El Cine como forma expresiva y estética

jueves, 17 de febrero de 2011

Ran, 1985 (presentación)



Dirección: Akira Kurosawa. Producción:  Masato Hara y  Serge Silberman. Guión: Masato Ide y Akira Kurosawa. Música: Tōru Takemitsu. Fotografía: Asakazu Nakai, Takao Saitô y Masaharu Ueda.

Dicen que es la película menos japonesa de Kurosawa... seguramente porque, en la gestión del estreno, se desvinculó de los protocolos sociales japoneses y porque se pudo realizar gracias a la aportación del dinero de un productor singular: Serge Silberman, cuyas ideas sobre el cine se inclinaban hacia los toques surrealistas del  Buñuel "francés".  Sin embargo...
La historia parte de El rey Lear de William Shakespeare, que Kurosawa traslada al "Japón medieval" para fundirla con una leyenda autóctona para obtener un relato nuevo, tal alejado del "original" que, con un mínimo rigor, es difícil establecer paralelos claros, más allá del arranque y la culminación trágica.
Especial relevancia tienen, en cambio, las diferencias con el texto inglés y, entre ellas, la más obvia: en la tragedia de Shakespeare el rey Lear cede los derechos a sus tres hijas; en Ran, el jefe de la familia Ichimonji  declina sus responsabilidades entre sus hijos... sin que ello implique la marginalidad de las mujeres, ni muchísimo menos, porque uno de los personajes de mayor influencia en el desarrollo del drama es Kaede, la esposa de Taro. Y seguramente en este detalle esté el fondo de una de las diferencias argumentales fundamentales: en la obra de Shakespeare las mujeres son objeto de la intriga por la ambición de sus esposos; en Ran, el motor del drama lo activa la ambición de las mujeres y de los personajes "secundarios".
 A mi juicio, la película es ideal para aproximarse a la cultura japonesa y para completar el conocimiento de un cineasta con una producción bastante irregular, a pesar de la mitificación que hoy inspira su recuerdo y que se fundamenta en las tres o cuatro "obras maestras" ofrecidas a los espectadores entre las que ésta debe situarse a la cabeza...
La película se construye desde una concepción de la imagen muy relacionada con la estampa japonesa, de donde Kurosawa obtiene los recursos compositivos básicos, para aplicarlos al color y conseguir encuadres y secuencias de grandes posibilidades expresivas, sin recurrir a los planos cortos, fórmula habitual para enfatizar esos aspectos. Y todo ello como culminación de un proceso desarrollado durante más de diez años, en los que Kurosawa fue concretando los detalles que se acabarían materializando en la pantalla.
Son memorables las secuencias bélicas aunque es difícil establecer un orden de calidad visual entre todas las que completan la película.
A destacar el despliegue escenográfico, que la convierte en testimonio de una manera de hacer cine que ya ha pasado a la Historia, el vestuario, realizado siguiendo los testimonios arqueológicos, las intervenciones de la caballería (tuvieron que importar caballos de USA), la música y el maquillaje.  
A destacar también las deudas que la película tiene con la tradición teatral japonesa (teatro kabuki):  Sin ceder a las estilizaciones de Rashomon, ese influjo se hace notar en el maquillaje, en las agrupaciones de personajes en las secuencias costumbristas y, por supuesto, en el trabajo de los actores, que sólo es posible apreciar en la versión original.
Acaso sea una de las obras cinematográficas más monumentales de la historia del cine, que permite múltiples visionados... Inagotable. Para ver en pantalla grande.

1 comentario:

  1. Ran (Guerra en japonés) es una de las películas más impresionantes que he visto. Su relación con el teatro Kabuki en los colores y Noh en el vestuario e historias que narra son muy claras.

    Es curioso que Akira Kurosawa fuese un director poco querido en Japón, al igual que le ocurrió a Yukio Mishima, fueron hombres que mostraron la sociedad japonesa tal y como era y sigue siendo, cosa que a muchos japoneses no les termina de agradar. Es una sociedad con un gran sentido del honor y la vergüenza, por lo que hay ciertos temas que prefieren ignorar y dejar en segundo plano a pesar de que siempre salen a la luz.

    Mencionar también que Akira Kurosawa realizaba los storyboards de sus películas, por lo que se encargó de diseñar todos los atuendos (kimonos, armaduras, etc.) que aparecen en la película.

    Aquí también se puede ver el tema de la mujer japonesa ambiciosa y peligrosa que a simple vista es totalmente inofensiva.

    Una gran película.

    ResponderEliminar