El Cine como forma expresiva y estética

domingo, 25 de octubre de 2009

Moon, Duncan Jones, 2009

Por María España Moral
Un fan de la ciencia ficción que se siente a ver ‘Moon’ por primera vez va a experimentar sensaciones contradictorias: primero satisfacción por ver que es de las poquísimas películas actuales del género que ha superado el abuso de los efectos especiales y el ritmo frenético de los héroes que tratan de salvar el mundo, y más tarde un ligero mosqueo al sucederse ‘deja-vue’ a distintas películas clásicas (‘Solaris’, ‘2001’, ‘Blade Runner’…) y que hacen pensar que quizás el autor, más que haciendo referencias, está intentando recrear un tipo de cine en vez de crear una película original.
Con todo eso, mi opinión personal de la película no es mala, aunque sólo sea por haberme hecho recordar ciertos clásicos de la ciencia ficción, no tanto del cine como de la literatura, y creo que al señor Jones se le perdona el hecho de utilizar cosas masticadas sólo por lo agradable que es recuperar la faceta filosófica de la ciencia ficción. En esta película se tratan de forma muy explícita (quizá demasiado) temas como la propia identidad o el sentido de la existencia, que van surgiendo de la atmósfera alienante y aislada del protagonista y que al principio resultan confusos e inexplicables. Esto, junto con el escenario íntimo, aunque impersonal, da un ambiente casi kafkiano al asunto, lo cual refuerza el carácter filosófico y existencial del argumento. También es interesante el tema de la autenticidad, (no deja de ser irónico que en una película de estas características los personajes principales se peleen por saber quién es la copia de quién) que no llega a solucionarse. El hecho de intentar suscitar en el espectador una reflexión acerca de la condición humana se ve un poco empañado por la obviedad con la que plantea todo; no deja muchas cosas a la imaginación, y eso hace que la reflexión sea un poco menos profunda de lo que debiera dados los temas. Esta claridad para tratar temas tan complicados hace pensar que o el director (autor de la historia) o el guionista han intentado agradar a un margen de público un poco más amplio y un poco menos perspicaz, viéndose esta impresión reforzada por esa especie de intento de final feliz que se da, en el que parece que les molestaba dejar al espectador sin un bonito desenlace que responda, aunque no a todas, a algunas de sus preguntas (lo cual hace cuestionar hasta que punto el cine independiente se mueve en un nivel más alto que el comercial).

La claridad de los temas, por supuesto, no afecta a la del argumento. No se trata en absoluto de una historia predecible: en ese sentido se mantiene el interés con un ritmo constante, en el que van surgiendo hechos esclarecedores en una frecuencia suficiente como para mantener interesado al espectador.
Visualmente, ‘Moon’ resulta interesante, ya que se vale de efectos especiales para situar la acción en la luna, pero sin embargo no cae en el empacho con naves monstruosas o explosiones. El escenario donde transcurre es de mucho interés ya que contribuye en gran medida a darle ese carácter alucinante a la historia. El hecho de que sea enteramente blanco y el personaje principal lleve uniforme, lejos de parecer un asunto de trabajo, se utiliza para reforzar la impresión de que la estación lunar es una celda y él esté preso allí. La militarización que se suele dar del tema de los astronautas en esta película se ve totalmente eliminada, ya que el escenario, pulido, blanco y con mucha parafernalia tecnológica, contrasta enormemente con el deterioro personal del protagonista. Esta condición de prisionero nos entra por los ojos, contando con el personaje de Gerty, que se sale de las convenciones de los personajes-robot, impidiéndonos saber hasta el final si es carcelero o mayordomo, y por supuesto, con la ‘zona de recreo’ de la nave y las actividades que realiza el protagonista en su tiempo libre.
También cabe destacar el recurso que se emplea, a modo de introducción, de comenzar la película con un spot publicitario que nos sirve para situar la historia de una forma bastante eficaz, situando al astronauta más que como un explorador del espacio, simplemente como el operario de una multinacional.
A modo de conclusión, de ‘Moon’ cabría decir que es un intento de devolver a la ciencia ficción lo que tiene de interesante. Una película que pretende ser profunda, cayendo un poco en la nostalgia, y que precisamente por eso, a muchos nos ha parecido una forma agradable de pasar una hora y media de nuestras vidas.

2 comentarios:

  1. ....más que Solaris y Blade runner, yo veo 2001 y Alien... Pero al margen de similitudes, que las hay..., yo no entiendo una cosa, ni yo ni mi amigo con el que fui al cine y que ni las cañas posteriores supieron darnos respuestas: ¿por qué ese empeño de la multinacional por clonar al operario original, Sam? ¿qué saca de positivo? ¿y por qué le plantifican al pobre implantes de memoria tan crueles como el de su propia mujer dejándole ver la posibilidad de abandonarle por otra relación?...No lo entiento... ¿tú?

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  2. La conclusión que saqué yo de lo de la clonación es que les saldría más barato clonar al tipo que enviar expediciones a la luna cada 3 años y formar nuevos astronautas. Y lo de los recuerdos no creo que fuera nada retorcido, sino simplemente que al sacarlo todo de la misma persona les saldría mejor. Pero es sólo mi opinión.

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