Por Mar Castillejo Higueras
Recurriendo constantemente a sexo como detonante, en “Soñadores”, Bertolucci nos presenta una crítica muy en consonancia con el pensamiento pesimista de la escuela de Frankfurt, a la contradictoria forma de vivir la revolución de Mayo del 68, de unos hermanos parisinos de familia burguesa, que van de progres cultos y no dejan de ser unos niñatos inmaduros, y que viven ajenos a lo que ocurre n las calles encerrados en un piso.
En contraposición a estos dos personajes (Theo e Isabella), encontramos a Mathew, un estudiante americano de clase media que a pesar de verse envuelto en los juegos de los hermanos y viviendo en su casa, no sólo funciona por caprichos.
Escenas y conversaciones sutiles como la del mechero, y ciertos detalles que van apareciendo a lo largo del film, nos van situando a cada personaje, que encontramos ya totalmente definido al final de la película.
Así mismo, las continuas referencias cinematográficas y artísticas nos aclaran la situación cultural que viven estos jóvenes y evidentemente como les influye.
En cuanto a nivel técnico e refiere, no consigo comprender cómo tratándose de una película posterior en la filmografía de Bertolucci, presente más carencias que, por ejemplo, “El último tango en París”.
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