Partamos de la base de que no sabemos nada de la película ni de Lars von Trier, nos sentamos en el sofá y le damos al play… ¿Qué cara se nos queda al ver que no existen apenas decorados y que el transcurso de la película se da en un estudio? ¿Genialidad o gran cagada?
A medio camino entre una y otra diría yo. Es cierto que es una puesta en escena arriesgada y original, pero estos calificativos no tienen por qué serlo a su vez de acierto o de buena película. Es verdad que el trabajo realizado por von Trier aparta en esta ocasión elementos propios del cine que nos pueden alejar de la historia, los gestos, los sentimientos, el análisis de cada persona y del pueblo en su conjunto y bueno, visto así, se puede decir que aparta las nubes para que veamos el sol, pero lo que no queda claro es que realmente haya un sol tras ellas.
En mi opinión se aparta tanto de la acción y de los decorados, en definitiva de los elementos que pueden lastrar la comprensión y el análisis de la situación, que aleja a su película de cierto atractivo, es decir lo que parece un elemento fuerte por otro lado debilita la obra. También el formato narrativo lo refuerza con la estructura en capítulos y la voz del narrador.
Es una película que no te deja indiferente y por lo que se puede acerca de ella, “ganan” los que las tienen como objeto de culto pero hay un colectivo importante que la tiraría a la basura. Yo no digo a la basura, pero si en la estantería cogiendo algo de polvo.
En cuanto a aspectos más técnicos, el manejo de la cámara es atractivo, en ocasiones con movimiento nervioso de la cámara acercándose a los personajes que dan la sensación de un testigo algo inquieto y nervioso. La iluminación juega un papel importante también ya que debe transmitir muy bien el momento del día e influye en las sensaciones que transmiten los personajes. Es una película con una luminosidad especial, por rodarse en un estudio o lo que por momentos puede parecer un garaje gigante.
En los aspectos interpretativos hay de todo; encontramos una buena interpretación de Nicole Kidman (antes de que pareciera que había salido de “inteligencia artificial” cuando todavía era guapa y parecía humana) aunque algo exagerada cuando tiene que reflejar el cansancio que le produce su situación. En cambo Paul Bettany resulta un poco decepcionante, junto alguna otra destacable en el resto de habitantes de Dogville.
En cuanto al final y al giro de la historia, a la lección que recibe el pueblo y la postura adoptada por Grace (N.Kidman) considero que no está justificada en la historia, que quedan ciertos flecos pendientes para que el puzzle se componga y cree en el espectador la sensación que von Tier pretende. Tengo que comentar lo que me irrita la ultima toma de la película en la que mosses (el perro) aparece de verdad sobre su silueta dibujada, un efecto bastante desacertado y grimoso.¡Para quien la vea, que después se dé un atracón de Stalone y Bandame!
No seré yo quien defienda el cine de Lars Von Trier. Me parece un tipo poco acertado en la mayoría de sus películas, que pierde el ritmo narrativo con mucha facilidad, y sobre todo por ser uno de los impulsores del manifiesto Dogma 95, chorradas...
ResponderEliminarPero si pienso que cuando alguien hace algo interesante debemos replantearnos el asunto.
Este es el caso de Dogville. Desde mi punto de vista la falta de escenarios es un punto a favor para que el espectador entre en el caos metódico del pequeño pueblo. Pienso que es un recurso psicológico mas que una intención arriesgada u original.
Respecto a la fotografía estoy de acuerdo con que se consigue un ambiente especial, esta bien tratada, con elementos perceptivos muy interesantes.(Recuerdo la escena en la que Grace y Thom se sientan en el banco el 4 de julio, mientras que al rededor flotan las nubes de semillas.) Es difícil que una propuesta de cámara en mano tan larga, no canse al espectador, y creo que en esta ocasión eso está superado.
Me sugiere mucho la historia, me parece que es importante pensar en la crítica demoledora que se pretende con cada uno de esos personajes un tanto exagerados. La depravación del ser humano es algo que a Von Trier, le interesa mucho, los limites y el traspaso de estos.
Me viene a la cabeza otra escena tratada de forma muy interesante a nivel fotográfico y narrativo. Es el momento en el que vemos desde un plano-cenital a Grace tumbada entre cajas de manzanas en el camión del transportista, intentando escapar del pueblo. La imagen es acogedora, bonita e intima.. en cambio se está sucediendo una violación.
En mi postura, lo mas reprochable de la cinta es el final. Desde un punto de vista un tanto desairado creo justificada la reacción de Grace, aunque experimenta un alarde fascista de poder y destrucción. Es mas, creo que el final es algo intuitivo por la presentación del carácter complaciente y sufridor del personaje. La radicalización de los términos en este punto me produce una incomoda sensación.
Aunque yo eso, en Dogville se lo perdono, después de todo solo es Lars Von Trier.