El Cine como forma expresiva y estética

domingo, 24 de enero de 2010

Distrito 9

Por Luis Pedraza


Pues mi impresión de ir a ver una película de guerra que aportase otra visión a la tan sobada temática de la guerra entre humanidad y especies varias venidas de otros planetas,se vio truncada por la sorpresa de encontrarme viendo un documental de alta crudeza que narra los conflictos producidos por la instauración de un gueto de extraterrestres en el extrarradio de una gran ciudad...
La cámara casera nunca conoció un papel tan relevante.
Una cinta dura, llena de propósitos reflexivos y critica a nuestra sociedad, a su manera de actuar y de solventar los problemas. Dirigida por Neil Blomkamp y producida por Peter Jackson, el filme está basado en el corto «Alive in Joburg», creado y dirigido por el propio Blomkamp, y en los acontecimientos sucedidos durante el apartheid en Sudáfrica, concretamente en Ciudad del Cabo, donde el “gobierno” dictaminó la ausencia de personas de raza negra en numerosos sitios, entre ellos el Distrito 6. Todos los habitantes en esa zona fueron desahuciados y movidos a “viviendas de protección oficial”.
El primer largo de Blomkamp es igual a ese primer borrador, manteniendo su esencia, su reflexión y su fotografía, lo cual es un puntazo. Cabe destacar también, que Blomkamp es animador 3D profesional, y que los efectos y diseños utilizados en el corto son suyos, aunque se nota cuando
Jackson le puso la pasta en la mano, poniendo a su entera disposición los estudios Weta, que rediseñaron los extraterrestres y firman un maravilloso espectáculo infográfico.

Lo que no me convence tanto es el empeño americano por ser los que no rompen un plato. Quizá es arriesgarme demasiado con una impresión totalmente amateur, pero me huele un poco que la nave aterrice en un ficticio Johannesburgo y no en un ficticio Los Ángeles por ejemplo (podríamos haber sacado como referencia entonces « Independence Day» o «Alien Nation», lo cual, para mí, no es demasiado loable...). El visionado de la cinta me da a entender, que los malos y racistas, en este caso, son los negritos habitantes de la susodicha ciudad. La reflexión va más allá, y es que en una situación de este calibre, la reacción habría sido exactamente igual en todos los casos, “los raros fuera”, lo que me lleva a pensar que estamos ante un tremendo caso de manipulación. Original, si, pero manipulación a fin de cuentas.
La perspectiva constructivista y positivista me dicta que tenemos un gran problema de educación. En todas las sociedades contemporáneas hemos tenido problemas de ésta índole, con los mismos resultados, y lo más sangrante de todo, es que sigamos perpetuando este tipo de resoluciones. Al recontextualizar los personajes apartados por la sociedad como alienígenas, el mensaje de que “todos podemos ser todo” me llega bastante más claro, pero se me queda corto al no profundizar en la posible solución educativa. Todos podemos ser todo, si, pero eduquemos en otro tipo de valores para que estas situaciones se produzcan de una manera más tolerante y civilizada. Aportemos soluciones.
El anterior argumento se ve refutado por la presencia de las corporaciones subvencionadas por el gobierno que aparecen en el filme. Aunque de manera tímida, se deja entrever el problema educativo y moral, manifestado en la manera en que se toma el dinero y el poder como máxima autoridad moral, provocando este tipo de resultados.
A nivel técnico lleva la infografía a un nuevo nivel, mezclando actores virtuales con reales de una manera muy creíble, fotografía documental y un sonido aceptable. El ritmo, incesante, mezclado con una profundidad temática grande, te obliga a reflexionar a velocidades de vértigo, agrandando la sensación de inmersión en la trama con lo que podemos concluir que estamos ante una muy innovadora manera de afrontar el acto cinematográfico industrial.
Disfruten.

3 comentarios:

  1. Distrito 9 es una de las peores experiencias que he tenido en mi vida en una sala de cine.
    Una amiga me dijo "es gente inteligente haciendo una película para tontos".
    Y efectivamente, si uno conoce el cortometraje previo, a años luz de la película final, se da cuenta de que Distrito 9 ha nacido de unas cabezas que vislumbraban el cine de ciencia ficción de una manera diferente, trasladando los problemas reales a un momento ficticio, pero que acabaron planteando un estupidez de proporciones gigantescas.

    El argumento si quitamos aquello que pertenece al cortometraje (primeros quince minutos) es malo, típico y predecible. La transformación del protagonista es absolutamente desastrosa, y por tanto su interpretación no se sostiene por ningún lado.
    Los efectos digitales son buenos, pero no dejan de ser pegatinas, sobre todo porque todo aquello que hacía bien el cortometraje en narración documental el film lo convierte en pura acción.

    Básicamente Distrito 9 se puede resumir en cómo amputar un trabajo previo de calidad (el corto) para crear otro subproducto industrial sin interés.

    Un saludo.

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  2. Básicamente estoy de acuerdo (no puedo valorar la interpretación porque he visto la película doblada). Creo que es un corto "ampliado". Se advierte un tono rítmico muy diferente en las distintas partes de la película: bueno, al comienzo; muy deficiente, en el desarrollo; y un final poco consistente...

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  3. Gracias por las puntualizaciones, pero tengo que decir que no estoy de acuerdo en algunos puntos.

    Está claro que hacer de un cortometraje un largo industrial es muy arriesgado y que, en éste caso, no ha salido del todo bien, pero desde luego ni es una amputación ni un subproducto.

    El argumento no creo que sea demasiado predecible en su mayoría para un largo industrial, aunque comparándolo con la parte documental y la idea previa si queda en clara desventaja.
    Aunque la transformación es muy cutre, y rítmicamente no consiga superar la primera parte, me parece que le aporta un grado de profundidad al personaje y a su interpretación, así como al desarrollo general de la trama.

    Las pegatinas si que no te las perdono. Aunque cayendo un poco en el "vamos a enseñarlos que hemos pagado una pasta por ellos", en el cortometraje queda bien clara la posición del autor al pecar de lo contrario... Las secuencias de acción siguen la tónica de "extensión" que marca a toda la película, si no, cómo rellenas 112 minutos de narración documental sin que se te desplomen en la bútaca... Y el final, bueno... yo es que soy muy pasteloso y me gustó jajajajaja!!

    Como conclusión, un poco en mi linea de " ni tanto ni tan calvo", totalmente superada por su predecesora, pero claramente por encima de los estándares de calidad actuales.

    Yo lo resumiría en cómo se debería amputar el producto final para conseguir un producto de calidad..

    Saludos!

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