Por Taís Carballes Balse
Inspirada en hechos reales, CAMINO es una película que nos transmite una aventura emocional en torno a una niña de once años que se enfrenta a dos sentimientos completamente nuevos para ella que experimentará a la vez: el amor y la muerte. Es la historia de los tristes últimos días de Alexia González-Barros, la cual padecía un tumor en la columna vertebral, que la hacía permanecer acostada soportando fuertes dolores durante varios meses antes de su muerte. Alexia y su familia pertenecían al OPUS DEI, facción integrista de la religión católica que ha hecho todo lo posible para conseguir su beatificación. Un tema que ha traído consigo numerosas críticas e incluso denuncias por considerarse que éste ha utilizado a Alexia como icono de mártir, para santificar el dolor y justificar la sumisión a sus postulados.
La niña, animada por su familia y asesores religiosos aceptó su enfermedad, el dolor y el sufrimiento y los consideró “una bendición” hasta el día de su muerte. Pero la película nos plantea, además, otro tipo de momentos que la propaganda católica oculta. Así como el que la niña pensase en situaciones que podría disfrutar si no fuese a causa de su muerte. Está claro que lo que más llama la atención de la película es la historia, la cual resulta así de impactante gracias a la magnífica realización de Javier Fesser.
El director cuida la imagen, los encuadres, las escenas, el guión… pero sobre todo el proceso de trabajo y el entusiasmo que se percibe por detrás de lo que ofrece al espectador.
Centrándonos en la música, Manuela Velles (hace de Nuria), participa en la banda sonora de la película. Aspecto que tiene una importancia relevante, puesto que ayuda a que la película se perciba con un mayor énfasis emotivo. Un magnífico y controlado proceso de elaboración que hace que la película reviva por sí misma.
CAMINO ha ganó los premios GOYA a la mejor película, dirección, guión original, elaborado por el director Javier Fesser; a la Mejor Actriz, Carmen Elías; al Mejor Actor de Reparto, Jordi Dauder, y a la Mejor Actriz Revelación, Nerea Camacho.Venía avalada por otros galardones: el Jose María Forqué, y el Sant Jordi entre otros.
Sin duda, una de las mejores películas españolas.
A pesar de su propaganda y/o crítica religiosa, estoy de acuerdo en que es una película realmente emotiva. La he visto varias veces e incluso sabiendo lo que ocurre en cada momento, se nota que, como tu dices, está muy cuidada. A mí me llamó la atención en el making off, que la niña se rapó la cabeza de verdad. Pequeños detalles que influyen en el buen discurso de la película.
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