El Cine como forma expresiva y estética

domingo, 14 de noviembre de 2010

Berlanga

En España somos tan respetuosos, que esperamos la muerte de los semejantes para alabarlos... "Al burro muerto, la cebada al rabo". No siempre, porque Berlanga ha estado en la palestra desde... Me falla la memoria.
Alex de la Iglesia, presidente de la Academia de Cine leyó un panegírico en su capilla ardiente con frases sabrosas e indicativas para comprender muchas iniciativas de las institucionale. Lo recogió La Vanguardia:
"Me están pidiendo que resuma a Berlanga con dos frases y, si no es una broma, cómo les explico que Berlanga es más importante para mí que Ford, cómo les explico que Plácido cambió mi vida, cómo puedo si quiera acercarme a la tormenta de sentimientos que me han hecho llorar. Berlanga y Buñuel son el alma del país, de un país sangriento y cruel, ingrato, que nunca aprenderá a amar a sus hijos lo suficiente y a devolverles con reconocimiento el valor incalculable de su aportación artística". Y continuó: "Berlanga supo amar y odiar, reír y rodar con la fuerza asombrosa de un hombre libre pese a la dictadura, la intransigencia y la supuesta inteligencia de algunos. Berlanga se encuentra en el Olimpo de los grandes, no sólo de este país sino del mundo entero. Nadie en la historia del cine ha llegado tan lejos en talento y tan cerca de nuestras almas malheridas. Buñuel es el único que puede mirarle frente a frente. No hay nadie tan grande como Berlanga".
Y seguía recogiendo La Vanguardia:
"Por su parte, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha explicado en su visita a la capilla ardiente de Berlanga que el desaparecido cineasta era como la Real Academia Española, ya que su obra "limpia, fija y da esplendor al lenguaje cinematográfico".
¿Berlanga como Buñuel? Me suena a rediviva sentencia daliniana: "Picasso es comunista; yo tampoco". Pero al revés: negación de la negación mediante una afirmación surrealista y metafórica. ¡Loor al profeta Derrida!
Y rodando, rodando... Alex de la Iglesia es como Buñuel, Ángeles González Sinde es como Buñuel. ¡Todos somos como Buñuel! ¡Todos somos Buñuel! ¿No era Espartaco?
Aunque entre nosotros ya estaba consagrado como recurso universal del doctor Cataplasma, ha comenzado la sacralización del plano-secuencia... ¿Como fórmula ideal para la sublimación estética del cine? Berlanga sea divinizado y Sokúrov elevado a la categoría de sumo sacerdote... Lástima que aún ande por ahí el Viaje a la Luna de Méliès.
Aunque yo también crea que Bienvenido, Míster Mashall, es quintaesencia de progresismo hispano, son tan numerosos quienes divinizan a Luis García Berlanga, que no creo necesario ni conveniente sumarme a un cortejo, donde se materializa la continuidad sociológica y cultural de los últimos cincuenta años. Estaba y estoy en otro sitio.

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