La película es, a mi juicio, un corto ampliado cuyo potencial de atracción se fundamenta en los mismos parámetros empleados por la prensa amarilla y por Tele 5: el caso de una niña obesa nacida en una familia de la "América profunda" de Harlem, sujeta a circunstancias familiares especialmente brutales. Vista desde aquí, interpreto que a Lee Daniels se le ha ocurrido emular a Carreño de Miranda para rodar una especie de "docudrama" con las vicisitudes (y padecimientos) de una Eugenia Martínez Vallejo rediviva, monstruosa y negra, para mayor abundamiento.
La fotografía es, dentro de ciertas corrientes actuales (exceso de cámara en mano), aceptable; el guión, manifiestamente pobre. El ritmo, eficaz en el arranque y en el desenlace, pero muy pobre en el desarrollo; la película, que dura 105 minutos, se hace extraordinariamente larga. El argumento es uno de los más reiterados en el cine americano, deudor de las más rancias esencias de la ética liberal desde los tiempos de Griffith: quien se esfuerza, consigue superarse... Insistir a estas alturas en que la actitud individual es el factor primordial para resolver las carencias sociales me parece, cuando menos, insultante. La "voluntad de superación" de ciertos financieros, obsesionados con la acumulación de rentas, nos ha conducido a la ruina...
Lo mejor: la interpretación de la madre y algunas tomas expresivas de excepcional calidad visual. La zafiedad puede ser factor primordial de éxito en el mundo del espectáculo.
En suma, buena alternativa para los aficionados a los reality shows y para las plañideras sociales políticamente correctas, porque la historia de la película apenas nos toca de cerca, apenas se detiene en las "causas profundas"; como en la época de la caza de brujas, las peripecias de Precious son, simplemente, producto de la "mala suerte"... por haber nacido de unos padres "esencialmente" perversos.
Lo cierto es que la pelicula ahonda en los típicos tópicos de siempre: una mujer de color que encima padece de obesidad, un matrimonio lésbico que parece ser el paradigma de la salvación de la humanidad ("los homosexuales no me pegaron como me pegaba mi madre.. además, hablaban como e aquellos programas de la tele que yo no veo..."), una asistente social que no deja de ser Maríah Carey en moreno... Y el exceso de palabras malsonantes como forma de representación de aquellas personas "menos educadas" siendo muy educado. Desde luego, hay una abundancia positiva de situaciones incómodas para el espectador... pero, fuera de esto, realmente no sé qué mas decir.
ResponderEliminarAlgunas cosas que te inquietan y que si se pueden extraer, no tanto por sus
ResponderEliminarcualidades estéticas, sino por su intencionalidad en términos políticos:
-La asistencia social es el recurso que sustenta a la madre ¿no se ausculta una denotada denuncia a esta? Para alcanzar el sueño americano, la superación de Precious ha de ser sin gasto público. Es paradójico que esta situaciones se dieran en tiempos de la administración Reegan.
-Se ha dicho por ahí que se trata de una creación independiente ¿cómo se puede decir algo así de una película producida por la tele-predicadora Oprah Winfrey y bajo la exitosa fórmula del best-seller adaptado a la gran pantalla? El salón-cocina del apartamento es lo más parecido a un plató de televisión : se fuerzan las situaciones para que haya violencia explícita, acompasadas por el constante movimiento de la cámara . Con una fotografía de fuertes contrastes con algo de esa luz ambarina que tanto le gusta a Garci.
-Como dice Javi, la protagonista no es capaz de seguir una conversación distendida entre una maestra y su pareja, nadie mejor que ella para narrarnos su cruda realidad sin ahondar demasiado en el problema: es analfabeta, consume subproductos televisivos con su ración de pollo frito, sus deseos se limitan a las aspiraciones máximas a nivel social que se le otorgaban a un negro del Harlem de los años 80, no se complica intelectualmente y… ¡Ve películas de Vittorio De Sica! hasta tal punto, que es capaz de soñar haciendo un paralelismo entre su violación y la de las dos mujeres de “La ciociara”. Desconcertante…
-Guiños a las minorías de género: la única persona que quiere afectivamente a esta desgraciada es una maestra mestiza y homosexual (mezcla física entre Michelle Obama y Halle Berry). Una profesora que tiene que bajar el rasero pedagógico para acercarse a sus pupilas. Calcada a otros productos del estilo de “Mentes peligrosas” … nada que no nos hayan enseñado Whoopie Goldberg.
- Yo diría madre "esencialmente" perversa :La figura del padre (causante de su estado emocional y del de la madre) no adquiere ningún protagonismo (toda la culpabilidad recae sobre la mala madre, por ser demasiado libidinosa y sumisa). La causa de sus males es un pene (el órgano sexual del padre) pero no un falo, pues no adquiere importancia en el argumento la autoridad patriarcal. No se incide en sus abusos de poder, sino en la frivolidad y permisividad de Mo’nique. Muy asqueroso y muy propio de los valores que promueve Oprah y su caterva de integristas…
Si no fuera por la inclinación sexual del referente ético de Precious, Sarah Palin se lo pasaría pipa.
A PROPÓSITO DE PRECIOUS…
ResponderEliminarEl largometraje parece tener todos los ingredientes para convertirse en “muy bueno” para el grueso de los espectadores, y ampliamente desvalorizado por el público acostumbrado a ver otros tipos de cine de mayor envergadura estética y argumental. Sea dicho que los productores, lejos seguramente de caer en la ignorancia, supieron a la perfección enfocar el film a ese “target” acostumbrado a los telefilmes y películas de ámbito meramente comercial, sabiendo que éstos quedarán impresionados ante un drama tan descarnado. Si trascendemos en una visión más profunda y dejamos de lado las estimuladas “fibras sensibles” nos encontraremos casi más solos que la propia Precious buscando más significados por donde “agarrarla”. Siempre a mi juicio, los presentes rasgos de denuncia social se usan más para acrecentar el sentido de desgracia, inherente al mundo de Precious, que para criticar al sistema en sí mismo. Se manifiesta el protagonismo del papel de la mujer en la sociedad recorriendo varios arquetipos, desde la mujeres de vidas duras, a las que intentan salvarlas y encaminarlas en este mundo de perversión. Más allá de estas simples conclusiones, quizá, estemos dando más de lo que la propia película esperaba sin duda de nosotros.
Me estoy quedando perpleja al leer algunas de estas aclaraciones a cerca de precious,¿que la figura del padre no adquiere ningún protagonismo?,que nos dejamos llvar por el hecho de que Maríah Carey sea la asistente social,...eh¿hola?; algun problema con esa mujer,vaya no es que me apasione pero no tengo ningún tipo de pega ni a su papel ni a su interpretación.
ResponderEliminarQuitando el detalle de que la profesora se vea reflejada cómo"El Ángel Salvador" creo que la pelicula rompe muchisimos estereotipos cosa que últimamente escasea mucho en el cine,y que es eso de"típicos estereotipos de siempre", ¿te parece un estereotipo que la pareja sentimental de tu madre te viole y tu madre busque justificarlo y lo lamente a golpes contigo?"te follas a mi hombre",si.....super paradógico; y a propósito de los comentarios anteriores me pareció super bueno el detalle de que la protgonista viese la escena de laviolación de "dos mujeres"¿que pasa?si eres analfabeta no puedes ver peliculas de Vittorio de Sica,no digamos burradas... no hace un paralelismo de violaciones, esa edición de la escena pide a gritos el amor de su madreSofía Loren caía en lágrimas cuando violaron a u hija,Y la madre de Precius casi la mata a patadas,el hecho de la violación es un medio en la escena para decir otra cosa.
El argumento en claves de espectacularidad es totalmente arquetípico. No te voy a remitir a grandes películas...Solo tienes que acudir a las fórmulas de entretenimiento de los programas vespertinos de las principales cadenas privadas. Si somos más sutiles podemos argumentar que los turcos de “La Ciociara” ( unos sujetos desalmados que salen de la nada) tienen más “peso” visual que el padre de la chiquilla. A efectos de percepción, ¿Cuándo nos dicen que este señor es un hijo de mala madre?. Es como hacer una película del famoso violador austriaco en la que desempeñara un papel casual, sin que su imagen participara activamente en el ritmo de la película. Incluso en la escena en la que viola a su hija, la madre contempla la violación pasivamente, apoyada tranquilamente en el dintel de la puerta... Con los pocos planos que se le dedican, el figurante de padre podría ser un extra: ¿Hay alguna explicación de su acción más allá de su papel de hacedor de niños o de donante de placer?¿No parece más una figura fantasmagórica?¿Recuerdas su rostro?...Y por el contrario, ¿En qué personaje se acentúan los rasgos fisonómicos desagradables?¿En qué personaje se enfatizan los aspectos negativos?¿Es la voluntad de poder del padre la que consigue hacer satisfacer sus deseos ostentando su papel de “patriarca” o es en cambio la permisividad de una madre embrutecida por sus pulsiones sexuales la causante de los males de Precious?
ResponderEliminarLa figura del padre, como bien dice Nacho, está ahí casi como un trauma, como una explicación de todo aquello, pero nada más... Creo además que se hace bien en este sentido, porque habría significado añadir más minutos de metraje a algo que debía de haberse simplificado muchísimo más.
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