El Cine como forma expresiva y estética

viernes, 30 de octubre de 2009

Ágora: de Iglesia y pro-semitismo

Por Marco Ansón Ramos
Propuesta del cine español de temática histórica, si bien no es la historia lo que la película aborda, sino otro tema muy distinto relacionado con política y religión. A mí personalmente me interesa cómo se ha intentado abordar este tema a través de una excusa histórica y es lo que voy tratar.
En cuanto a recreación histórica, y entendiendo que Alejandría fue fundada por Alejandro Magno y muy posterior a las dinastías de los faraones egipcios, esa representación y arquitectura como ciudad de reyes del Nilo queda totalmente fuera de lugar, se molestan en conseguir como utilería objetos del antiguo Egipto que tienen lugar en una importante ciudad de construcción Macedónica y gran avance para su tiempo, lo cual parece solo reflejado en la filosofía que se imparte en la academia. Aparte de la ambientación faraónica, la mala ambientación grecolatina es la típica de todo el cine occidental hasta la fecha. Esculturas totalmente blanquitas y brillantes, y colores neutros entre los ropajes, si bien en la estética helena predominaban colores que harían temblar el festival del orgullo gay de Chueca entre esculturas policromadas y tejidos teñidos. El gobierno romano queda representado como unos tristes manipulables y fácilmente vencibles si bien era una institución marcial que podía imponerse tanto por la fuerza como por la palabra, lo cual en la película no se da a entender... parece ser que Amenábar ojeaba Asterix y Cleopatra en lugar de buscarse un historiador competente que le aconsejara
La película presenta una leve crítica a la Iglesia abordando el choque de religiones. En la película se intenta representar un enfrentamiento sangriento con una respuesta agresiva por parte del colectivo pagano, si bien los creyentes paganos eran respetuosos y tolerantes y siempre habían convivido con otras religiones llegando a tomar prestados dioses o conversiones de los mismos, como el propio Serapis de Alejandría, un ataque violento y armado por parte de practicantes del paganismo no resulta del todo creíble, ya que hasta el cristianismo, los practicantes de religiones paganas europeas habían sido respetuosos y tolerantes, si bien el paganismo grecolatino había sido otra forma del poder romano de controlar unificada la zona de oriente en la cual la fe estaba muy unida a la política y el cristianismo no cumplía con los intereses de mandato romano. Si bien la conversión al cristianismo fue una forma de tomar el poder y controlar a las masas por parte del imperio, tuvo por contrapartida algo que no se daba en las religiones paganas, una llamada Iglesia con unidad.

Cuando se tomaron represiones contra los cristianos fue porque en aquellos momentos interesaban a los mandatarios de Roma, no a los ciudadanos practicantes del paganismo.
El radicalismo religioso y su permisividad siempre a radicado en el poder al que la religión se asocia. Así cuando el paganismo volvió al poder de un fanático como Claudio Juliano El Apostata, se persiguió el culto cristiano, si bien teniendo en cuenta el culto personal, era una estratagema y forma de nombrarse también poder divino, además de pensar en una forma emprendedora imperialista y conquistadora, valores más aplicables al modelo grecolatino que al cristiano que se fundamentaba más en Dios que en los hechos de los hombres, y rompió con el verdadero paganismo al intentar crear una iglesia pagana. Y su libertad de culto y permisividad hicieron proliferar las divisiones entre el cristianismo, lo cual aumentó la violencia y falta de entendimiento entre cristianos, llevando a un completo fanatismo religioso y luchas intestinas entre mismos dioses y distintas interpretaciones . Lo cual no se refleja para nada en la película, en la cual se debería haber mostrado la gran capacidad del cristianismo para contradecirse o interpretar las doctrinas de esta mima religión según conviniera al poder del momento.
¿Una posible crítica a la Iglesia? podría haber sido más dura. Aceptando que el cristianismo se acepta como religión principal y finalmente única por la facilidad de gobierno y control de masas que otorga esta doctrina, se comprende la conveniencia del cristianismo y la erradicación de otras formas de pensar, ya que al ser la palabra de Dios la última palabra y poder ser transmitida por obispos u hombres de dios, la interpretación puede variar y ajustarse al fin político, lo cual ha marcado la historia de occidente desde el Imperio Romano hasta nuestros días. Si bien desde el aspecto estético se enfatiza y potencian rasgos entre los cristianos que al espectador le pueden causar enemistad hacia ellos. La diferencia entre buenos y malos queda muy clara desde un principio, si bien es cierto que el paganismo era más tolerante y respetuoso, acostumbradas a convivir distintas religiones e incluso a respetarse entre ellas por lo cual el ataque armado hacia los cristianos queda un poco fuera de lugar.
El personaje de Hipatia aún siendo una pensadora de renombre, prestigio social y gran reconocimiento en su época, queda casi enfocado como una mujer de la cultura occidental contemporánea, para nada como una romana con sus limitaciones por su condición de mujer. La película crítica hacia el machismo que encontramos en la Biblia, si bien la cultura romana limitaba con creces a la mujer, aspecto que no se encuentra del todo reflejado en la película sobretodo cuando el padre habla de casarla y la otorga completa libertad. Si se quiere ganar el apoyo del público femenino y potenciar su descontento con la clásicas normas cristianas hacia la mujer, es una forma de conseguirlo.

Pero el tema que más desastroso me parece, es el pro-semitismo que respira la película. Desde un principio los judíos quedan como un pueblo neutral que se podría decir "pasaba por allí" y sufre el acoso brutal del cristianismo. Si bien es cierto que los judíos habían sufrido acosos por parte de la cultura grecolatina en Alejandría, comparándolos con los cristianos que se ven en al película parecen unos santos y quedan de pobrecitos, como en todo el cine que destila un pro-semitismo insoportable. La propaganda sionista que despide el cine estadounidense es algo que no esperaba encontrar en Ágora al tener un director español, pero parece que está claro quién mueve los hilos y que imagen hay que hacer llegar al espectador. Interesante el guiño a la solución final del tercer Reich, con una escena de cadáveres de judíos calcinados amontonándose para su cremación. Y el énfasis y dramatismo que se pone a a marcha de los judíos exiliados de Alejandría, cuando los pobres solo se habían defendido y contestado a una agresión.
Si bien en sus antiguas leyes y costumbres practicadas en aquella época la lapidación y el ataque popular demandando muerte estaba a la orden del día, siendo los judíos un pueblo muy propenso al daño contra quien pecara según su ley recibida por Moisés. Así se juega con la información, reflejando lo que se quiere reflejar y potenciando lo que interesa. Los bandos y su alineación quedan muy claros en la película.
La crítica a la Iglesia es muy blanda, si bien puede llegar a encender el odio y la ira del espectador, sobretodo del público femenino por cómo se juega con la figura de Hipatia de mujer idealizada, el gran problema de este film aparte de la mala recreación histórica, es que pretende abordar y mezcla muchos temas complejos, los cuales no terminan de entrelazarse como fuera debido por culpa de un mal guión y personajes que no están bien desarrollados, lo cual llega a que la película deje con el mismo sentimiento que cuando se empieza a ver, esperar algo que nunca llega y no se resuelve totalmente.

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