Desde que B. Wilder se unió a IAL Diamond en Some Like It Hot (1959), el carácter de sus obras cambió radicalmente. Las películas por las que le recordamos, aquellas por las que le consideramos un genio de la comedia, están construidas sobre ideas engendradas en el seno de su colaborador con el escritor de origen rumano. El cambio en la filmografía de B. Wilder es tan radical y las obras posteriores tan homogéneas que surge la duda de dónde estaría realmente, el "impulso creador" de las películas firmadas por B Wilder...
Como en el resto de las realizadas entre 1959 y 1981, en Avanti la fotografía es correcta, propia de cualquier producción industrial norteamericana, sin secuencias de especial calidad visual y muchas manifiestamente mejorables. Lo habitual en el cine de entretenimiento
Lo relevante, lo que substancia el desarrollo rítmico y el interés de sus obras, está en "la historia", en el guión. Son relatos progresivamente alejados de las propuestas maniqueas del código Hays pero también de las fórmulas progresistas de los años sesenta. En ocasiones, son "cuentos", protagonizadas por personajes forzados hacia la caricatura, pero casi siempre sin salir de los territorios de lo emotivo (Irma la dulce). Es difícil extraer conclusiones genéricas que vayan más allá de lo obvio: la fuerza de la atracción sexual, la mezquindad humana, la imposibilidad de cambiar, etc. Únicamente en Avanti y en The Front Page (1974) podríamos hablar de ciertos matices de mayor alcance, próximos al juicio político, pero, en todo caso, atenuados, casi imperceptibles. Lo habitual son asuntos de crítica social suave, al modo de lo que habían hecho mucho antes algunos realizadores como M, Leisen . W. Wyler, por ejemplo, se manifestó mucho más "combativo" desde que realizó La calumnia... La distancia entre W. Wyler y B Wilder es, a mi juicio, el producto natural de la polaridad definida entre el drama, por lo general, grandilocuente y la comedia, por lo general, trivial.
Especial interés tienen en Avanti rastrear las relaciones entre Wilder y el cine italiano... Y frente a lo que pudiera parecer más factible, esa relación no se estableció con la filmografía de mayor calidad, sino, sobre todo, con las comedias populares de ambientación napolitana y similares (De Sica, Matrimonio a la italiana, 1964). En ese sentido merece la pena comparar esta película con Amarcord (Fellini, 1973)La fórmula de B. Wilder y IAL Diamond en las películas firmadas conjuntamente es invariante: un guión bien trabado, con desarrollo progresivo y con argumento sólido; personajes principales bien caracterizados, secundarios matizados hacia la caricatura, pero sin exagerar, de modo comparable a lo que hará Fellini en Amarcord (obispo, compañero de vuelo miope, funcionarios italianos, etc.), situaciones divertidas dosificadas regularmente para mantener la atención del espectador y unas gotitas de sexo, por lo general, de tono suave. En suma, cine de entretenimiento, con guiones de gran calidad, que ilustran la continuidad entre el teatro costumbrista y las obras de ciertos realizadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario