Imagino impotente mi respuesta a la pregunta “¿Qué te ha parecido la película?, ¿de qué trata?...”. Cinco minutos después de salir del cine y de su lóbrego ambiente POP corn, la contestación sería indecisa y liviana, tal como; “…bueno, cuenta la historia o los sucesos que le ocurren a un hombre trajeado muy sobrio y austero en España y que tiene que realizar un… trabajo… y cajas de cerillas, y… un chubasquero transparente y…”. Si me lo preguntasen hoy, tras una buena y progresivamente gratificante digestión, diría:
“Los límites del control” trata de todo, del todo, manejando ágilmente conceptos que abarcan un gran abanico temático y atmosférico. Esto lo consigue con un diálogo muy escueto, ambiguo, pero directo (escrito por el propio Jarmusch). Me arriesgo a categorizarla de película de “totalizante” por diversos motivos:
Uno de ellos podría ser el factor étnico, ya que conjuga sutilmente rasgos africanos, como los del protagonista Isaach de Bankolé (aunque sea francés, me refiero a los rasgos), europeos, representados por franceses y españoles (O. Jaenada y Luis Tosar), americanos, con un estadounidense (Bill Murray) y un mejicano (García Bernal), y una participante asiática. Estos detalles son camuflados como algo totalmente cotidiano pero analizando detenidamente algo huele a intención creadora…
Cabe destacar, a parte de la bonita visión de Madrid que da, elementos como la música y el color. La primera nos inquieta la percepción por su carácter psicodélico-experimental y el segundo nos funde con la imagen. En mi opinión es lo más importante del juicio estético, ya que parece querer romper la distancia entre figura y fondo. Y lo consigue de forma aparentemente fácil y banal: ¡con los distintos trajes del protagonista! Con una simple americana, camisa y pantalón plasma una ARMONÍA análoga en muchos planos que nos deleita y nos atrapa visualmente. Así, los actores parecen fundirse cromáticamente con el atrezo. En contrapartida, al final, parece querer indicar un contraste visual y ético entre el elegante y domesticado smoking y la naturaleza, lo salvaje. De este modo, se resalta un carácter pictórico muy marcado (ARMONÍA-CONTRASTE), además del ya mencionado museo madrileño.
En definitiva, para intentar explicar lo inexplicable del título, se podría decir que el protagonista es un hombre serio, singular, lleno de auto-límites, de censuras laborales, sexuales, estéticas, verbales, sociales e incluso gastronómicas. Lo paradójico es que para realizar su trabajo secreto tiene que rebasar todos los límites humanos usando su… imaginación.
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