El Cine como forma expresiva y estética

miércoles, 27 de enero de 2010

Vírgenes suicidas

Por Juan P. Perucho Alcalde

Vírgenes Suicidas, es el título de una película escrita y dirigida por Sofía Coppola en 1999 y que está basado en la novela homónima de Jeffrey Eugénides en 1993. La historia está ambientada en la década de los 70 en Michigan, EEUU. En un deprimente pueblo lo suficientemente grande para que no sea necesario salir de allí.

El tema cuenta un episodio muy llamativo para un pueblo en su forma pero inocuo en sus consecuencias sociales. Muy apetitoso para los medios pero poco interesante para que la sociedad se pregunte qué, cómo y sobretodo porqué ha ocurrido.
El hecho es que en una familia con cinco hijas, en un ambiente repleto de normas, una de las hijas se suicida dejando a la deriva los principios morales del resto.
La madre radicaliza su postura, el padre trata de adaptarse a una nueva situación y las hermanas tratan de superar la situación llevando una vida "normal". Lux , la segunda más pequeña saca los pies del plato "demasiado" haciendo que la situación en casa sea, si cabe, más radical, produciéndose un encierro impuesto por la madre que es cuando al padre se le va del todo la cabeza.

Con el paso del tiempo, las niñas interactúan con los vecinos de su edad que las adoran como objetos hasta que ellas les convocan de forma un poco absurda para que vean a modo de catálogo cómo de variado puede ser un suicidio sin salir de casa.
La película reclama, antes que hablar sobre el guión, comentar la crítica que hace a un sector de la sociedad muy determinado. Al igual que Capote en "A sangre fría", se trata de una crítica a la clase media americana. Una clase social de corte excesivamente tradicional y fuertemente influenciable por la Iglesia y la televisión. Ambos autores comparten el peso que ambas instituciones tienen en esa sociedad y su carácter adocenante en el que la ética moral está por encima del propio individuo.
Una sociedad que, al igual que su política exterior, ve en el exterior de su hogar peligros en cada esquina y se encierra sobre sí misma. Una sociedad aburrida, sobreprotectora y que al llegar a la edad del pavo solo permite jugar a "Caperucita Roja" (el rojo como metáfora del inicio de la fertilidad femenina) en las que las caperucitas deben tener cuidado de no embarazarse de los lobos, así que nos encontramos que las cinco adorables vecinas son además inaccesibles, por lo tanto "los lobos" como la palabra deseo suspiran por ellas.

El ritmo es sorprendentemente lento, pero necesario para captar el aire estancado de una sociedad decadente, lo que al final de la película se muestra con una explícita fiesta a la que acuden los invitados con máscaras de gas, signo de lo que hay en la calle no es aire sino podredumbre.
Donde sí está el aire es en los exteriores, unas imágenes que se supone son fruto de su imaginación, se ven las nubes, pequeños rincones de campo con las chiquillas correteando felices entre trigales con una luz fresca del inicio del día. Son imágenes bucólicas propias de fragancias para adolescentes que contrastan con todas las demás. Los Interiores.
Los interiores están enmoquetados, con iluminación lúgubre (artificial como norma general) con tonos tierra desgastados y cansinos... estancias en donde siempre hay gente, no hay espacios íntimos. Cada plano tiene encerrada la acción de forma insistente situándola en el centro de la imagen, y lo más cerca posible favoreciendo el clima de agobio, también de esa forma, se pueden apreciar pequeños detalles que les hacen parecer a las hermanas Lisbon, niñas, detalles intimistas como la ropa interior pintada a boli o el brillo subliminal en los ojos de Lux.

Lux es el contrapunto a sus padres (Un Lux es una unidad de medida de la intensidad de la luz, en este caso luz en la oscuridad) pero a pesar de eso nunca se revela de forma explícita. Ninguna de ellas, excepto la pequeña, Cecilia, la cual tiene una clarividencia y forma de ser que dan miedo. Su forma de revelarse es el suicidio, a la segunda fue la vencida y tiempo después le siguen sus hermanas dando a entender que algo en la educación que están recibiendo no anda nada bien.
La banda sonora es bastante interesante, es un rasgo significativo en todas las películas de Sofía Coppola, algo que ha aprendido de Tarantino, en este caso mezcla clásicos de los setenta como los Bee Gees hasta electrónica francesa de Air, una mezcla curiosa.
Se trata de una película que no deja indiferente. Aunque es un mal necesario, resulta cansina e hiriente. Hay violencia y desgaste pero sobretodo es mental. Además, el público espera salir del cine con una sonrisa en los labios y "vírgenes suicidas" no es de ésas.

4 comentarios:

  1. Si te gusta esta película creo que quizás te interesaría compararla con un film australiano de Peter weir titulado "Picnic at Hanging Rock" que ,según mi punto de vista, es una clara influencia la película de Coppola.

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  2. Gracias por el dato,ganas de verla incluso teniendo esa la banda sonora.

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  3. La impresión que esta película dejó en mí es algo distinta:
    Lo que me pareció fue que Sofía Coppola intenta hacer una película con apariencia "underground" que supuestamente hace una crítica a ese sector conservador de clase media de la sociedad americana. Medios de los que se sirve para dar esta apariencia underground: ralentización del ritmo narrativo, estructura no del todo lineal, conductas atípicas de los personajes principales que originan situaciones de extrañamiento y tensión en los demás personajes y en el espectador, inclusión de algún que otro hecho lleno de patetismo que no se trate habitualmente en las películas de corte comercial (suicidio adolescente), introducción de símbolos que seguramente nos remitan a un contenido más allá de lo meramente apreciable para los nosotros, pobres mortales espectadores (Arcanos Mayores del Tarot, unicornios, estampas de la Virgen María con el número 555, etc)... No obstante, tras toda esta parafernalia yo sigo viendo una película algo superficial y con bastantes vacíos, redundante en tópicos y estereotipos de la adolescencia y de género, salpicada de pseudoreflexiones en torno a ciertos temas que a pesar de los recursos citados (o utilizándolos como única justificación) siguen quedando sumamente trivializados (el amor, el traumático paso de la niñez a la pubertad, la muerte, la religión, el conservadurismo…); dando como resultado algo que, a mi parecer, no se diferencia demasiado (¿demasiado?) de aquellas “grandes reflexiones” tan profundas que abundan en el cine comercial.

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  4. Hola Mar.

    Me veo obligado ha preguntarte en qué explicas que tu postura sea diferente a la mia ya que me da la impresión que te apetecía comentar tu impresión personal sobre la película.

    Por otro lado, creo que comentas con buen tino que se trata de una película de corte aparentemente independiente para un público mayoritario.
    Pero no se dónde reside tu sorpresa, pues se trata de una Coppola, un apellido que no es "underground" precisamente.

    Un saludo

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