El Cine como forma expresiva y estética

miércoles, 3 de febrero de 2010

IO NON HO PAURA, Gabriele Salvadores

Por Inmaculada Pizzella Díaz


Io non ho paura, película rodada en el 2002 en los campos de grano de la Toscana, es una adaptación del libro de Niccoló Ammaniti, “ Io non ho paura”. Este libro, que leí hace años, me resultó magnifico por su sencillez en la narración y la historia tan conmovedora que narraba.
La película es una adaptación fiel a la novela, sigue pulcramente el hilo narrativo del libro. Además el guión de la película lo ha escrito en su mayoría el escritor del libro, Niccoló Ammaniti.
En pocas ocasiones, la película consigue superar o igualar al libro. Pero este caso es una excepción, a mi parecer.
La historia se desarrolla en torno a la amistad accidental que nace entre dos niños. Michele, que corre y juega con sus amigos en los campos de grano del sur de Italia, se topa con un pozo, donde espera de encontrar un gran tesoro según su fantasía. Pero en la penumbra de ese pozo, ve el pié de un niño.. La acción se desarrolla en torno a la gran curiosidad que siente Michele hacia aquel niño y el por qué se encuentra allí, y la pésima situación de ese niño, Filippo.
Este tema, me ha hecho recordar la famosa película “El niño del pijama de rayas”, también tomada del libro del titulo homónimo. Ambas películas siguen el mismo hilo narrativo, jugando con la ingenuidad de los niños y la situación que les rodea, completamente contradictoria a su amistad. Ambas historias hacen reflexionar sobre la visión del mundo tan ingenua de un niño y sobre los valores que los adultos deberían tomar de ellos.
El niño que encarna a Michele, el actor novel Giuseppe Bocchino no sólo encarna a la perfección las transformaciones que va sufriendo su personaje en el film, sino que como protagonista absoluto aguanta increíblemente bien tal responsabilidad y llena la pantalla en todo momento. Una maravilla. Además asume un carácter completamente sencillo y acorde a la de un niño de 10 años.
El niño secuestrado en el pozo, es el puro mensaje que la obra quiere transmitir. Si bien se dice que una obra para ser buena tiene que querer decir algo, esta película dice todo a través de la figura de este niño. Casi ciego por la falta de luz en meses y reacio a querer asumir la realidad que está viviendo, auto convenciéndose de que está muerto, para sufrir menos. Este personaje consigue poner los pelos de punta y encoger el corazón, pues he aquí la sumisión a la realidad de un niño, que tiene toda la vida por delante. Vive en unas situaciones inhumanas, sin agua y sin comida, casi moribundo, sin luz y con humedad, con una resignación total.
La caracterización de este personaje me hace recordar al mito de la caverna de Platón, según el cual en el fondo de una caverna había varias personas encadenadas, con la mirada dirigida hacia un muro, donde se les proyectaba unas imágenes, que ellos creían que fuesen reales, mientras a sus espaldas estaba el camino hacia la vida real. Quien conseguía librarse de esas cadenas, no tenían el valor de emprender el camino hacia la realidad, que consistía en salir de la caverna, donde les esperaba la luz, que en un primer momento les cegaría y causaría una gran inquietud. Por el miedo de ese cambio al salir de la caverna, muchos de ellos preferían quedarse en el fondo de la caverna, asumiendo esas imágenes. Pues es esta la posición que toma Filippo en relación a su situación en el pozo. Pero es gracias a la ayuda de Michele, que consigue abrir los ojos hacia la luz y ver que fuera de ese agujero, hay vida, la vida real.
Una pequeña mención a la pequeña que interpreta a Maria, la hermana de Michele, Guilia Mattuno, y a todos los niños en general. Salvatores ha conseguido sacar lo mejor de ellos.
La fotografía de Italo Petriccione, espectacular! Muy bien estudiada en cuanto a las luces y las sombras y los tonos dorados del grano en el verano. Esta buena fotografía se hace notar especialmente en el fondo del pozo, con ese tenebrismo y ese único rayo de lúz que ilumina a Filippo. Además los exteriores en los campos de trigo, donde los niños corren, son de una magnifica fotografía.
La ambientación ha sido muy bien elegida. Un minúsculo pueblo de la Toscana italiana perdido en la nada en un verano especialmente caluroso y una monótona panorámica de interminable de campos de trigo. Toda esta austeridad y pobreza en el entorno, dan mayor riqueza a la película. Estos campos de trigo hacen parte del juego de los niños.
Las secuencias y movimientos de cámara, espectaculares, muy bien controlados. Salvadores rueda su película desde la altura de los ojos de un niño, por lo que por una parte es un acierto, pues nos hace sentir y ver las situaciones desde la mirada de un niño, pero por otra parte desequilibra en ocasiones la imagen cuando entran en escena los adultos.
Toda la película tiene una gran carga emotiva y esconde mucho contenido espiritual, pues nos hace notar la diferencia entre la vida ( la luz, los campos dorados de trigo) y la muerte ( la oscuridad, el pozo), nos hace reflexionar sobre los valores principales del ser humano, la amistad y el amor, despreciando aquellos de los que nos deberíamos alejar como la ambición y la frialdad. Es increíble cuantas emociones una imagen puede transmitirnos, pues el ver correr a los niños por los campos nos transmite alegría y libertad, fuertemente contrastada con la inquietud y la penumbra del pozo.
Tiene un punto interesante, la mezcla de la sencillez, lo rutinario y la aparente tranquilidad de un pueblito italiano con esa incógnita compleja que se urde detrás del apacible pueblo, ya que como vemos, lo que se trama es no solo conocido, sino además maquinado por sus escasos habitantes. Esa intriga forma la trama de la película.
También se refleja la inocencia de los niños incapaces de comprender la frialdad de los adultos y la crueldad de sus actos.
Contrasta de nuevo la ambición, el deseo del dinero por encima de cualquier cosa con la sencillez de un pueblo modesto en el que se vive del campo y del ganado.
Película muy bien hecha: buen tema, buena caracterización de los personajes, buena ambientación, buena fotografía, buena iluminación, buen desarrollo narrativo, buen guión, buen movimiento de la cámara y ese toque de sencillez, hacen de esta película una gran obra. Esta película me ha dejado asombrada por su perfección. Además emotivamente es una película que consigue apropiarse de tus sentimientos, haciéndote sentir todos los estados de ánimo desde la alegría a la tristeza más absoluta, desde la rabia a la esperanza, por lo que a uno se le queda muy buen “sabor de boca”.

2 comentarios:

  1. He encontrado tu entrada en Google y he quedado encantada, hoy mismo he visto la pelicula... Solo un pequeño detalle: La pelicula esta ambientada en el sur, se puede llegar a deducir que en una pequeña zona imaginaria de la Basilicata, pero no en la toscana, la cual se encuentra al norte de Italia.

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  2. Excelente crítica a la película. Mire muchas veces en mi infancia esta película con mi padre, italiano, y me trae hermosos recuerdos. Luego vi el niño con el pijama a rayas, y encontré tantas similitudes, por lo que decidí buscar si alguien más lo había encontrado, y me hallé con esta página. Excelente.

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