija, Dorian Corey, Angie Xtravaganza y Willi Ninja entre otros.
Todos ellos aportan información relacionadas con la comunidad y la situación de ese entonces: cómo eran vistos por los demás, cómo se sentían, qué hacían, qué creaban.
Os dejo el documental entero en versión original y subtitulado en inglés.



Después de ver este documental, la mayoría se dará cuenta de lo cercano que resulta a nuestros días.
De hecho el ahora muy popular estilo de baile llamado Vogue, tiene su origen en Harlem. Este baile fue creado por distintos artistas, entre los que destaca Willi Ninja por ser el mayor impulsor y perfeccionador del estilo. El Vogue se dio a conocer en Estados Unidos gracias a este documental y se hizo mundialmente famoso gracias a que Madonna lanzó en 1990 la famosa canción vogue.
No es necesario que diga que este baile ha sido fuente de inspiración en el mundo del baile, la moda, la fotografía y la música de ahora.
Además hoy en día podemos ver un programa llamado RuPaul's Drag Race, un concurso en el con los participantes son Drag Queens y muestran la esencia y el arte del drag en todas sus vertientes manteniendo además muchas de las tradiciones que se ven en el documental. Además los “balls” siguen realizándose pero ya no solo en Nueva York, sino que esta cultura se ha expandido por prácticamente todo Estados Unidos y muchas otras partes del mundo. La repercusión de Paris is Burning ha sido asombrosa.


En cuanto a mi opinión personal, lo que más me ha sorprendido de este documental es la pasión y la competitividad que se palpa en el ambiente, ver cómo las “casas” cumplen el papel de familias, cómo estas comunidades empezaron a ser admiradas poco a poco, cómo lucharon por sus derechos y cómo han influido y marcado ta fuertemente nuestro presente.



“I want to take voguing not to just Paris is Burning, but i want to take it to the real Paris, and make the real Paris Burn”
Willi Ninja.

Enlaces:
http://en.wikipedia.org/wiki/Paris_Is_Burning_(film)
http://en.wikipedia.org/wiki/Jennie_Livingston
http://en.wikipedia.org/wiki/Vogue_(dance)
https://www.youtube.com/watch?v=pWuzfIeTFAQ
https://www.youtube.com/watch?v=tw3Jtpgi5IE
http://es.wikipedia.org/wiki/Vogue_(canci%C3%B3n)
http://harlemworldmag.com/2011/04/27/harlems-drag-ball-history/
http://en.wikipedia.org/wiki/RuPaul's_Drag_Race

domingo, 11 de noviembre de 2012

Las fuentes de Buñuel: Pabst

Agustín Sánchez Vidal (Luis Buñuel. Madrid, Cátedra) indicó en 1991 que tal vez Buñuel se había inspirado en "Secretos de un alma" ("Geheimnisse einer Seele") de Georg Wilhelm Pabst (1926)... Aunque también ofrecía otra posibilidad: que se hubiera inspirado en la leyenda, según la cual, cuando los musulmanes ocuparon Toledo, emplearon las cabezas de los cristianos como badajos...

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lunes, 29 de octubre de 2012

El mundo es suyo.

Por Nacho Neva

En épocas de crisis se suele agudizar el ingenio, un ejemplo son estos dos actores, Alfonso Sánchez y Alberto López que a pesar del decaimiento de la industria del cine se han atrevido a hacer una película un tanto inusual en cuanto a producción y distribución, quizás, sembrando un precedente para otras películas.
Mediante crowdfunding (cooperación colectiva, llevada a cabo por personas que realizan una red para conseguir dinero u otros recursos, se suele utilizar Internet  han conseguido el dinero necesario para la película, si bien, estos dos actores ya eran conocidos por unos sketches, en los que se hace una crítica bastante mordaz tanto a "señoritos andaluces" como a "perroflautas". Lo cual les ha permitido que sean sus fans de internet los que pongan el dinero necesario para sacar adelante el proyecto. Aquí alguno de sus sketches:
http://www.youtube.com/watch?v=kyxjboYHvM8
A mi parecer es una nueva forma de hacer las cosas. Lo colectivo de la recaudación para producirla, las entradas a 2 euros en los cines, el dvd a 6 euros en tiendas y a 3 euros en internet, pases gratuitos para los parados (cuando llegaron a los 100.000 espectadores) además los actores y el equipo técnico aportaron su trabajo a modo de colaboración, sacando como beneficio lo que se recaude.
La película se llama El mundo es nuestro y trata sobre dos raterillos que vestidos de nazarenos deciden atracar un banco. De trasfondo esta la situación económica y social del país que te mete de lleno en la película. Aquí dejo el enlace el tráiler:


jueves, 25 de octubre de 2012

Música generada por ordenados

Lo propone Andrés Gil

Límites

Por Javier Rodríguez Lozano

Han pasado 8 meses desde que apareció la miniserie inglesa “Black Mirror”, de tres capítulos de duración. La única relación que une los capítulos es el uso de las nuevas tecnologías en nuestro mundo y a las distópicas realidades a las que nos podrían conducir.
En este punto es mejor decir que si no se ha visto el primer capítulo, mejor no leer, por aquello de destapar la sorpresa, esta serie es mejor verla sin saber nada de nada.
El primer capítulo es con diferencia, el mejor (a mi juicio), y eso radica principalmente en que es el más real de todos, es algo que podría pasar mañana o pasado, y es lo que hace a este cine de televisión, a estos capítulos más concretamente, realmente buenos, y es que, somos capaces de creérnoslos.
La historia gira se enmarca en la Inglaterra actual, la princesa es raptada, y el video del rescate es subido en Youtube, en el cual, el “precio” del rescate, es una proposición realmente indecente: que el primer ministro británico mantenga sexo con un cerdo en directo para la televisión nacional o de lo contrario, la princesa morirá. Aparte de mostrarnos el gran dilema moral que corre por dentro del primer ministro cuenta mucho más. Nos muestran como gracias a internet y las redes sociales el tema se propaga como la pólvora  y la gente empieza a opinar sobre si debería hacerlo o no, sobre si lo verían la tele o no etc. El morbo se apodera de ellos, no la curiosidad. Al final el hombre bajo presión accede a perpetrar el acto. Aquello se convierte en un dantesco espectáculo, todo el mundo lo ve en televisión, mezcla de asco y burla, todos se muestran interesados. La guinda del pastel viene después, cuando nos muestran la gran sorpresa, todo es obra de un artista, el cual no pensaba que su “obra” fuese a llegar tan lejos (puesto que suelta a la princesa antes de tiempo), pero como uno diría… el asunto se le va un poco de las manos y el impacto es tremendo. Muestra la cruda sociedad en la que vivimos, como la gente y no solo él son los causantes de ese acto grotesco del hombre y el cerdo, todos participan en este circo romano.


Ahora bien esta ficción plantea una serie de cosas muy interesantes, puesto que como ya he dicho, es creíble. Podríamos plantearnos si en un hipotético caso eso sería arte y sobre dónde se encuentran los límites actuales. Otro punto sería Internet, las redes sociales y el control que ellas ejercen sobre nosotros, y el poco control que tenemos sobre ellas. Y finalmente el tema más interesante y es el que muestra la “obra de arte”, es la manera de ser de esta sociedad en la que vivimos, en como lo desagradable se convierte en lo venerado, en cómo nos gusta humillar y ridiculizar, mientras nosotros no seamos el objeto de esa burla, de cómo avivamos fuegos que no podemos controlar y acaban arrasando allá donde van. Quizás no es tan extremo aún, pero no tenemos más que mirar la tele para ver como a ciertos programas van asesinos o ladrones a ser entrevistados, de cómo la gente lo ve desde sus casas religiosamente, del circo mediático que se forma en torno a ello.
Así pues nos queda pensar sobre ello, y analizar la raíz del problema, si es que lo hay, que habrá más de uno que esto lo vea lo más normal del mundo, cosa por otra parte lógica teniendo en cuenta la cantidad de violencia(y otras cosas), que recibimos de manera casi inconsciente a diario. Quizás sea un problema de cómo estamos educados, somos unos salvajes incivilizados y necesitamos nuestra dosis de carnaza. Quizás sean esta sociedad… estos medios que nos inyectan todo esto en vena. O quizás… no tengamos solución.